¿Fin de la crisis del PSOE de Lugo? Tomé la dá por zanjada, los críticos callan
La esperada reunión de ayer entre los dos bandos enfretados se salda con una comparecencia del líder provincial y presidente de la Deputación en la que reconoce una situación insólita y promete mejorar la comunicación interna. Los tres diputados provinciales que permitieron que el PP ganase varias votaciones en el último pleno, sin embargo, guardan silencio.
Una ausencia inesperada de tres diputados socialistas en un pleno clave encendió las alarmas en la Diputación de Lugo. Aunque el presidente provincial, José Tomé, asegura que el conflicto interno está resuelto, está por ver si la fractura en el PSOE de Lugo va a cicatrizar bien o es una herida mal cerrada con riesgo de infectarse.
Viejas heridas reabiertas en el socialismo lucense
La ausencia de tres diputados del PSOE en el pleno del pasado martes dejó momentáneamente en minoría al gobierno provincial. Iván Castro, Marisol Morandeira y Xosé María Arias, críticos con la actual dirección, fueron los que escalaron la crisis. Disputa que llega tras el reciente proceso de primarias en el que Tomé se impuso con un 58 % de los votos a la lista que liderada por Castro.
La tensión acumulada tras aquel ajustado resultado ha desembocado en un nuevo episodio. El detonante fue el cese de Dayra Fernández, asesora en la presidencia de la Deputación vinculada al sector crítico, lo que generó aún más malestar entre quienes apoyaron la candidatura alternativa. Desde ese entorno se interpretó su salida como una represalia política, aunque Tomé insistió en que se trataba del cumplimiento de un contrato vinculado al anterior mandato de la ejecutiva. En la nueva ejecutiva del PSOE provincial no participan los críticos..
Pese al revuelo interno, el pleno se desarrolló con normalidad, según el propio Tomé, quien ha recalcado en varias ocasiones que la estabilidad de la Diputación no está en peligro. El dirigente también subrayó que no habrá consecuencias para los tres ausentes, al menos de momento, y que el pacto de gobierno con el BNG sigue vigente sin modificaciones.
Reunión para calmar las aguas
La tarde del jueves fue clave. Nueve de los diez diputados socialistas participaron en una reunión convocada de urgencia por el presidente de la Diputación, en la que se abordó la situación de forma “larga y con debate”. El único ausente fue Francisco Cajoto, que participaba en una asamblea local, aunque el PSOE destaca estuvo informado en todo momento. Tomé explicó que la falta de los tres diputados en el pleno se debió a una “percepción de falta de comunicación” y se comprometió a mejorar las vías de diálogo.
Como gesto para favorecer ese entendimiento, el presidente provincial encargó a la portavoz socialista, Pilar García Porto, la tarea de reforzar la coordinación interna. La dirección socialista defiende que el problema fue puntual y que no se repetirá, apoyándose en el compromiso expreso de todos los miembros del grupo.
El malestar de los críticos se arrastra desde que ninguna de sus figuras fue incluida en la nueva ejecutiva surgida tras las primarias. Aun así, Tomé aseguró que no habrá cambios ni sanciones, y dejó claro que la estructura actual del gobierno se mantendrá intacta.
El presidente de la Diputación también cargó contra el Partido Popular, al que acusó de actuar con irresponsabilidad durante el pleno. En especial, censuró su negativa a apoyar la apertura de la residencia de Becerreá, un asunto central en la sesión. Tomé garantizó que este punto volverá a tratarse en el pleno de julio, porque, según afirmó, “la residencia se va a abrir”.
José Tomé da por zanjada la crisis en el PSOE de Lugo y asegura que "no" volverá a pasar: "Fue una situación insólita"
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