Las consultas telefónicas lastran la Atención Primaria: "Me dicen: 'Me duele la tripa'. Un médico tiene que ver, oír y tocar"

El próximo 3 de octubre hay convocada una huelga en la sanidad gallega que, en estos momentos, parece del todo inevitable. Los sindicatos convocantes, el Sindicato Médico de Galicia (SIMEGA) y O’Mega, han sido incapaces de acercar posturas con una Xunta cerrada en banda que no atiende las reclamaciones de unos médicos que atienden a diario un número "inasumible" de consultas en una contrarreloj constante que asfixia a los sanitarios y que se deriva en una peor atención a los pacientes. 

"7O CONSULTAS AL DÍA"

En un comunicado conjuntolas dos organizaciones reclaman que el máximo de actos asistenciales diarios se establezca en 30 por jornada, una cifra que obliga a preguntarse en dónde está la media actualmente, una cifra que, como sugiere el doctor Enrique Marra-López, secretario general de SIMEGA, “habría que preguntarle al SERGAS”.

“Nosotros podemos hablar por los compañeros que nos reportan hasta 70 en un día, y no digamos ya en verano”, lamenta Marra-López, que no duda en calificar como “un absoluto desastre” la situación actual. Los profesionales que denuncian son “los que tienen follón, los que están perdidos de la mano de Dios”, dice el galeno, consciente de que es complicado establecer una media sobre la presión asistencial, pues no todos los médicos se animan a denunciar el colapso existente.

En cualquier caso, desde SIMEGA asumen que “todo el mundo sabe cómo está hoy la Atención Primaria” cuando “se están dando citas para dentro de 15 días y se supone que las agendas están llenas”. “¿Qué hace la gente? Va por urgencias y lo ponen a mayores al médico, llegando a unas cifras extremas”, detalla Marra-López.

¿FALTAN MÉDICOS O "SOBRAN" PACIENTES?

Es aquí donde chocan dos tesis: por un lado, la de aquellos que denuncian que existe una preocupante falta de sanitarios; por el otro, los que defienden que los usuarios vamos al médico más de lo necesario. Para Marra-López, que primeramente indica que “el cliente no siempre tiene la razón”, lo que hablan son las cifras, que reflejan que “desde la crisis de la Covid-19 se ha incrementado la demanda de asistencia sanitaria un 25%, y eso lo dicen desde el propio SERGAS”. 

“Ellos saben que hacemos más consultas antes del coronavirus. La gente ha cogido miedo”, subraya el sanitario, al tiempo pone sobre la mesa otros factores que están asfixiando todavía más a los profesionales, como las consultas telefónicas. “Parece que no quitan tiempo, pero suponen un montón de trabajo”, critican desde SIMEGA, donde certifican que “la mayoría de las veces no sirven para nada”. 

“A mi juicio”, dice Marra-López, “rara vez resuelven cosas, porque al final tienes que citar al paciente, ya que en medicina hay que ver, oír y tocar”. “A mí me dicen: ‘Me duele la barriga’. O si tengo que auscultar, cosas básicas que por teléfono no se pueden resolver”, ejemplifica, a la vez que pone de ejemplo el envío de fotografías de lesiones “donde no se ve nada”

“Todas estas nuevas técnicas que se han incorporado están entorpeciendo muchísimo la asistencia. Pero hay muchísima demanda y tenemos menos médicos. Entonces se colapsa el sistema, y es lo que está pasando. Hace falta educación sanitaria, pero esto se hace en Atención Primaria y allí no hay tiempo para explicárselo a los pacientes”, razona Marra-López.

BUROCRACIA Y GUARDIAS

En ese sentido, a mayores de las consultas, un 40% del tiempo de dedicación a la atención clínica se va en la carga burocrática que asumen los sanitarios, “algo que el SERGAS también la reconoce y que dice que lo va a arreglar, pero no ha hecho nada desde que llegó el conselleiro, que se comprometió a reducir la carga burocrática”. 

“Al día de hoy no se ha hecho absolutamente nada. Los informes sociales que tenemos que hacer para todo el tema de la asistencia sociosanitaria. La Consellería correspondiente para estas ayudas tarda a veces dos años en concederlas. Pues el informe que hacemos hay que irlo renovando cada seis meses. Y resulta que ese informe le toca hacerlo al médico de primaria, algo que le lleva media hora como mínimo, pero a los seis meses caduca y hay que volver a hacer otro”, reprende Marra-López, que reclama que sea personal administrativo o de enfermería el que asuma este tipo de funciones que restan un tiempo valioso a la atención de los pacientes. 

“En otros sistemas de salud todo eso está solucionado. Aquí todo va cayendo del lado del médico. Y con eso Atención Primaria va como va”, censuran desde el sindicato. Mención aparte merecen, en cambio, las horas de guardia, sobre las que SIMEGA y O’Mega piden que se actualice el abono de las presenciales al 175 % del valor de la hora ordinaria.

“Hay sitios en donde faltan médicos y los sanitarios tienen que hacer muchas más horas de guardia. En vez de cuatro o cinco guardias al mes tienen que hacer siete u ocho. Esto hace que existan diferencias muy gordas entre áreas sanitarias”, puntualiza Marra-López, insistiendo en que es un problema que tiene su raíz en el hecho de que “las plantillas están mal hechas, mal implementadas”. 
 

"NO HAN DICHO NADA. ES UNA COSA ALUCINANTE"

En este escenario, desde los sindicatos han reclamado a la Consellería de Sanidade la apertura de un diálogo para que sus reclamaciones sean atendidas y poder desconvocar los paros, que persiguen también la aprobación de un estatuto propio. Sin embargo, y para sorpresa de las dos centrales sindicales, la respuesta ha sido el silencio de la administración pública.
 

“No han dicho nada. Absolutamente nada de nada. Es una cosa alucinante”, reafirma Marra-López con incredulidad. Así las cosas, los sindicatos aceptan que el día 3 de octubre habrá una huelga en sanidad que servirá para “tomar la temperatura” al enfado del sector. La respuesta del colectivo marcará los siguientes pasos a dar antes de emprender otras acciones como la convocatoria de una huelga indefinida, extremo al que no quieren llegar, pero creen que la huelga va a contar con un gran seguimiento porque “la gente está muy, muy, muy concienciada”. 

“¿Después? Veremos si hay que apretar el acelerador”, anuncian desde SIMEGA, que contemplan alternativas como la celebración de paros de dos horas todas las mañanas o, si fuese preciso, convocar una huelga indefinida.