Familias y personas con diversidad intelectual apremian a la Xunta para no bloquear una residencia en O Porriño

La Asociación de Apoyo a Personas con Diversidad Intelectual (ACEESCA) ha lanzado una desesperada llamada de auxilio a las administraciones y a la ciudadanía gallega para evitar el colapso de un proyecto residencial clave. Si la entidad no obtiene financiación adicional o una ampliación de los plazos de justificación, deberá reintegrar más de 600.000 euros procedentes de fondos europeos. Esta pérdida no solo paralizaría la construcción de su nuevo hogar en Torneiros (O Porriño), sino que pondría en grave peligro la estabilidad y la labor de la organización que atiende a cientos de personas.

El inmueble, ideado como un futuro hogar para 50 personas con diversidad intelectual cuando sus cuidadores principales ya no puedan ocuparse de ellos, se encuentra ejecutado en un 70%. Pese a que el presupuesto total de la obra asciende a 5 millones de euros, ACEESCA ha logrado reducir el coste efectivo a 4,5 millones de euros gracias a una gestión eficiente. A la dotación inicial de 2 millones de euros aportada por la Consellería de Política Social (a través de los mencionados fondos comunitarios), la asociación ha sumado más de 900.000 euros de recursos propios y de donaciones empresariales y sociales.

Sin embargo, desde la dirección de la entidad denuncian una situación que consideran absurda: "Nos piden justificar 5 millones de euros, incluso después de haber conseguido reducir el coste real a 4,5 millones mediante una gestión eficiente. Es un sinsentido que se nos obligue a gastar más de lo necesario", afirman. Además, la asociación ha solicitado a la Consellería de Política Social una prórroga para seguir buscando los recursos restantes, pero, hasta la fecha, no han obtenido respuesta oficial.

UNA INICIATIVA IMPULSADA POR LAS FAMILIAS

La búsqueda de este recurso residencial tiene sus raíces en el propio origen de la organización. ACEESCA fue fundada en 1983 por un conjunto de familias que se unieron para encontrar una alternativa digna para sus hijos e hijas con discapacidad intelectual en una época donde los recursos eran escasos en la zona sur de la provincia de Pontevedra. Hoy en día, la entidad es un referente que da apoyo a más de 150 personas con discapacidad, además de ofrecer atención temprana a otros 200 niños y niñas en ocho municipios del entorno.

El proyecto de la residencia comenzó su andadura en 2010. Fue posible gracias a la cesión de los terrenos por parte de la Comunidad de Montes de Torneiros. Las familias, pese a ser conscientes de los riesgos que implicaba una obra de esta envergadura, optaron por asumir el desafío, convencidas de que las administraciones respaldarían una iniciativa alineada con los criterios de sostenibilidad, accesibilidad y atención personalizada postpandemia.

Ante la falta de novedades y la inminente fecha límite, las familias de los usuarios han decidido tomar la iniciativa. El pasado 4 de octubre celebraron una reunión informativa en la que participaron más de 220 personas para detallar la delicada situación. Como resultado, se ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas dirigida a la Xunta de Galicia y a la Diputación de Pontevedra.

LA COMUNIDAD EN ACCIÓN PARA EVITAR LA DEVOLUCIÓN

En tan solo una semana, la movilización ha recabado más de 1.400 firmas. La documentación será entregada en mano este próximo miércoles, 22 de octubre, a las 9:30 horas, en el registro de la Xunta en Vigo, y posteriormente remitida por vía electrónica a la Diputación de Pontevedra.

La dirección de ACEESCA insiste en que el proyecto es "el futuro y la tranquilidad de decenas de familias" y hace un llamamiento definitivo a las instituciones públicas, al tejido empresarial y al conjunto de la sociedad gallega para que se sumen a este esfuerzo colectivo. "Nos sentimos solas, abandonadas, pero seguimos creyendo que, si vamos de la mano, se puede lograr lo que nos propongamos. Este proyecto no puede quedarse a medias", concluyen desde la asociación, cuya labor de más de cuatro décadas en favor de la inclusión ahora se encuentra en la cuerda floja.