Un País Vasco más soberanista y más de izquierdas

El análisis de los resultados de las recientes elecciones al Parlamento Vasco permiten avanzar varias conclusiones interesantes. La primera hace referencia a la participación que fue del 62% (12 puntos más que en las anteriores autonómicas celebradas en plena pandemia de la COVID-19, pero inferior a la de las generales del 2023 que había sido del 65,09%) y que pone en evidencia como en el País Vasco se repite una tendencia general en los pueblos de España marcada por una mayor participación en las elecciones generales que en las autonómicas. No se debería ignorar esta evidencia y hacer las lecturas políticas pertinentes. 

La segunda es que las fuerzas soberanistas (PNV, Bildu) suman una clara mayoría política (54 diputados: 72%) y social (613.000 votos: 68%). Unas fuerzas soberanistas que, como ya escribí en su día, abandonaron la vía rupturista de la primera década de este siglo para seguir la vía reformista del pacto y la negociación sin olvidar la movilización social si fuese necesario. Una estrategia que incluye el apoyo parlamentario al gobierno de progreso (PSOE/Sumar) frente a la oposición subversiva de las derechas extremas (PP/Vox) y que, como estamos viendo, refrendada por la mayoría del pueblo vasco les da, especialmente a Bildu,  muchos réditos electorales. Por su parte el PNV, a pesar de la importante pérdida de diputados (-4), no de votos (+20.000), seguirá al frente de la lehendakaritza que es lo que más les interesa.

Un referéndum que viene también evaluado por el mal resultado que repiten las derechas extremas (PP y Vox) a quién su apuesta por el antisoberanismo (con intentos de identificara Bildu con ETA, cuando esta lleva desaparecida ya hace 13 años) y el totalitarismo solo le acarrea el apoyo de 8 diputados (12%) y 132.000 votos (12,5%) lo que las sitúan en la irrelevancia. Resulta indiscutible que no entienden nada de lo que pasa en el País Vasco lo que, de alguna manera, las deslegitima para gobernar en España.

En una zona intermedia entre ambos aparecen las fuerzas democráticas no soberanistas (PSE y Sumar) aunque con resultados muy, muy diferentes. Mientras el PSE recupera parte de apoyo perdido y crecimiento en votos (+27.000: 14,2%) y diputados (+1: 12) la “nueva izquierda” (Sumar y Podemos: 1 diputado) sigue su camino imparable a la irrelevancia fruto de sus recurrentes errores y divisiones. En el caso del PSE este ascenso se verá recompensado con su permanencia en el Gobierno vasco y seguramente con más consejerías, algo que, al tiempo, servirá para mantener el apoyo al gobierno de Pedro Sánchez a quién el resultado global le favorece sin dudas.

Un apoyo que se ve confirmado por la evidencia de que las izquierdas (Bildu, PSE y Sumar) son clara mayoría en el País Vasco (40 diputados y 50% de los votos emitidos) que hoy es más de izquierdas que ayer. 

Luego de estas elecciones, ¿en el País Vasco todo sigue igual? Aunque en el aire quedan algunas incógnitas -cómo va a reaccionar el PNV ante la pérdida de poder político y cómo utilizará Bildu el gran apoyo recibido- el País Vasco se despertó de las elecciones autonómicas más soberanista y de izquierdas. A pesar de eso, muy posiblemente seguirá teniendo un lehendakari del PNV y un gobierno PNV-PSE.

¿En España? Esperemos a que se produzcan los resultados de las elecciones catalanas, pero parece indiscutible que la situación hoy es más favorable que ayer al gobierno de turno (PSOE/Sumar) y la mayoría parlamentaria que lo apoya.