"Mi hijo tiene fiebre, ¿qué hago?" Quirónsalud responde a las grandes dudas de la fiebre en la infancia
Los procesos febriles son síntoma de una patológia, generalmente asociada a una infección vírica y que puede ser especialmente molesta en los menores de edad.
Los procesos febriles son síntoma de una patológia, generalmente asociada a una infección vírica y que puede ser especialmente molesta en los menores de edad.
Desde Quirónsalud indican una serie de pautas sobre cómo reaccionar en nuestro hogar y qué otros síntomas asociados pueden ser sinónimo de una visita a urgencias.
La fiebre es uno de los síntomas más habituales para muchas dolencias. Se trata de una reacción de nuestro cuerpo cuando tenemos una temperatura interna muy elevada y superior a los más de 38º C si se mide en el recto y por encima de los 37,5º C si se mide en la axila. Malestar, dolor de cabeza o sudores son las reacciones habituales y, en muchos casos, consecuencia de un virus. En los más pequeños pueden ser especialmente alarmantes, sobre todo para los padres primerizos, pero no hay motivos para la histeria. Desde Quirónsalud acercan una serie de pautas para tratarla y actuar en consecuencia.
DETECTAR Y COMBATIR LA FIEBRE
En nuestro hogar podemos deteminar si nuestro hijo o hija tiene fiebre, pero no utilizando la mano como vara de medir. Si bien puede percibirse colocando la mano en la frente, los sanitarios inciden en la importancia de usar el termómetro para conocer la temperatura, que no es "necesario" bajarla siempre, solo si el menor está molesto, algo habitual entre los 38 y los 38,5º C. No abrigar mucho al pequeño si tiene fiebre, mantener una temperatura agradable y no forzarlo a ingerir líquidos son otras pautas.
Al tiempo, recalcan que los antitérmicos deben suministrarse en las dosis "recomendadas por su pediatra respetando los intervalos entre tomas aunque la fiebre reaparezca antes" e indican que lo mejor es suministrarlas por vía oral. "No se debe alternar medicamentos para tratar la fiebre, como norma general", apostillan. Los baños de agua templada también pueden ser un recurso para disminuir un poco la fiebre.
CUÁNDO VISITAR URGENCIAS
Lo ideal es acudir al pediatra de cabecera, pero hay una serie de condicionantes que pueden ser motivo de una visita a urgencias. Si el niño tiene menos de tres meses de vida, si está adormilado, decaído o muy irritable, si tiene convulsiones o si refiere un dolor de cabeza intenso o vómitos. También una respiración fatigósa o erupciones rojas en la piel que no desaparecen son motivo de una consulta por urgencias.
Por otra banda, desde Quirónsalud ponen el acento en una serie de cuestiones importantes. "Algunas personas piensan que la fiebre es siempre mala y que puede provocar lesiones importantes. ¡Esto no es verdad! Cuando tenemos una infección, el cuerpo produce más calor (fiebre) para que nuestras defensas luchen contra ella", explican. Al tiempo, puntualizan que la fiebre no produce daños si no supera los 42º C, que los antitérmicos no curan la infección, solo alivian el malestar, y que la causa de la fiebre no siempre está bien definida.
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