Para pocas luces, la gente de TikTok y Twitter: los memes y vídeos más "brillantes" del apagón
Las reacciones y ocurrencias al gran apagón fueron lo mejor de esta histórica y oscura jornada.
Si me preguntan, lo peor del gran apagón fue no poder vivirlo por las redes sociales. La caída de los teleoperadores para algunos y la muerte de las baterías para otros impidió a muchos pasar el mal rato con un poco de entretenimiento que llevarnos boca. Porque ante cualquier catástrofe, ante cualquier evento histórico, pase lo que pase y ocurra lo que ocurra, las redes, ese arma de doble filo que en ocasiones saca lo peor de cada uno, es capaz de sacarnos una sonrisilla aun cuando tenemos que cargar el móvil con una máquina que funciona a pedales o leemos los memardos a la luz de la vela de tu último cumpleaños, porque es la única que había por casa en ese momento. Con el internet restablecido y la batería al 100%, repasamos algunos de los mejores momentos que dejó esta caída de la corriente, incapaz sin embargo de fundirnos los plomos del ingenio.
TU VECINO EL MANITAS, EL CULPABLE DEL APAGÓN
La gran pegunta que queda todavía en el aire, ¿qué ocurrió? ¿Cuál fue la causa o causas que provocaron este gran apagón en España y Portugal? Algunos fabulan con que la respuesta está en la casa de al lado, con nuestro vecino "el manitas" toqueteando el cuadro eléctrico...
La teoría más extendida en estos momentos y que va ganando peso con el paso de las horas, toda vez que desde Red Eléctrica parecen descartar definitivamente el ciberataque como causa del apagón, es que Abel Caballero quiso hacer una pruebecilla de nada, teniendo en cuenta que en pleno mes de abril como nos encontramos, la Navidad en Vigo está ya a la vuelta de la esquina.
Otros, en cambio, recurrieron a un clásico del audiovisual gallego para explicar -¿explicar es la palabra cuando la explicación resulta ininteligible?- lo que ocurrió para dejarnos a todos sin luz.
La verdad es que con el día bueno que se quedó ayer, poco importaba que hubiese o no hubiese electricidad. Apartarnos de la pantalla -y del trabajo- permitió a algunos imporvisar una foliada en plena calle.
Todo fueron risas, cervezas fresquitas y terrazas hasta que se puso el sol y hubo que hacer de cenar sin vitrocerámica y sin cocina de gas. Para algunos un reto, para otros misión imposible, como encontrar pan en el supermercado cuando pundió el cúnico.
Ya en la oscuridad de nuestras madrigueras, unos cuantos nos asomamos a las ventanas a comprobar que, efectivamente, la oscuridad era total y que nadie, ni siquiera ese vecino que siempre se pasea en calzoncillos de madrugada con las ventanas abiertas de par en par, tenía luz. La sorpresa para unos pocos fue ver una batalla de sombras chinescas convertidas en gigantes en mitad de la noche.
YA BASTÓ DE EVENTOS HISTÓRICOS, ¿NO?
Una pandemia, una guerra en Europa, un volcán, una crisis económica...y ahora un apagón. La lista de grandes eventos que contar y sobredimensionar a nuestros futuros nietos va a ser larga. "Abuelo, cuéntanos otra vez lo del apagón aquel". "Ah, eso fue justo antes de la invasión extraterrestre". ¿Exagero? No sé. Tiempo al tiempo...
Eso sí, ayer unos cuantos salieron a la calle de sus bunkers con el pecho hinchado, una navaja multiusos y papel de aluminio en la cabeza: los prepers. Los preparacionistas, aquellos que llevan años avisando de que esto -o algo como esto, o algo que se asemejase, o nada ni mucho menos parecido- podría pasar, se dieron un festín con una buena guarnición de "te lo dije". Mientras, los burgueses del siglo XXI, aquellos que vivimos a todo trapo con comodidades y lujos tales como, qué sé yo, una red wifi, pasamos las horas echando en falta una radio a pilas, una linterna o un triste parchís.
Por suerte todo pasó y, aunque fuese de madrugada, la luz, esa que no sabías si habías dejado encendida o apagada antes de irte a dormir, disipó nuestros miedos y nos sacó del letargo, pues la lamparita de noche nos pegó un fogonazo a las 5:30 de la mañana, sacándonos de esa pesadilla medieval que fue no tener acceso a la red de redes durante un ratito.
Visto con perspectiva, podemos tomarnos lo ocurrido con humor, aunque algunos, como aquellos atrapados durante horas en ascensores, metros o teleféricos todavía tendrán cara de pocos amigos y no muchas ganas de reírse. Desde aquí invitamos a creer que, pase lo que pase, siempre acaba saliendo el sol y que hay cosas peores...como el Celta de Rafa Benítez. Eso sí fue un apagón.
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