La extrema derecha de Vox culpa del atentado contra un centro de menores en Monforte a otros políticos
Momentos de tensión entre la comitiva del partido ultra y una manifestación antifascista en la villa. La Policía Nacional separó a ambos bandos. Vox no condenó el ataque contra el centro para personas con discapacidad. Condenó, eso sí, a PP y PSOE por, en su opinión, crear "estas situaciones".
¿Merece una condena el lanzamiento de cócteles Molotov contra el centro para personas con discapacidad intelectual donde la Xunta planea alojar a menores emigrantes? En opinión de Vox, los que merecen una condena son otros.
"Nosotros condenamos todas las decisiones políticas y a todos los políticos que generan estas situaciones”, ha declarado esta tarde la portavoz nacional de Agenda España de VOX y portavoz del partido en la Asamblea de Madrid, Isabel Pérez Moñino.
Esta dirigente ha sido la enviada por el movimiento españolita a Monforte para "trasladar e los vecinos el rechazo del partido a la instalación del Centro de Menores No Acompañados" (MENAS) en el municipio".
Moñino ha intentado culpar a las otras fuerzas políticas de la tensión en torno a la inmigración, tensión que su propio partido inflama. Así, la portavoz de Vox ha cargado con dureza contra el Partido Popular por “castigar” a los vecinos.
Es decir, Vox opina que el PP está castigando a los habitantes de Monforte por escoger esta villa para alojar a los menores. Unos 80 de los 300 que debe acoger la Xunta por mandato legal, tras intentar el PP boicotear el reparto, vivirán allí. En su opinión, son las "decisiones políticas del bipartidismo" las que han creado el problema.
Moniño llegó a lugar al que convocó a la prensa, frente al centro, filmando y lanzando besos a la manifestación antifascista que le increpaba. Una docena de agentes antidisturbios de la Policía Nacional separó a ambos grupos. La nacionalista se aseguró de saludar a los agentes y de subir una de esos saludos a sus redes sociales.
En Monforte hubo tensión e insultos, pero no cargas, violencia o detenidos, aunque si un identificado en el grupo que protestaba contra los españolistas.
"Fascismo, nunca máis" , "Galiza é terra de acollida" fueron algunos de los gritos más coreados por los manifestantes, entre los que había banderas de Palestina y nacionalistas gallegas. Los que acompañaban a la política les lanzaron gritos como "rojos!" o "si trabajaras!".
En su declaraciones, la madrileña vinculó emigración con delincuencia. En su opinión, los centros para acoger a menores emigrantes "han generado en todas las regiones de España inseguridad, pérdida de libertad a los vecinos, violaciones y atracos". La política ha tildado el centro, que todavía no ha empezado a funcionar, de foco de violencia.
Antes de marcharse, la madrilña pasó dos veces por delante de la manifestación. En la última, bajó la ventanilla e hizo un gesto con la mano, levantando el pulgar, según La Voz de Galicia.
Los manifestantes contra Vox llamaron a ser "ciudadanía digna" y a "non tolerar o fascismo". Reclamaron ayudar a quien lo necesita.
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