Radiólogos de Vigo a la huelga para trabajar más: "No queremos descanso ni dinero, sino mejorar la atención"

¿Se imaginan una huelga donde la demanda sea trabajar más? No hablamos de tener un salario mejor, más equipamiento o más personal, sino para trabajar más horas, más días, incluso en fines de semana o festivos. El resultado de ese esfuerzo es una mejor atención, que es lo que buscan en el servicio de radiología del área sanitaria de Vigo desde hace más de un lustro, el tiempo que llevan peleando con la administración por aumentar el número de radiólogos en las guardias, ya que ahora mismo, en una plantilla con 27 profesionales adscritos al servicio de guardia, solo se cuenta con dos para cada turno, lo que multiplica la carga de trabajo y empeora la atención. En esta situación, y tras años de denuncias, los profesionales han llegado al extremo de convocar una huelga indefinida que arranca el próximo 6 de octubre si no hay un acuerdo previo, algo que ahora mismo parece muy lejano.

UN COLECTIVO AL ALZA

Elena Chavarri es una de las radiólogas que forma parte del comité de huelga y que batalla por ofrecer a los usuarios del área viguesa, la más poblada de las áreas gallegas, una atención de calidad. "De los 27 radiólogos cada día estamos dos. Los turnos empiezan a las 8 de la mañana y a partir de las 15 horas dos radiólogos se quedan de guardia hasta las 8 de la mañana del día siguiente", apuntan desde el comité sobre la jornada habitual en una guardia, cambiando el horario de entrada y salida en caso de fines de semana o festivos. 

Con estos horarios, la rotación es grande, pero en los 35 años de vigencia de este servicio la urgencia asistencial ha cambiado enormemente en un área como la viguesa. "La medicina ha cambiado. Ahora las pruebas de imagen, que antes podían ser complementarias, son parte del día a día, lo cual es bueno para el paciente, siempre que detrás haya un radiólogo que pueda interpretar ese estudio", subraya Chavarri sobre la importancia del diagnóstico que ofrecen estos profesionales en base a estas pruebas de imagen, determinantes en muchos casos para conocer el alcance de muchas dolencias. 

Los informes de los radiólogos a partir de los escáneres sirven para que otros médicos completen el diagnóstico de una manera precisa. Su función hoy en día es fundamental, por lo que instan a las autoridades sanitarias a replantear el plan de trabajo. "Hemos pasado de tener un papel secundario en el diagnóstico a tener una función esencial, sobre todo ante patologías urgentes, como politraumas o un sangrado, que dependen de la imagen y del informe inmediatos para tomar una decisión urgente", detallan desde el comité de huelga. 

Su trabajo muchas veces los obliga a ir contrarreloj, porque deben dar "una respuesta certera y con celeridad", por lo que hay ocasiones en la que la demanda asistencial es tan alta que deben multiplicar los esfuerzos para llegar a todos los rincones. "Si llegan tres pacientes a la vez, contamos con cinco escáneres, una docena de ecógrafos...maquinaria hay, pero hace falta gente que interprete la imagen", abunda Chavarri.

"LLEGAMOS A UN ACUERDO Y SE ECHARON ATRÁS"

En los últimos cinco años las solicitudes han sido constantes para resolver este cuello de botella en el que se encuentran, pero hasta ahora no hubo acuerdo. "Hace tres años estuvimos muy cerca de alcanzarlo, pero entonces Sanidade echó para atrás la oferta, dijo que había caducado y desde entonces nada", lamentan, censurando a su vez que los parches que se iban a aplicar durante el pasado verano "tampoco se cumplieron" y los falsos rumores que han circulado en torno a las negociaciones: "Se ha dicho que no hemos querido reunirnos. No es verdad. Lo hemos intentado siempre, pero la única propuesta que aceptamos la retiraron". 

El resumen de su situación es que están dispuestos a llegar a la huelga indefinida y su solicitud es trabajar más. Con la plantilla actual, aseguran, pueden sostenerse sus reivindicaciones sin necesidad de acometer más contrataciones, solo se traduciría en más jornadas de guardia para cada radiólogo de la plantilla, algo que están dispuestos a asumir aunque ello suponga trabajar en más festivos y fines de semana. "Queremos trabajar más para dar una mejor atención al paciente, porque en estas condiciones estamos dando una atención regulera", se queja Chavarri. 

Al tiempo, si bien consideran que lo necesario sería elevar el número de profesionales en dos más, "de momento nos conformamos con el refuerzo de uno a mayores, que es lo que llevamos cinco años pidiendo". "Tenemos dos radiólogos de guardia en Vigo. Son los mismos que en áreas como Ferrol, Pontevedra o Lugo, que tienen una cantidad de población más baja"

"Los principales damnificados son los pacientes, pero nosotros tampoco podemos más con esta sobrecarga. Estamos trabajando muy fatigados con la carga actual, prácticamente dormidos. Y la previsión es que todo esto aumente, porque la tendencia es que nuestro papel sea cada vez más y más importante", apostillan echando datos de las cifras del propio Álvaro Cunqueiro, que evidencian que en cuestión de 10 años las peticiones de TAC se han incrementado de manera acumulada un 80% y los estudios de TC han experimentado una subida del 65%. 

Solo en el periodo entre 2024 y 2025 las peticiones de TAC desde Urgencias se dispararon un 9,5%. Esto se debe, en gran medida, a que muchas pruebas que antes se derivaban a hospitales como Povisa o Meixoeiro ahora se están concentrando en un único centro hospitalario, desbordando por completo al servicio de rayos.

¿AFECTARÁ A LA SALUD DE LOS SANITARIOS?

Las únicas conversaciones hasta el momento han girado en torno a la propuesta para dotar con servicios mínimos al hospital en cuanto se inicie la huelga el próximo 6 de octubre, solo tres días después de una huelga nacional que no hace más que ahondar en la profunda herida que existe hoy en la sanidad gallega, donde las protestas de profesionales y usuarios son constantes.  

"Hay todavía mucho que se puede mejorar con respecto a la sanidad", asume Chavarri, que no ve otra salida que llegar a la huelga indefinida ante la postura adoptada por la Xunta. "No nos quedan más opciones. Solo seguir. Lo siguiente sería empezar a coger bajas por estrés, que es a lo que nos va a llevar esta situación, resintiendo no solo la salud de los pacientes sino también la nuestra", zanjan.