Trump niega mandar a Epstein una carta con su firma sobre el vello púbico de una mujer

Un álbum de felicitaciones personales preparado para Epstein en 2003 —según algunas fuentes, a instancias de su entonces amiga, Ghislaine Maxwell— albergaba una nota que supuestamente llevaba el nombre y firma de Donald Trump. La felicitación habría destacado por su carácter provocador: estaba compuesta por varias líneas de texto mecanografiado enmarcadas por el dibujo manual de una mujer desnuda. En el centro, una firma ondulada con el nombre "Donald" imitaba a modo de broma el vello púbico femenino.

El texto de la carta, según la descripción de los periodistas que accedieron a ella, consistía en un diálogo ficticio entre Trump y Epstein, en tono cómplice y enigmático. Frases como “Tenemos ciertas cosas en común, Jeffrey” y “Un amigo es algo maravilloso. Feliz cumpleaños — que cada día sea otro secreto maravilloso” aparecen en el supuesto mensaje, que trasciende la mera felicitación para insinuar complicidades y secretos compartidos.

Trump responde: negación y amenaza de acciones legales

Frente a la publicación de la noticia, la reacción de Donald Trump ha sido inmediata y vehemente. El expresidente ha calificado la nota de “totalmente falsa” y ha negado de manera tajante haber escrito o ilustrado la mencionada felicitación. “No es mi lenguaje, no son mis palabras. Nunca escribí un dibujo en mi vida. No hago dibujos de mujeres”, ha reiterado Trump, asegurando que la historia constituye una invención absoluta.

No conforme con su desmentido, Trump ha anunciado acciones legales contra el diario responsable de la publicación y contra su propietario. El expresidente, fiel a su estilo combativo, ha advertido de que demandará “de inmediato” tanto al medio como a sus directivos, argumentando que la publicación ha dañado intencionadamente su imagen.

El episodio se inscribe en un clima de máxima tensión en la política estadounidense, donde el llamado “caso Epstein” sigue siendo fuente de intrigas y sospechas. La presunta felicitación de Trump ha desatado reacciones encontradas. Mientras que algunos de sus aliados y figuras conservadoras han tachado la publicación de “completa y absoluta basura” y han defendido la honorabilidad del expresidente, otros sectores, incluidos sus propios seguidores más críticos, insisten en la necesidad de mayor transparencia sobre los vínculos entre Trump y el difunto financiero.

La administración actual, en respuesta a la presión mediática y social, ha reiterado que no existen pruebas que vinculen a Trump ni a otras figuras prominentes con delitos relacionados con Epstein. La fiscal general estadounidense, Pam Bondi, ha hecho pública su disposición para solicitar autorización judicial a fin de liberar todos los testimonios relevantes de los grandes jurados federales en el caso Epstein, aunque el alcance real de esta medida permanece incierto.

Por otra parte, medios y partidos opositores mantienen la presión sobre Trump, exigiendo la publicación íntegra de todos los archivos y documentos relacionados con Epstein y su entorno, y señalando las contradicciones del expresidente: por un lado, promesas de transparencia y, por otro, bloqueo efectivo de la difusión de ciertos materiales judiciales. La publicación de la carta llega después de semanas en los que seguidores del presidente han aumentado sus demandas de transparencia, en parte alentados por las acusaciones lanzadas y después retiradas por Elon Musk, quien dijo que Trump estaba en la lista de clientes de Epstein. Por ahora, Musk ha dico que la carta referenciada por el WSJ le parece falsa.

Aunque Trump insiste en minimizar la cercanía con Epstein y recalca que su trato con el financiero formaba parte de las relaciones habituales en los círculos sociales de Palm Beach, los detalles revelados alimentan las dudas sobre la profundidad y la naturaleza real de la relación entre ambos.

Epstein, fallecido en extrañas circunstancias en prisión en 2019 tras ser arrestado por delitos de explotación sexual, mantuvo vínculos con multitud de figuras del poder económico, político y social estadounidense. La muerte del financiero—oficialmente considerada como suicidio pese a la persistencia de teorías conspirativas—ha dejado sin aclarar muchas incógnitas sobre la magnitud de su red de amistades y cómplices.

Satisfacer las demandas de “verdad total” sobre el caso Epstein lanzadas por parte de su base electoral, es la primeraprueba de fuego para la honestidad y liderazgo de Trump, quien otrora alimentó teorías de la conspiración. Hoy una de ellas se está volviendo contra sus intereses.