La hipótesis de cierta inmunidad de grupo gana peso al seguir desplomándose los positivos de covid a gran velocidad

El alza de transmisión  sigue aliviando los hospitales del SERGAS, algo muy necesario por los problemas que soportan los servicios de urgencias ante la falta de médicos de familia en centros de salud y PACs. Quedan 429 hospitalizados en planta, una cantidad aún importante, pero muy distante de los más de 900 que hubo a principios de mes.

La curva de fallecidos todavía parece que va llegando al pico de esta ola. Hoy el SERGAS comunica cinco  muertes por covid, lo que hace bajar tanto la media por jornada de muertes desde una perspectiva semanal y mensual. Con todo, la cifra de decesos aún es elevada. Más de 7,5 óbitos por día si lo miramos desde una perspectiva mensual. Todo un recordatorio de lo masivo que fueron los contagios a finales de junio.

La incidencia acumulada semanal  está ya solo en 87 positivos por 100.000 habitantes. Es el valor más bajo desde que estrenamos la actual forma de contar en primavera. Lo mismo le sucede a   la incidencia acumulada a 14 días. Los dos índices no han parado de bajar de manera muy veloz desde principios de mes.

El doble de la incidencia a 7 días es muchísimo menor que la incidencia a 14 días.  La razón de tasas se desploma hasta 0,64,  por lo tanto en la última semana hubo un   36% de positivos menos que en la penúltima. Es la máxima velocidad de mejoría de esta ola y una de las mejores del año y de toda la pandemia. Eso sí, puede estar algo inflada porque en el puente se hicieron muy pocas PCRs.

El análisis de la tasa de positividad nos permite descartar que este bajón se deba a menos pruebas. Se hacen menos pruebas, efectivamente, pero lo relevante es que la proporción que da positivo no sube, decrece de manera firme. La media semanal está en el 30%, el mejor resultado en casi dos meses.
 

TRES CAMBIOS DE MÉTODO ESTOS MESES

Hay que recordar que con el sistema implantado, solo se hacen pruebas a personas mayores de 60 y colectivos especialmente vulnerables, enfermos de cáncer o asmáticos, por ejemplo. También ha profesionales sanitarios y trabajadores de residencias.

Ahora tampoco se suman los positivos de autotest caseros, que eran mayoría en el anterior sistema. Esto provoca que los índices de sean muchísimo más bajos de lo que es la transmisión real. 

El cambio de método de seguimiento de la transmisión se produjo a finales de marzo. Hubo otro cambio de forma de contar posterior, en hospitalización. El SERGAS redujo el número de días que un hospitalizado cuenta como enfermo de covid. Esto redujo artificialmente la cifra de hospitalizados se ejecutó en la penúltima semana de abril.

En los últimos meses hubo un tercer cambio estadístico producto de la polémica estrategia de 'gripalización', en fallecimientos. A finales de mayo la Xunta dejó de contar todos los muertos con covid. El SERGAS ahora solo informa de los decesos en los que considera que el coronavirus jugó un papel clave, algo que no deja de ser muy subjetivo. Esto también provocó la rebaja artificial de la curva de fallecimientos.  

EVOLUCIÓN DE LOS CASOS ACTIVOS

El total de infectados desciende hoy un -1,3 %. Lo que realmente importa, la media semanal, sigue marcando muy buenos registros, aunque ya no gana velocidad, se ha estabilizado en torno al 7,4%.

Este índice siempre ha sido el mejor para ver qué camino está tomando la transmisión. De esta derivada podemos deducir pues que la fase de mejoría ya no está gando impulso, pero mantiene una velocidad muy alta.

DATOS POR ÁREAS

En la curva de casos activos por distritos sanitarios se aprecia que pese al leve repunte de casos activos hoy en Santiago no hay ninguna área ya por encima de los 1.000 casos activos. Es la primera vez que sucede este año. El mínimo de la fase de mejoría tras la masiva ola de junio ya es más bajo que en la anterior fase de mejoría cuando parece que aún no hemos tocado fonto en nigún distrito.

Otra jornada más sin que ningún área llegue a los 100 diagnósticos. A Coruña (84) y Santiago ( 85) son los distritos que más positivos comunican hoy, aunque en proporción a su población es bastante peor la cifra de Ourense (83). Una buena noticia es que Ferrol, el área menos poblada, consigue bajar de 40 hospitalizados y, además, se mantiene sin ningún paciente en la UCI.

ANÁLISIS ACTUAL Y EVOLUCIÓN POSIBLE

Con estas estadísticas, la inferencia que se puede realizar es:

• Si el contacto social es el principal motor de la pandemia, ¿cómo es posible tal desplome de la transmisión en plenas aglomeraciones veraniegas?
•  No hay una respuesta simple a esta cuestión que, en todo caso, solo puede responder con cierta certeza un especialista en epidemiología. Sin embargo, la hipótesis de que estamos disfrutando de cierta inmunidad grupal tras meses de contagios masivos gana solidez. Al fin y al cabo, en junio y mayo las circunstancias eran muy similares a las actuales -incluso peores entonces porque no había tanta gente de vacaciones- y sufrimos una enorme cantidad de contagios. 
• ¿Qué podemos esperar de los próximos días?  La derivada de casos activos nos indica que la mejoría puede que haya tocado fondo, que ya no mejoremos de modo tal veloz. Con todo, tampoco se aprecia una desaceleración significativa. Parece que entraremos en agosto con unos índices de transmisión de los mejores desde que se apostó por la gripalización.
• ¿De ser cierta la hipótesis de la inmunidad de grupo implica el fin de la pandemia? No. La covid muta y la inmunidad que, en su caso, tengamos hoy puede que no nos proteja contra nuevas variantes. Además, incluso si la inmunidad es natural, producto de un contagio reciente, sabemos que es pasajera, decae con los meses, como la inmunidad de las vacunas; aunque en teoría haber superado una vez la enfermedad aumenta las posibilidades de no sufrir síntomas, o sufrir menos, en subsiguientes contagios, en el caso de que sean cepas similares.