Pedro Sánchez será presidente gracias a Puigdemont, un presidente “perseguido”

Ahora resulta que las manifestaciones contra la amnistía celebradas en muchas ciudades españolas, especialmente las que se vienen celebrando en Madrid- delante de la sede del PSOE-, más los pronunciamientos en contra de jueces y juristas, entre otros, han servido para acelerar el acuerdo entre el PSOE y Junts – mejor dicho, Puigdemont, que al final se ha salido con la suya-. El expresident sabía que esta era su última oportunidad para volver a Catalunya y si la dejaba escapar posiblemente no tendría otra, pero queda claro que lo ha hecho “pensando en el pueblo de Catalunya”. ¿Qué parte del pueblo? La suya.

El acuerdo alcanzado este jueves constata que se han satisfecho las peticiones demandadas por el huido Puigdemont. Incluso el relato del texto firmado por Santos Cerdán, secretario de organización de los socialistas, y Jordi Turull, secretario general de Junts  parece escrito de la mano de los independentistas, donde el victimismo sigue siendo el dominador del relato. Hablan de las profundas divergencias que han vivido que desembocaron en un “conflicto”, y se han olvidado de los catalanes no independentistas que han sufrido los efectos del procés, que no han sido pocos. Para ellos, esa parte de la ciudadanía no son catalanes, son botiflers, se desprende.

Se supone que la próxima semana se conocerá el documento final que recoge las peticiones tanto de ERC como las de Junts. Pero de momento ya se sabe que habrá amnistía - cuando se apruebe la ley que entrará en horas en el Congreso-; condonación de la deuda; Catalunya reconocida como nación y minoría nacional; preparación de un referéndum; mediador internacional; la cesión del 100% de los tributos que se pagan en Catalunya; representación diplomática internacional de Catalunya; traspaso de cercanías de Renfe; ¿retirada del Ejército, Policía Nacional, Guardia Civil?; y traspaso de las propiedades del Estado, incluida la comisaría de Vía Laietana. Esto es lo que se conoce hasta ahora, falta conocer, en aras de la transparencia, la letra pequeña del acuerdo.

Todos estos logros de los independentistas son gracias a los siete diputados que tienen cada uno de los partidos, ERC 7 y Junts otros 7. Pero es que, además, las dos formaciones van a marcar la agenda política del nuevo Gobierno que se constituirá la próxima semana al contar Pedro Sánchez con los votos necesarios para ello.

Resultan curiosas las jugada realizadas por los partidos políticos, especialmente PSOE, ERC y Junts - está a la espera de hacerlo- de consultar a sus bases si aprueban el pacto para la investidura de Pedro Sánchez, sin cuestionar a sus bases por la amnistía y las concesiones. La consulta deberían hacerla a todos los que votaron el 23J, sería lo democrático. El PSOE con 172.600 militantes acudieron a votar el 63,4%, es decir 94.602. De los cuales dijeron sí un 87,13% que son 94.602 militantes. En el PSC, con un censo de 7.909, la participación fue de un 61,6%, es decir 4.824. De ellos 4100 dijeron que sí.

En ERC, donde también realizaron consulta a sus bases, son 8.464 afiliados con una participación del 43,61%, es decir, votaron 3.639 personas, de las cuales dieron su apoyo 3.239.

Si revisamos las votaciones de los tres partidos en las elecciones del 23-J, las cifras hablan por sí solas. El PSOE fue votado por 7.760.970 ciudadanos; el PSC consiguió 1.200.000 votos; y ERC, 462.883 votos. 

Pero en este país, los votantes no cuentan a la hora de tomar decisiones que afectan a todos. Solo cuentan los militantes al corriente de pago, que tienen derecho a votar una decisión tan importante que afecta a toda la sociedad, al país entero. Es lamentable que, sumando los votos de  ERC, PSOE y PSC - votos de sus militantes-  resulta que 101.941 personas han decidido apoyar el acuerdo con los independentistas, la amnistía y todo lo demás, pasando también de los otros millones de españoles que votaron a otros partidos, pero que merecen también tener en cuenta su opinión.

La firma del acuerdo de este jueves ha marcado un antes y un después en la política, en la sociedad y demuestra que los políticos dicen una cosa y hacen la contraria. Puigdemont en su comparecencia, sin preguntas, ha dejado claro que los socialista han “bendecido” los acontecimientos penosos e ilegale ,  que se les perdona todo lo que hicieron, hasta el desvío de dinero de los ciudadanos constitucionalistas para emplearlo en el procés. Que le han reconocido que la justicia no es para ellos.

Creo que no han tenido en cuenta dos hechos muy graves que tendrán consecuencias, políticas , sociales y  judiciales: Puigdemont no ha pedido perdón, no ha reconocido los hechos tan graves que sucedieron, no ha renunciado a nada, según sus palabras, y que Pedro Sánchez por siete votos ha vendido la democracia y ha metido en su cajón la constitución, amén de que ha llevado al PSOE a una situación tremendamente grave.

Algunos de los que viven de la política y tienen cargos muy importantes toman a la gente por idiotas cuando hablan de que este acuerdo ayudará a la convivencia en Catalunya y España  ¿De verdad que se lo creen? Lo que ha hecho es todo lo contrario, fracturar a la sociedad y enfrentarla por los agravios comparativos.