Brigadistas alertan que cientos de puestos sin cubrir impulsan el avance de los incendios en Ourense
Sindicatos recuerdan que no se han cubierto las bajas en las cuadrillas antes del inicio de la época de riesgo extremo. Ahora faltarían unos 200 efectivos. En la provincia de Ourense son ya 10.000 las hectáreas calcinadas, 16.000 en toda Galicia. Al mediodía permanecen activos por lo menos en A Mezquita, Monterrei, dos en Chandrexa, Oímbra, Maceda, Seixalbo en Ourense ciudad, A Fonsagrada, Verín y Castro de Dozón. El más peligroso ahora mismo es el de Oímbra.
La provincia de Ourense y amplias zonas de Galicia atraviesan uno de los episodios de incendios más graves de los últimos años. El fuego amenaza más de una treintena de municipios, ha obligado a evacuar a cientos de vecinos y mantiene carreteras y vías de tren cortadas.
La magnitud de la crisis ha forzado la declaración del nivel 2 de emergencia en toda la provincia, lo que ha permitido la movilización de todos los recursos autonómicos y estatales, incluida la Unidad Militar de Emergencias (UME), con más de 1.000 efectivos desplegados.
En este contexto, brigadistas denuncian que el operativo contra incendios no está al 100%. Señalan que hay numerosos puestos sin cubrir, lo que agrava la fatiga y eleva el riesgo en las labores de extinción.
La central CC.OO. recuerda que ya había advertido de la necesidad de cubrir todas las plazas antes de iniciar la campaña de máximo riesgo, algo que no se hizo. La organización sindical insiste en que no es momento de buscar culpables, pero anuncia que solicitará una reunión con la Xunta una vez superada la emergencia para abordar las carencias detectadas.
Según las estimaciones sindicales, existen más de 200 plazas vacantes, un déficit que repercute en la capacidad de respuesta. Desde el CSIF, su representante Juan Couselo Ribas ha indicado a RNE que, aunque se dispone de todos los medios materiales posibles, "en este momento tenemos un problema de medios humanos".
Otros trabajadores del operativo confirman que la dispersión de los fuegos en todos los distritos dificulta el envío de refuerzos entre zonas, lo que obliga a afrontar múltiples frentes con equipos reducidos.
La Xunta no ja realizado un pronunciamiento específico ante las últimas denuncias de los sindicatos sobre la falta de cobertura de bajas y vacantes. Anteriormente ha remarcado que en los últimos años se han implementado mejoras como la ampliación progresiva de los contratos de seis a nueve meses, convocatorias para incorporar nuevo personal y la renovación de equipos materiales. Sin embargo, estas medidas, afirman los trabajadores, siguen siendo insuficientes para garantizar la cobertura total del operativo en momentos críticos.
La Consellería do Medio Rural reconoce la gravedad de la crisis y advierte de una actividad incendiaria “anómala” en toda Galicia, con hasta 40 o 50 fuegos al día, provocados tanto por la sequía acumulada como por las altas temperaturas y el viento, que dificultan enormemente las tareas de extinción.
En la última noche, cierto descenso térmico y aumento de la humedad han permitido estabilizar algunos frentes, aunque la situación sigue siendo crítica en Chandrexa con dos incendios, Maceda y Manzaneda. El fuego ha arrasado más de 7.000 hectáreas en Ourense en pocos días, superando la superficie quemada en todo el año anterior. El incendio de Cartelle ha sido extinguido.
El incendio de Chandrexa de Queixa supera ya las 5.000 hectáreas, y el de Maceda, especialmente devastador en Santiso, pasa de 1,700. También destacan los daños en Oímbra, Montederramo y Vilariño de Conso.
Tras un miércoles relativamente poco caluroso, el jueves se presenta complicado. Las temperaturas en Ourense alcanzarán niveles muy altos : este miércoles 13 de agosto se esperan máximas de 36 °C, que incluso subirán hasta los 39 °C el jueves 14 y viernes 15, acompañadas de avisos de nivel amarillo por calor en el sur de la provincia .
Por su parte, en O Barco de Valdeorras, se anticipan picos similares: hasta 38–39 °C el viernes, con máximas sostenidas en torno a 35–38 °C desde el miércoles . En Ourense se esperan vientos suaves en general, con ráfagas moderadas puntualmente hasta unos 25 km/h. Pero se presenta para O Barco, donde se pronostican rachas de hasta 45 km/h, el viento sí puede favorecer la propagación de llamas.
El balance provisional refleja la magnitud: cuatro bomberos heridos, miles de evacuados y multitud de propiedades salvadas “in extremis”. En Manzaneda, unos 170 niños y monitores de un campamento han tenido que ser confinados por precaución. En Monterrei hubo confinamientos en Flariz, A Salgueira y Medeiros. Han vuelto a sus casas. De hecho, la Xunta indica que ya no quedan personas fuera de sus casas en Galicia.
La línea de alta velocidad Madrid-Galicia estuvo cortada entre Ourense y Taboadela, y aunque se restableció parcialmente, Renfe mantiene planes alternativos. Las previsiones meteorológicas confirman que la crisis puede prolongarse, debido a la conjunción de sequía, temperaturas extremas y viento.
¿Cómo se organizan las brigadas?
La mayoría de las brigadas antiincendios en Galicia dependen de la Xunta y de los municipios. Se organizan en una estructura jerárquica y territorial que busca cubrir eficientemente las zonas de riesgo durante la campaña de extinción de incendios. La organización se basa en distritos o sectores geográficos, dentro de cada uno de los cuales operan varios equipos o brigadas de primera intervención. Cada brigada está compuesta por un jefe de brigada o capataz, peones y, cuando es necesario, un conductor y ayudante para el vehículo motobomba. Estas brigadas suelen contar con entre cinco y ocho integrantes.
En detalle, la coordinación se realiza desde el nivel superior con un jefe de distrito o sector, quien supervisa la evolución de los incendios y distribuye las brigadas según las necesidades específicas de cada conato. Dentro de la brigada, el jefe da instrucciones a los capataces y peones para realizar las tareas de ataque contra el fuego de manera organizada y segura. Cuando el incendio crece en magnitud, se despliegan vehículos motobomba con personal especializado en conducción y manejo del equipo.
Además, en Galicia existen brigadas helitransportadas (BRIF) estatales que proporcionan apoyo especial desde bases estratégicas con personal altamente especializado y medios aéreos. Estas brigadas cuentan con técnicos, agentes, bomberos forestales y otros perfiles que dependen funcionalmente de la Dirección Xeral de Defensa del Monte de la Xunta, que es la responsable de coordinar los diferentes niveles, y refuerzan la capacidad operativa en los momentos de máximo riesgo.
La Consellería do Medio Rural es la principal responsable de la gestión y coordinación del dispositivo. En el ámbito local, los ayuntamientos forman brigadas municipales que colaboran con el plan autonómico de prevención y defensa contra incendios (Pladiga). La unidad militar de emergencias (UME) y otros recursos estatales se integran cuando la situación de emergencia lo requiere, como sucede actualmente.
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