Abanca y Nueva Pescanova despiden delegados de los trabajadores suscitando protestas de CIG
La Confederación Intersindical Galega (CIG) protagonizó una nueva protesta para denunciar represión sindical, esta vez ante la oficina principal de Abanca en A Coruña. El sindicato exige la readmisión de dos delegadas despedidas: una trabajadora del comité de empresa de Abanca en Pontevedra y otra representante en la fábrica de Nueva Pescanova en O Porriño, sociedad de la que la entidad financiera es accionista mayoritaria.
Los responsables sindicales subrayaron que ambos ceses responden a lo que consideran una estrategia de persecución sindical por parte de Abanca y de sus participadas, con el objetivo de “amedrentar” la acción de la central. La concentración de este viernes se enmarca en una campaña más amplia que, según la CIG, busca visibilizar lo que interpretan como un intento de la compañía por limitar la actividad reivindicativa de sus delegados.
El sindicato recordó que en el último año se han convocado huelgas, recursos judiciales y conflictos colectivos contra Abanca, especialmente a raíz de la falta de acuerdo en materia de jornada y condiciones laborales. La protesta más relevante fue la huelga que tuvo un seguimiento mayoritario en las oficinas de la entidad en Galicia, en la que se exigían mejoras salariales y laborales. La CIG asegura que estas tensiones han derivado ahora en despidos de representantes sindicales.
Según la central, la primera afectada es una trabajadora que formaba parte del comité de empresa de Abanca en Pontevedra. El sindicato sostiene que fue apartada de la entidad tras un procedimiento “inquisitorial” en el que se le imputó un caso de acoso laboral, sin que hasta el día de hoy conozca de manera exacta qué hechos justifican la medida. Para la organización, se trata de un despido sin base objetiva y vinculado directamente a su papel en la defensa de los trabajadores durante la preparación de la huelga.
Conflicto trasladado a los tribunales
La CIG confirmó que el despido se encuentra actualmente en vía judicial después de intentar sin éxito la conciliación en el SMAC. Mientras se resuelve la demanda, en la que se solicita la nulidad de la decisión, la central sindical continuará con las movilizaciones. La próxima protesta tendrá lugar el 23 de septiembre en Salvaterra de Miño, municipio en el que trabajaba esta empleada de Abanca ahora cesada.
El segundo caso afecta a una trabajadora con 37 años de experiencia en Nueva Pescanova, en O Porriño, que también formaba parte del comité de la CIG. Según explicó la organización, su despido se produjo el pasado 6 de agosto después de un proceso de baja médica y en base a un informe del servicio de prevención que la declaraba no apta para trabajar. Para la central, este informe resulta fraudulento, ya que apenas semanas antes otro dictamen de la mutua la había considerado válida para desempeñar sus funciones con limitaciones, situación que se venía repitiendo desde hacía más de siete años.
La FGAMT-CIG de Vigo sostuvo que este cese coincide con la negociación del convenio colectivo del Grupo Pescanova, donde la central no firmó el preacuerdo alcanzado por los sindicatos de ámbito estatal. La organización explica que no se adhirió al pacto porque suponía una pérdida de derechos y condiciones laborales para los empleados, por lo que entiende que la desvinculación de esta trabajadora está directamente relacionada con su oposición a rubricar dicho acuerdo.
Señalamiento a Abanca como accionista de Pescanova
Desde la CIG se apunta también a la responsabilidad de Abanca en este caso, dado que es la accionista principal de Nueva Pescanova. Por este motivo, la movilización de A Coruña se llevó a cabo en la sede principal del banco. El sindicato reclama que la entidad financiera se implique para garantizar la readmisión de la trabajadora del Porriño y asegure el respeto a los derechos sindicales dentro del grupo empresarial.
Según el sindicato, la actuación de Nueva Pescanova refleja una estrategia deliberada para castigar a la representación sindical que no comparte su modelo de negociación. La central anunció que la demanda por este despido ya está presentada y que en las próximas semanas se convocarán más movilizaciones en distintos puntos de Galicia para incrementar la presión y revertir la decisión empresarial.
Por ahora, ni Abanca ni Nueva Pescanova se han pronunciado públicamente acerca de los reproches vertidos por la CIG. Ninguna de las dos compañías ha detallado los motivos de los ceses ni ha respondido a las acusaciones de persecución sindical lanzadas por la central mayoritaria en Galicia.
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