Casi mil bomberos metidos a "camareros o abogados": "No podemos tener bomberos forestales fijos discontinuos"
El cese de 938 empleados fijos discontinuos responsables de la prevención y extinción de incendios de nuestros montes ha suscitado críticas a la Xunta por parte de trabajadores, fuerzas políticas y sindicatos. El secretario de acción sindical de Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Galicia, Juan Carlos Rivas, ofrece el punto de vista del sindicato, que celebra que en la última década se haya pasado de tres meses de trabajo a los nueve del año que viene. No obstante, reclaman que el colectivo debe estar operativo y en plenitud los 365 días del año para que este sea un colectivo absolutamente profesionalizado.
La semana arrancó en Santiago de Compostela al rojo vivo, y son justo los profesionales que se encargan de sofocar los puntos de calor los que han caldeado el ambiente en las calles de la capital. Decenas de profesionales del servicio de prevención de incendios protestaron por el cese la pasada semana de cerca de un millar de empleados fijos discontinuos a los que, una vez dada por terminada la temporada de riesgo alto de incendios, la Xunta les enseña la puerta de salida, precisamente después del verano que quedará en los libros de historia -al menos de momento- como el más destructivo en lo que a incendios forestales se refiere, un desastre ecológico que tiene su eco meses después, con el arrastre de la ceniza por las lluvias hasta ríos y embalses.
"LA MALA COSTUMBRE DE COMER TODOS LOS DÍAS"
De la situación advirtió hace ya algunos meses la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y su secretario de acción sindical de CSIF Galicia, Juan Carlos Rivas, da parte de escrito dirigido a Alfonso Rueda entonces para “revisar determinados aspectos estructurales del servicio de defensa contra incendios” y “tomar medidas de carácter urgente” en torno a este servicio y, más concretamente, sobre la situación del personal fijo discontinuo.
“Este año trabajó ocho meses. Se está cumpliendo el acuerdo donde se decretó que van a alcanzar los nueve meses de trabajo por cada campaña. Pero lo que hay que abordar es el paso de estos casi 1.000 efectivos, todos ellos empleados públicos, porque son plazas estructurales del servicio”, insiste Rivas, para los que pide un trabajo “todo el año”, ya que “si queremos tener un servicio plenamente profesional, es imprescindible que vivan de su trabajo todo el año”.
“Estos trabajadores tienen la mala costumbre de comer todos los días”, ironiza Rivas sobre la situación de este colectivo, donde muchos profesionales deben buscar empleo en otros sectores, “ya sea como camarero o abogado”, para encontrar la estabilidad que no les ofrece la administración pública por no tener “una profesión a tiempo completo”. “Somos un gran servicio de incendios, pero para atender a la excelencia deben estar contratados todo el año estos trabajadores”, refieren desde CSIF sobre la solicitud trasladada de manera conjunta con CC.OO. y UGT, a la espera en este momento de una respuesta por parte de la Consellería para poder mantener una reunión y “sentarnos a negociar”.
De momento no hay abierta ninguna vía de diálogo entre las partes para abordar la situación del operativo compuesto por cerca de 2.500 bomberos forestales, ya que entre ellos existen desigualdades “especialmente en el aspecto retributivo”, sin cumplir la máxima de “a igual trabajo, igual salario”, de manera que piden hacer extensible a todo el personal los acuerdos alcanzados por los funcionarios el año pasado.
De hecho, ese acuerdo incorporaba “una cláusula que decía que a partir de la firma del acuerdo se empezaría a negociar la aplicación también al personal laboral”, subraya Rivas. Pese a ello, un año y medio después de rubricar el texto, no han sido llamados a negociar tanto el aspecto salarial “como vacaciones, turnos horarios…”.
AUMENTAR EL DISPOSITIVO
Los cambios que proyecta CSIF son sustanciales también desde el punto de vista organizativo, pues demandan “la creación de más puestos de jefe de brigada”, una solicitud que, de cristalizar, “permitiría duplicar el número de brigadas existentes en Galicia”. “Sería una inversión que vemos desde un punto de vista de eficacia y eficiencia económica”, garantizan desde el sindicato, que cifra en 140 las plazas de jefe de brigada a mayores necesarias para un correcto servicio.
Los ceses, en cualquier caso, llegan en un momento donde el debate sobre la idoneidad de mantener al operativo disponible los 365 días del año está más vivo que nunca al poner en marcha las administraciones públicas los planes para frenar el arrastre de las cenizas tras las copiosas lluvias de los últimos días. Desde el colectivo acudían en verano a un mantra para explicar esta clase de episodios: “Los incendios se empiezan a apagar en enero”.
Por este motivo, desde CSIF dirigieron un documento a la Xunta donde solicitaban una partida presupuestaria en los Orzamentos da Xunta 2026 dedicado a incrementar el tiempo de trabajo justo para desplegar más trabajos de prevención “en los momentos en los que hay menos incendios”, si bien Rivas rectifica al apreciar que hemos llegado a un punto “en el que hay incendios en cualquier época del año”.
“Para las tareas de prevención y de recuperación personal es necesario e imprescindible”, incide Rivas, cifrando la rebaja de efectivos por esta decisión en “en torno a un 35-40% del operativo”. Con todo, Rivas también se muestra optimista al echar la vista atrás y ver que, en la última década, han sido muchos los avances y las conquistas para estos trabajadores, que pasaron de trabajar solo tres meses a los nueve en los que estarán operativos el año que viene. “El paso siguiente es que trabajen todo el año”, asume.
A renglón seguido, desde CSIF no obvian que esta situación es extensible a los profesionales de otras comunidades, pues consideran que todo ello deriva de una cuestión estatal al no estar definidos los servicios mínimos de este ámbito, donde el Gobierno, a su juicio, debería obligar a las Comunidades Autónomas a mantener el operativo todo el año.
“Pedimos que se acabe con la figura del fijo discontinuo en toda España. No podemos tener bomberos forestales fijos discontinuos. Es un trabajo muy técnico, donde se requiere ser muy profesional y una formación continua. Que trabajen todo el año ya no solo es una cuestión de la seguridad de los montes gallegos, de la ciudadanía o de los intereses de Galicia, sino por su propia seguridad en el trabajo y los derechos y garantías que deben tener”, explica Rivas.
UN SERVICIO 100% PÚBLICO
En lo que sí se diferencia Galicia de otras comunidades es en el hecho de que “la totalidad del operativo es servicio público”, una circunstancia que no se da en otros territorios, donde el pasado verano casi la mitad de los bomberos forestales pertenecían a empresas privadas. “Galicia no camina hacia esa privatización en absoluto”, asegura Rivas, que pone a Galicia como “exponente claro y referente” en este sentido tanto por la Xunta como por las brigadas contratadas por los Concellos.
El siguiente reto es recuperar la totalidad del operativo después de que en los últimos años algunas brigadas helitransportadas, que estaban externalizadas, regresasen bajo el paraguas de la administración autonómica. Todavía queda un puñado de brigadas donde “ponen el helicóptero y la brigada”, pero incluso esto lo esperan recuperar en “para no tener externalizada ni privatizada ninguna parte del servicio, con independencia de si el helicóptero es contratado a empresas privadas”.
Así las cosas, desde CSIF urgen a la Xunta a tomar cartas en el asunto y abrir, de una vez por todas, el diálogo con los sindicatos para seguir avanzando en las mejoras que ya han podido celebrar en los últimos años. “Ha llegado el momento de negociar”, invita Rivas, que apuesta por “todas las vías de diálogo posibles, y esperamos resolverlo en breve”. “Vamos a ser leales a los acuerdos”, sostienes, “pero, si no se produjese esa negociación, valoraríamos el adoptar otras medidas de presión para conseguirlo”.
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