Ryanair redobla su órdago contra Aena: o bajan las tasas o suspenderá un millón de plazas en verano

El pulso entre la aerolínea irlandesa Ryanair y la empresa pública Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha entrado en una nueva dimensión. La escalada del conflicto tiene lugar después de unas nuevas declaraciones del polémico consejero delegado de Ryanair, Michael O'Leary, que, de manera incendiaria como en otras intervenciones suyas, ha anunciado que valoran recortar otro millón de plazas en los vuelos a España el verano que viene si Aena no claudica a sus exigencias de rebajar las tarifas aeroportuarias. 

"UN CHANTAJE"

En una entrevista para Financial Times, O'Leary pone incluso un plazo para la decisión de Aena: dos semanas. Así, a finales de mes volverá a Madrid para, "probablemente", dice, anunciar la supresión de otro millón de plazas para el próximo verano, en la línea de los casi 800.000 asientos recortados en el verano que está a punto de acabar y el millón que anularán en la temporada de invierno, con efectos como dejar sin líneas de Ryanair al aeropuerto de Vigo o cerrar su base en Santiago de Compostela, con el consecuente daño sobre una plantilla de en torno a un centenar de personas. 

Pese a las amenazas, la empresa pública no parece dispuesta a ceder y echar para atrás el incremento del 6,5% de las tarifas aeroportuarias. Para el ministro de Consumo, Pablo Bustinduy, se trata de "una campaña de intimidación, de señalamiento, de mala educación y, últimamente, de chantaje abierto al Gobierno de España".

También el ministro de Transporte, Óscar Puente, llamó a no plegarse a lo que calificó como "chantajes" por unas ratifas que supondrían un extra de 0,68 euros por pasajero y mostró absoluta tranquilidad al avanzar que el hueco que deja Ryanair sería cubierto "inmediatamente" por otras aerolíneas lowcost, con las que ya ha mantenido conversaciones para asumir esas rutas vacías. 

Por otra banda, está la situación de los empleados de Ryanair, una compañía con beneficios millonarios, que recibió millones de dinero público y que respondió a la subida de las tasas y las multas aplicadas por Consumo por prácticas "abusivas" (cobrar por el equipaje de mano, por elegir asiento en algunos casos...) subiendo el precio de los billetes un 21% en el último año. La plantilla denuncia que la decisión de Ryanair es "arbitraria" y que solo busca un mayor beneficio económico al destinar sus aviones a aeropuertos que resulten más rentables que los señalados por la empresa en lugares como Asturias, Santander, Zaragoza y Canarias.