Vicente Mariño (PBBI): "El BNG intentó monopolizar el gobierno tripartito de Ribeira y el PP invitaba a dar este giro"

Han pasado poco más de dos años desde el acuerdo firmado entre Barbanza Independente, PSOE y BNG. A muchos ribeirenses les pilló por sorpresa este giro de los acontecimientos con el anunció de una moción de censura la semana pasada. ¿Cómo llegamos hasta esta fractura? ¿Qué circunstancias se han dado para romper el gobierno tripartito?

Ante las declaraciones que se están haciendo por parte del actual alcalde y su grupo político, creo que habría que analizar quién rompe aquí el pacto o quién incumple. Lo explicaré el lunes 13 de octubre, pero creo que ellos lo hacen desde el minuto uno. Nosotros avisamos que así las cosas no se hacían y desde el principio dijimos que si metían ideología pura y dura en ese camino que no nos iban a encontrar.

Por ideología nos movemos más, si se puede considerar, en la derecha. Procedemos de ahí, aunque siempre dijimos que estábamos en el ámbito de lo puramente local, y como partido local que fundamos hace unos años se vio que nosotros hicimos oposición a el señor Manuel Ruiz Rivas y a su equipo en la legislatura pasada. Es más, ellos ni quisieron reunirse con nosotros hace seis años para formar una alternativa cuando nosotros teníamos siete concejales y ellos dos. Que nos vengan a decir ahora que los dejamos solos…ya nos dejaron ellos solos antes. 

Digo todo esto porque en el tema ideológico encontramos casos como el de la propia jefa de prensa, de ideología muy marcada nacionalista, o del propio secretario del Concello, que era el número 6 de su lista. Ellos ya intentaron monopolizar un gobierno donde vimos distintos avisos que se fueron dando a lo largo de la legislatura. Hace poco tumbamos un punto de subvenciones nominativas que llevaban al festival Mares da Fin do Mundo, sobre la que mi compañera de partido y concejala de Facenda expuso los motivos por los que entendíamos que aquello era un chiringuito. Ellos nos criticaron por tumbar esas subvenciones. 

No estábamos de acuerdo en esa relación de subvenciones y después tuvimos que hablar con el Partido Popular para buscar un pleno extraordinario para que veinte y algo asociaciones cobrasen sus subvenciones nominativas en tiempo. Para más inri, días antes de tomar la decisión, supimos que desde Mares da Fin do Mundo iban a hacer actos en Ribeira, no sabemos si financiados o no vía Concello. A nosotros no se nos había dicho nada cuando conocían nuestra negativa a que esto se desarrollase en Ribeira. También hace meses propuse que, al menos, repartirnos simplemente las bodas civiles entre los dos partidos. Se negaron rotundamente a que nosotros casásemos a nadie. 

Faltó un poco de tacto por su parte, por lo bajo iban intentando meter su ideología con el fin último de ganar las próximas elecciones y anularnos a nosotros. Dentro de unos años nos querían echar a nosotros, pero nos tenían que aguantar. Yo di avisos suficientes y lógicamente, estas cosas se llevan en privado. El sábado reuní a todo el equipo y presenté mi idea. Tres de los concejales lo apoyamos y dos dijeron que se lo tenían que pensar. No fue hasta lunes que, antes de ir hasta ningún medio, lo hablé en el Concello y dije que hasta aquí habíamos llegado. 

Desde el PBBI acusaron a Luís Pérez de tener un comportamiento “sectario” y de actuar por “carrapetas”. Echando la vista atrás, ¿cree que fue un error el acuerdo de gobierno en 2023? ¿Rescata algo positivo de estos dos años de trabajo?
No creo que fuese un error ni un acierto, fue una etapa distinta en Ribeira. Nosotros éramos críticos con la trayectoria del señor Ruiz a la cabeza del Partido Popular gobernando estos años. Todos hemos sacado una lección, el BNG la suya, nosotros la nuestra y el Partido Popular otra. Es más, días después de las elecciones el poderoso señor Ruiz presentó la dimisión para propiciar un acercamiento. Nosotros habíamos sido críticos con él, pero también con las formas de los suyos. Consideramos en aquel momento, por lealtad de lo que habíamos hablado en campaña, no podíamos hacer eso. En estos dos años hemos ido limando asperezas y vista la línea que tomaba ideológicamente el Concello tuvimos que sentarnos y decir: “Vamos a trabajar aquí”. 

Sucedió también durante las fiestas. Alguno parecía que se alegraba si no había fiestas, por si era culpa de Portos, de la Xunta… Nosotros somos un partido local, y si no había fiestas también iba a ser el gobierno municipal el que tuviese culpa, y los perjudicados iban a ser los chavales, los niños, todo del pueblo. Pérez Barral me dijo en la Festa do Percebe de Aguiño que intentase acercar posturas, a ver si podía solucionar algo. Salí del pleno el lunes y el martes, creí que no era una cuestión de cruzar correos, sino que fui a hablar con el Partido Popular y ver si podíamos unir fuerzas y tratar de solucionar esto. En cuestión de unas horas así fue. Me di cuenta de que, si hay ganas de trabajar, se hace. A veces no sé hasta qué punto se buscan algunas negativas para armarse electoralmente. Son dudas que no sé si despejaré o no. 

“NOS VIERON COMO UN PELIGRO REAL”

Lo que no esconden es esa cercanía con el PP, aunque se habían presentado como una alternativa a ese partido. ¿Qué respuesta ha tenido de la ciudadanía en los últimos días? Muchos están descontentos con esta decisión…
Hacer un balance entre los votantes… Habría que analizar muy bien cuáles son procedentes del PP, cuántos del Partido Socialista o de centro, si habrá alguno del BNG… Creo que nos presentamos viendo lo que estaba sucediendo en Ribeira. Fundamos un partido e hicimos frente a todo un PP hegemónico en el municipio. En 2019 vino Pablo Casado el domingo anterior a las elecciones y perdió un domingo aquí. Le dan importancia a Ribeira y nos vieron como un peligro real, como así fue. Había encuestas que no situaban como primera fuerza y el resultado fue muy ajustado, con nueve concejales del PP y siete de PBBI. 

Si nada cambia, Mariola Sampedro será la próxima alcaldesa la semana que viene. ¿Qué opinión tiene de la portavoz popular?

Para mí goza de muy buena opinión. Siempre he tratado con ella distintos asuntos durante dos años cuando había que tratarlo con la administración autonómica. Siempre soy de los que hablo con todos con el fin de buscar un resultado, y hasta donde yo llego siempre he tenido buena respuesta. Lo que hemos trabajado de gobierno a oposición, por lo menos hacia nuestro grupo, siempre ha sido en un ambiente cordial y ahora, espero, formando un gobierno de los más amplios de la historia democrática de Ribeira. Tal y como está firmado en la moción sería un gobierno de 14 concejales sobre 21. Puede ser una colaboración muy buena y espero que sea todo un éxito, pero no por nosotros, sino por Ribeira.

¿Cuáles han sido las líneas rojas de la negociación con el PP?
No, nosotros no hemos establecido ninguna. Simplemente desde el PP también intentaron buscar un acercamiento, como es de toda lógica, pues intentarían buscarlo antes con nosotros que con el PSOE, por ejemplo. Contrastamos opiniones y llegó un momento en el que las circunstancias invitaban a dar este giro. 

NI SOBORNOS NI COACCIONES

Después del acuerdo de mayo del 2023 tuve la oportunidad de entrevistar a Luís Pérez y le consulté sobre esa condición que entonces ponía Barbanza Independiente al PP para negociar, que pasaba por no aceptar otra legislatura de Manuel Ruiz Rivas. Entonces me decía que “si hay alguna persona que en el último momento decide cambiar su voto tendrá que explicarle a la ciudadanía de Ribeira qué intereses hubo por detrás”. No fue en el último momento, fue dos años después, pero desde el BNG siguen pidiendo explicaciones a este cambio de postura e insinúan que hubo sobornos económicos para que fructificase la moción de censura…

Se está escribiendo de todo y cada uno que pasa nos pone un premio más gordo que el anterior. Creo que ellos tienen que ser consecuentes si tienen esa dignidad de la que ahora tanto presumen. Hicieron un gobierno a tres, pero siempre intentaron monopolizar, llevarlo todo a su parcela. 

Dice la señora Pontón que estamos tirando un gobierno nacionalista en Ribeira. Siempre que he hablado en medios nunca he dicho en estos dos años que el de Ribeira fuese un gobierno nacionalista, porque era un gobierno tripartito, aunque uno de ellos fuese muy diferente en el plano ideológico, con tres fuerzas que se habían puesto de acuerdo para trabajar a nivel local: cómo están las aceras, las calles que hay que arreglar, la promoción industrial… Siempre hemos trabajado a nivel local, pero ellos tenían que ser consecuentes de que tenían que equiparar fuerzas. El BNG tiene cinco concejales, los mismos que nosotros. Pero en dos años no nos permitían ni casar a dos vecinos de Ribeira. Eso denota un intento de monopolizar el gobierno y sacar rédito político por todos los medios.
 

¿Y de las presuntas coacciones a Tania Redondo? 
La verdadera coacción se está haciendo desde el BNG a Tania Redondo. Me reuní el sábado con los concejales. Ella no estaba presencialmente, pero sí telemáticamente. Le sorprendió la propuesta, que apoyamos tres concejales, pero ella me dijo, después de exponer mis razones, que se lo tenía que pensar. Al día siguiente me confirma que va a apoyar la misión y el lunes seguía dándole vueltas sobre si firmar o no firmar. Al final me dice que sí, que firma, y sube delante del secretario, que fue a actuar más como un notario a testificar. Redondo entró por la puerta, llegó y firmó delante de todos. Yo no la llevé de la mano.

Razones tendrá y yo creo que, desde el BNG, que actúa de forma sectaria, la están utilizando. No sé ningún caso de un concejal que firme una moción de censura contra un alcalde y ese alcalde lo mantiene en el cargo, mientras cesa a los demás. Algún interés tendrá el alcalde de mantenerla, porque si no… Creo que es un intento de manipulación, de coacción. Todos los concejales han tenido la puerta para entrar y tienen la misma abierta para salir. Cada uno es muy libre de irse.

Lo que sí ha provocado una fractura dentro del propio partido, ya que Juan Luis Furones se ha quedado fuera del acuerdo con los populares. ¿Entiende su decisión?

Tiene sus particularidades. Si vamos al día que yo hago esta propuesta por la noche él ya dijo claramente, y está todo el equipo de testigo, que había razones para cesar ese gobierno. Pero él, por razones personales no estaba dispuesto, quería darle una vuelta, no era capaz de dar ese paso. Esto se entiende, se respeta, no se coacciona a nadie, cada concejal es libre. También hay que entender que el señor Furones venía de una lista de Ciudadanos a la que yo invité a formar parte de nuestra lista electoral, y en nuestra lista electoral fueron varios miembros de la candidatura de Ciudadanos repartidos en la lista, él como cabeza de lista en el número 3. Ellos iban con la etiqueta de independientes. El domingo todavía lo llamo y me dice que está dando vueltas, y más tarde me comunica que no se adhiere a la moción. Nada más, punto, no tiene más tema. Es muy distinto al caso de la señora Tania que ha firmado la moción y, esa misma tarde, sigue dando vueltas con el tema.
 

LOS CORAZONES DE LA DISCORDIA
Ya con vistas a futuro, ¿cuál debería ser la hoja de ruta del futuro Concello de Ribeira? ¿Qué asuntos son más urgentes a resolver en lo que queda de legislatura? 

Tenemos año y medio. La administración tiene sus plazos y la maquinaria no va nunca a velocidad de crucero. En este momento aún estamos con obras del señor Ruiz y nosotros acabaremos inaugurando obras del tripartito. Es más, dedicaremos casi una concejalía un poco al tema del polígono industrial. Ese es uno de los objetivos fundamentales, que ese polígono industrial salga adelante. Tampoco es que vaya a salir ya, dicho y hecho, en este año y medio, pero que tenga ya todo en vías para que el mundo empresarial de Ribeira vea que su realización es cuestión de meses. Tenemos una residencia pendiente, tenemos una guardería que se había prometido en su día, que delegar la guardería municipal para que la gestione la Xunta para abaratar costes y tenemos multitud de temas a nivel pequeño en el Concello sobre los que tenemos que trabajar y responder a las demandas de todos, porque yo creo que en este momento no se está haciendo.

¿Devolver los corazones a las letras de Ribeira será una de las primeras propuestas? 

Ya he dicho que eso son, con todos los respetos, pataletas de niño pequeño. El alcalde lo hizo sin consentimiento nuestro, sin hacernos participes. Dije hace tiempo que no veníamos a destruir nada, pero una vez que nos cesa, y visto el panorama, imaginaba que podía ocurrir algo así. Me parece una pataleta que un día, al día siguiente de cesarnos a las ocho de la mañana, después de tener las letras ahí guardadas durante año y pico, las quiera poner. Tiene todo su derecho de dar esa orden, de hacer esos cambios así de un día para otro. Tampoco creo que el principal problema de los vecinos sea ese cambio. 

Por cierto, esos corazones están dentro de una campaña de imagen con fondos europeos. Tampoco se pueden cambiar las cosas así, a capricho, porque la cosa no es que costase ciento y algo euros cambiar cada letra. Creo que no saben ni calcular los precios, porque no solamente es el valor de cuatro hierros, sino es una brigada entera la que ha estado dos días en ese tema. Eso no son 100 euros.