“Sumar es el motor del gobierno” Yolanda Díaz Vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo y Economía Social
Ante una posible convocatoria electoral anticipada en España, y teniendo en cuenta el escenario actual, las posibilidades que tiene de repetir este gobierno de turno (PSOE/Sumar) van a depender mayormente de los resultados que alcancen tanto el miembro menor de la actual coalición (Sumar) como los posibles aliados de las izquierdas (Podemos, BNG, ERC, Bildu…). Entre todos ellos el más decisivo será, lógicamente, el resultado de Sumar quien, para el gobierno de coalición, está suponiendo tanto una fortaleza como una debilidad.
Una fortaleza porque resulta indiscutible que la presencia de Sumar en el actual gobierno de turno (PSOE/Sumar) está siendo decisiva para que este había aprobado, y siga aprobando, una serie de medidas progresistas en materias clave como empleo, bienestar social, medio ambiente, igualdad y acción exterior. Medidas y resultados que permiten afirmar que el balance global del gobierno no puede por más que ser positivo, pues muchas de estas medidas están beneficiando claramente tanto las mayorías sociales como el conjunto de España. Las evidencias empíricas son indiscutibles y están confirmadas por los diferentes organismos nacionales e internacionales.
Una debilidad porque el gobierno no está exento de tensiones internas en las que Sumar tiene su parte no menor de responsabilidad. Una imagen de división interna que, según todas las encuestas, impide que mejoren las perspectivas electorales para Sumar. He ahí que nos preguntemos sí la hora de sumar, esta organización suma.
Los problemas de Sumar son varios. En primer lugar, que no consigue aparecer delante del electorado como una organización capaz de aglutinar esa mayoría de las izquierdas que no quiere votar al PSOE y que no es menor: no suma. Una de las razones de esta división cainita hay que buscarla en que durante todos estos años los políticos que lideran las organizaciones de izquierdas han abierto muchas heridas que no dan cicatrizado. Heridas de las que no pocos de los dirigentes de Sumar tienen su cuota no menor de responsabilidad, pero que, justo es decirlo, de ninguno es única. ¿Cómo pueden despertar mucha credibilidad propuestas que afirman querer sumar cuando no paran de dividirse? Hagamos memoria: Izquierda Unida, Ahora en Común, Unidas Podemos, Sumar... En estos días tenemos en Andalucía un claro ejemplo de este mortal cainismo cuando delante de la próxima convocatoria electoral autonómica hasta seis organizaciones políticas compiten por el mismo espacio que Sumar afirma querer liderar (en el momento de escribir estas líneas había parecido que, en sentido contrario, en Extremadura corren vientos unitarios en las izquierdas).
Otro problema de Sumar es su indefinición ideológica y política como organización. En estos momentos Sumar aparece más un grupo heterogéneo de cuadros políticos -alguno de ellos muy brillante- que como una organización de izquierdas con un proyecto de cambio a medio y largo plazo. Esto acaba reflejándose en la toma de decisiones cuando, no pocas veces, aparecen divisiones internas que ponen en evidencia a existencia de almas políticas diferentes.
Por si estas razones no habían sido razones, Sumar “compite” en las comunidades históricas con referentes nacionalistas de izquierdas con larga tradición e importante implantación. Así en Catalunya con ERC (Izquierda Republicana de Catalunya), en el País Vasco con BILDU (Euskal Herria Bildu) y en Galicia con el BNG (Bloque Nacionalista Galego) lo que acota su espacio electoral como así reflejan los resultados electorales cosechados en estas comunidades históricas. ¿Si la presencia en estas comunidades es muy minoritaria, como puede Sumar aspirar a tener un peso político relevante a nivel de estado?
Finalmente, Sumar carece de un liderazgo global y único. Sin restarle méritos su líder más reconocida, la señora Yolanda Díaz, resulta evidente que no es quien de hacer creíble un liderazgo aglutinador, unitario y sólido como tal y para la mayoría. Las múltiples divisiones en las que apareció involucrada ya le pasan factura.
Por todos estos motivos todo la apunta la que Sumar no suma... lo suficiente.
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