“Filamentos de infamia que embarran lo que tocan"
Julia Otero
En la semana que coincidió con la celebración de la cumbre climática (COP29) en Azerbaiyán se puso en evidencia, con las agendas medioambientales encima de la mesa, cómo las derechas españolas (PP y Vox) caminan por el escenario sin otros principios y otra ideología que derribar como sea al gobierno español de turno (PSOE/Sumar). Incluso poniendo de manifiesto que carecen de un mínimo proyecto con relación a la crisis medio ambiental que, como se pudo comprobar con la DANA en Valencia, los va a golpear repetidamente. Algo que por tratarse de unos partidos políticos que aspiran a gobernar no deja de ser muy preocupante.
De circo y de espectáculo calificaron no pocos medios europeos la campaña del PP contra el nombramiento de Teresa Ribera como Vicepresidenta Ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva y Comisaria Responsable de Competencia. Una campaña que tenía dos objetivos: el primero, tapar el desastre (mas de 225 muertos) de la gestión de la DANA por parte de Carlos Mazón (PP), tal que tuvo eco en la prensa internacional. El segundo, impedir el indiscutible éxito que para el gobierno español de turno (PSOE/Sumar) supone ese nombramiento pues sitúa la ex-ministra en un lugar de mucha relevancia dentro de la poderosa Comisión Europea. Una campaña política que como sabemos salió mal: ¡una derrota más de las derechas españolas! El barullo volvió a quedar en nada.
Ambos casos son un ejemplo indiscutible de que estamos delante de unos partidos (PP, Vox) a los que “manca finezza”. ¿Por qué? Repasemos, por caso, la actuación del partido mayoritario de las derechas (PP) en la gestión de la DANA y comprobaremos como carece de una estrategia de amplio recorrido. No solo se trata de que tenga asumida la ideología negacionista del cambio climático, que también, sino de que su irresponsable actuación delante del enorme impacto que tuvo la citada gota fría en el territorio y en la población valencianos puso en evidencia a carencia de un principio mínimo de solidaridad y empatía con esta última que fue sustituido primero por una batalla interna dentro del PP (entre el Presidente de la Comunidad Valenciana, señor Carlos Mazón, y el Presidente del Partido Popular, señor Nuñez Feijoo) para luego, asustados por la multitudinaria manifestación habida en su contra y siguiendo con su campaña-fango de desgaste del gobierno español de turno, intentar desviar la atención y culpabilizarlo de lo que era fruto de la inanición y la incompetencia del Gobierno valenciano (PP). Un relato que, por cierto, el presidente de la Junta de Andalucía, señor Moreno Bonilla también del PP, tiraría por tierra al enfrentar de manera muy distinta el impacto de la DANA en su comunidad.
En relación a los estériles intentos de impedir el nombramiento de la señora Teresa Ribera, incidir en lo señalado anteriormente, de la total “manca finezza” de las derechas españolas al poner los intereses partidistas por encima de los intereses del Estado. Por que situar en la cumbre de la Comisión Europea a Teresa Ribera, que es una política muy competente y capaz, debería ser evaluado como un triunfo de la política española y no de un partido. Como una pequeña esperanza de poner un cierto freno la esta locura productivista y consumista que, como demuestran fenómenos como el de la DANA, nos está llevando al suicidio.
Señores de las derechas: senza finezza, all´íncirca.
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