Sanitarios del Hospital da Mariña denuncian la "represión" de la Xunta: "No nos callarán"
El colectivo, que volvió a movilizarse este miércoles, dice que la retirada de la pancarta es "un acto de censura sin pecedentes".
El Hospital de Burela atraviesa una profunda crisis por la falta de profesionales sanitarios que ha disparado las listas de espera y ha provocado que cada día se deriven más y más pacientes al Lucus Augusti, a más de una hora en coche, para la realización de pruebas diagnósticas o ingresos. Son ya muchos meses con la junta de personal denunciando esta situación y demandando al SERGAS la contratación de más médicos y especialistas. Ayer, como viene sucediendo en las últimas semanas, una concentración ante el hospital mariñano dejó a las claras la posición de la plantilla y de la ciudadanía, que se expresó con un cartel crítico con la Xunta que, horas después, fue descolgado por la dirección por, presuntamente, "incumplir la normativa".
"REPRESIÓN Y CENSURA SIN PRECEDENTES"
Pese al movimiento de las autoridades sanitarias, el mensaje de los sanitarios es de unidad: "La represión no callará las protestas de enfermos y profesionales". De esta forma, y solo un día después, han vuelto a protestar ante la fachada del centro hospitalario, con un seguimiento que parece que sigue creciendo. En esta ocasión, han mostrado mensajes como "humanizar no es trasladar", "derivar es maltratar", "responsables dimisión" o "la asistencia sanitaria no está garantizada".
El colectivo denuncia que "confiscaron" la pancarta artística en la que reprendían, de manera metafórica, el deterioro que viene sufriendo el servicio, empeorando la calidad de la atención que reciben los usuarios. Así, acusan a la Consellería de Sanidade de "negar la evidencia" e "invisibilizar" la situación que se vive en la comarca lucense, donde reclaman que sea considerada un área sanitaria propia. "La represión no callará las protestas", garantizan.
Laa justificación para la retirada de la pancarta, colgada de una de las barandillas del edificio, es que no puede utilizarse ese elemento para suspender el cartel. Su retirada fue, según los sanitarios, "un acto de represión y censura sin precedentes", toda vez que aseguran no haber sido notificados por los motivos de la retirada de la pancarta ni dónde se encuentra en estos momentos.
PRECARIEDAD Y LISTAS DE ESPERA
La doctora de Medicina Interna Raquel Gómez ponía sobre la mesa hace una semanas para este diario las cifras que ejemplifican el escenario que se vive hoy en Burela: de los 366 gallegos que llevan más de un año esperando por una cita con el cardiólogo, 363 están en A Mariña, de los 222 enfermos que esperan más de tres meses por una cita con un internista en Galicia, todos ellos están en A Mariña...
“Hay que ver qué recursos tiene el área sanitaria y repartirlos de manera equitativa para que todos disfruten de la misma cartera existencial. Hoy existe una hipertrofia en los hospitales de tercer nivel en detrimento de los comarcales, además de un proceso de estabilización y oposición mal diseñados, resolviendo procesos de 2022”, reclamaba.
El panorama está beneficiado por la continua fuga de talento en el sector, en gran medida por las "condiciones precarias" que se proponen a los sanitarios con "contratos basura", por lo que acaban por abandonar la comunidad, el país o, directamente, ingresando en la sanidad privada. En A Mariña faltan desde técnicas auxiliares de enfermería en el servicio de partos hasta fisioterapeutas, grupos que todavía tienen profesionales en las listas de contratación.
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