El PSdeG amaneza con denunciar a la alcaldesa de Santiago al hilo de la guerra civil socialista

Desde el PSOE compostelano se acusa directamente a la alcaldesa, la nacionalista Goretti Sanmartín, de no incorporar el asunto en el pleno, recordando que los ediles afectados fueron expulsados hace ya varios meses. El propio líder socialista gallego, Xosé Ramón Gómez Besteiro, le ha recordado a la alcaldesa que hace tiempo que estas personas no forman parte del partigo.

Además, según el PSdeG, la no realización por parte del secretario municipal de los trámites necesarios impide que los únicos representantes legítimos del partido puedan asumir sus cargos y actuar como portavoces legales ante la corporación municipal. Se subraya que, mientras tanto, los expulsados continúan hablando en nombre del partido y presentando iniciativas como si siguieran siendo la voz socialista en el Pazo de Raxoi.

Por su parte, el Partido Popular, a través de su portavoz Borja Verea, ha calificado la situación como la descomposición en directo del pacto de gobernabilidad en el consistorio, reprochando a la alcaldesa su actitud ante las acusaciones de vulneración de derechos fundamentales por parte del PSdeG. Goretti Sanmartín, por su lado, ha exigido al PP que se centre y se ciña al orden del día, rechazando provocar enfrentamientos y defendiendo que se actuó conforme a todas las garantías legales. Lo cierto es que al inicio del pleno se han vivido escenas de confusión, con la alcaldesa nacionalista ofreciéndose a llamar por teléfono a Guinarte para ver qué pasaba.

Los concejales expulsados han respondido con un comunicado en el que piden disculpas a los vecinos por la ausencia sin causa justificada y sin notificación previa de Guinarte y Abal, a quienes acusan de vulnerar sus obligaciones como representantes públicos y de emplear el pleno como escaparate para presionar y alterar un procedimiento tutelado por el secretario del Ayuntamiento. Los díscolos argumetan que tienen derecho a defenderse y a que se respeten los plazos y garantías en el proceso. Además, indican que todo lo que hablan o presentan en el pleno es la postura legítima del PSdeG de Santiago porque, dicen, invitan a Guinarte y Abal a las reuniones de coordinación, a las que hace meses que estos dos no acuden.

El gobierno municipal (BNG más Compostela Aberta), por su parte, sostiene que no se impide la representación legítima de ningún grupo y que se está garantizando el respeto a los derechos políticos de todos los miembros de la corporación. Explican que era necesario confirmar la finalización formal del procedimiento para iniciar los cambios en la composición del pleno, y que la notificación a los implicados se realizó por la vía ordinaria, respetando los plazos legales. El ejecutivo local lamenta el nivel de tensión generado y reivindica su estricta imparcialidad en la gestión del conflicto. Sanmartin argumenta que todavía no se ha agotado el plazo legal de alguno de los dísculos para replicar al informe del secretario municipal.

El conflicto se enmarca en un proceso de expulsión que afecta a cuatro concejales socialistas, cuya resolución definitiva fue comunicada en marzo, tras un enfrentamiento interno por cuestiones de disciplina y liderazgo en el grupo municipal. Los ediles expulsados mantienen su intención de acudir a la justicia para defender su derecho a seguir representando a los vecinos de Santiago con las siglas socialistas, mientras el PSdeG insiste en que solo Guinarte y Abal son los legítimos portavoces socialistas en la corporación.

La situación sigue abierta, con los plazos administrativos   en marcha, y con el grupo municipal socialista que se presentó a las elecciones hoy profundamente dividido en el Ayuntamiento de Santiago. De hecho, en la práctica, escindido.

Está por ver hasta qué punto esto debilita al Gobierno, pues Sanmartín tenía que convencer antes a solo un partido y ahora, en la práctica, debe negociar con dos. Además, de fondo, existe el riesgo de que el PP se lance a una moción de censura porque Bloque y Compostela Aberta están minoría, aunque por ahora Borja Verea ha descartado tal posibilidad. Por ahora, hoy los díscolos se han sumado al PP para reprobar al concelleiro de Facenda.