Borja Verea (PP de Santiago): "¿Moción de censura? Con este ejemplo de poca seriedad las opciones son nulas"

Borja Verea (Santiago de Compostela, 1980) lidera la oposición en Santiago de Compostela donde solo una diferencia de dos ediles le separan de la mayoría en el pleno. La puerta que abrió Gonzalo Muíños esta semana, al afirmar que solo apoyarían una moción de censura en el Pazo de Raxoi si Mercedes Rosón terminase como alcaldesa, fue atendida por un PP que cedía el bastón de mando a fin de provocar la caída de Goretti Sanmartín y la entrada de su equipo en las concejalías. La respuesta de los populares fue descartada por los no adscritos y Galiciapress entrevista a Verea para conocer sus impresiones tras dos días en los que parecía muy cercano el cambio el corporación en Santiago. Su propuesta para un nuevo gobierno, la "nefasta gestión" que, asegura, impera en el Concello de Santiago o asuntos como la tasa turística o el transporte urbano, otros asuntos de la conversación.


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Borja vera santiago
Borja Verea

 

¿Qué fue lo que ocurrió el jueves? 

Hay una realidad objetiva a la vista de todos, y es que hubo una oferta de los no adscritos para una moción de censura encabezada por Mercedes Rosón. Una oferta por escrito, comunicada a toda la ciudadanía, sin matices, sin interpretaciones y sin dobles caras. Lo que hicimos fue un gesto de generosidad y coherencia. Si la línea roja de los no adscritos para la moción de censura es el sillón de la alcaldía, yo, a pesar de tener prácticamente el 40% de los votos, estoy dispuesto a renunciar a ese sillón para hacer ese gobierno de 15 concejales, donde todo mi equipo entraría a gobernar la ciudad, y, además, sentémonos ya a negociar, con un decálogo abierto, negociable, flexible, para sacar adelante cuestiones que sean de interés de todos los ciudadanos.

 

 

La sorpresa fue que 24 horas después de hacer una oferta no interpretable, sin matices y clara, se retractan, y dicen que no era tal, que no querían…no lo explicaron. Lo que corresponde ahora es que los no adscritos expliquen qué pasó en esas 24 horas para hacer una oferta de esta trascendencia política para luego decir que no era una oferta, cuando todo el mundo leyó, conoció e interpretó. La única solución sería que la moción estuviese pensada para contar con el apoyo del BNG y Compostela Aberta. Era una moción de censura lanzada para el PP. 

 

¿Hubo en algún momento algún tipo de diálogo con los concejales no adscritos o su respuesta de ayer o fue una forma de recogerle el guante a Muíños? 

Creo que las formas fueron las correctas, tanto por parte de los no adscritos como por nuestra parte. Creo que una oferta de esta carga política debe hacerse con luz y taquígrafos, delante de la ciudadanía, de los medios y las tribunas públicas. Ellos lo hicieron y nosotros respondimos. No hubo negociación ni antes ni después. Pero creo que fue la forma correcta. Lo que no es correcto lo deben explicar, que a lo mejor tienen justificación, sobre por qué hicieron una cosa y, 24 horas después, se retractan sin explicación. 

 

El PP entregaba la alcaldía porque no era una cuestión de sillones, pero, ¿cuál sería la propuesta concreta del PP para ese cambio de alcaldía?

Pusimos sobre la mesa un gobierno de 15 concejales, mi equipo y yo, los once ediles del Partido Popular, y los concejales no adscritos. Lógicamente, no tendría sentido apoyar una moción de censura para un gobierno de cuatro no adscritos. Si ya seis y dos de BNG y Compostela Aberta resultan un auténtico desastre de gestión, imaginemos con cuatro. Sería un gobierno de 15 donde estaríamos todos gobernando y sacando adelante las cuestiones de ciudad. 

 

Después está ese decálogo, que va más allá de los partidos y las ideologías, perfectamente negociable y flexible, que demostrase que la voluntad era real. Porque podríamos presentar un decálogo imposible, pero era un decálogo perfectamente asumible por prácticamente cualquier partido. Además, ya dije que no había ninguna línea roja. Y, en tercer lugar, ese gesto de generosidad de poner por delante los intereses de la ciudad y, sobre todo, poner por delante mi coherencia política renunciando públicamente a un interés que sería legítimo como el de la alcaldía. Renuncié a ese sillón si su línea roja era la alcaldía.

 

Supongo que en el momento en el que se abre esa puerta a la moción de censura comienza una conversación en su equipo sobre si aceptar o no esta opción. ¿Hubo unanimidad en la decisión de renunciar a la alcaldía? 

Mi equipo lo que tiene es coherencia y trazabilidad. Lo que llevamos diciendo dos años y varias semanas de manera clara, porque desde el día siguiente a la toma de posesión lancé la oferta. Yo entendía que la ciudad estaría mejor gobernada con el partido mayoritario, desde un punto de vista de apoyo electoral, apoyado por el PSOE. La puerta siempre estuvo abierta a una moción de censura. Cuando la oportunidad llega, creo que nadie dudó ni planteó el problema de la generosidad. Creo que en política hay que ser generoso y no poner los intereses personales por delante. Es verdad que yo podría salir y decir: “No, yo tengo que ser el alcalde, y si no soy el alcalde…”. No. Hay una oportunidad, dentro de la coherencia de nuestro relato, y tenemos la generosidad. Ahora bien, con nuestros once concejales gobernando dentro de las concejalías, algo que todo el mundo entiende. 

 

ENTRE "JAMÁS, JAMÁS, JAMÁS" Y UNA DIFERENCIA DE DOS VOTOS

La respuesta de Rosón fue inmediata: “Jamás, jamás, jamás. A ver si así queda claro”. ¿Se queman así todos los puentes de cara a cualquier opción de moción de censura? ¿Cree que hay unanimidad en los cuatro adscritos para mantener el gobierno de Goretti Sanmartín?

Ellos hicieron la oferta. Como digo, sin interpretaciones y sin matices. Ellos se retractaron sin ninguna explicación lógica hasta el momento, por tanto, tengo todo el respeto personal y político a los no adscritos, como a todos los concejales de la corporación…pero acaban de demostrar muy poca seriedad. Es muy difícil construir cuando no hay seriedad. Nosotros mantenemos la coherencia: si entiendo que la ciudad estará mejor gobernada, mejor gestionada, mejor administrada, sacando proyectos adelante con mis once concejales gobernando, esa puerta sigue abierta. Que a nadie se le escape que con este ejemplo de poca seriedad las posibilidades son nulas, porque construir cuando no hay seriedad es muy difícil. 

 

 

 

Dos ya se pronunciaron. Quedan otros dos. Las cuentas son claras: el PP necesita dos apoyos en Santiago.  Es verdad que ellos, legalmente, no son un grupo. También es verdad, y no tengo motivos para dudar de ello, que funcionan como tal. Por tanto, no tengo que dudar que todas las declaraciones de cada uno de los miembros no adscritos son solidarias, como si se hiciesen en conjunto. Legalmente no es así, pero ellos trasladaron que políticamente es así. No tengo datos para desconfiar de que pueda haber ninguna fractura interna y que hablan como los cuatro que son.

 

¿Cree que los no adscritos usaron al PP para forzar al BNG a plegarse a sus intereses? ¿O creía de verdad posible un pacto con los ex ediles del PSOE?

Creo que es evidente que a quien utilizaron es a la ciudadanía e Santiago, porque lanzar una propuesta política de esta profundidad, con una carga política tan intensa… Esto no fue un ruego en un pleno. Esto fue una propuesta policía con mayúsculas que hicieron públicamente y delante de toda la ciudadanía para retractarse 24 horas después. Por tanto, lo que parece es que con quien estaban jugando o a quien estaban usando era a la ciudadanía, a los medios, a los intereses de la propia ciudad. Dicen que quieren montar un partido político…mal comienzo cuando demuestras esa poca seriedad poniendo los intereses, suponemos partidistas, por delante y lanzar una propuesta que 24 horas después resultó que no existía cuando todos lo escuchamos y leímos.  

 

Si nos remontamos en el tiempo, el origen de este conflicto radica en el PSOE compostelano y en su división. ¿Es esta la causa de la “parálisis” en la que, según dicen, encontrara Santiago?

La causa de la parálisis es la nefasta gestión de BNG y CA. Yo pregunto en todos los plenos: ¿por qué ningún departamento del Concello funciona correctamente? No importa el que escojamos: el de Seguridad, Centros Socioculturales y Transporte, por poner uno. Los centros socioculturales cerrados, las actividades sin funcionar por un problema con la empresa, de la Policía Local recordemos que hasta hace pocas semanas no se pagaba la gasolina de los vehículos, un bochorno y una imprudencia sin nombre, de los buses, qué más podríamos decir que no se haya dicho... Urbanismo y todos los retrasos en esta área. El económico, por ejemplo, con datos que hablan de la mayor deuda de la ciudad, el mayor retraso en pago a proveedores… Peores datos económicos que el Concello de Ourense de Gonzalo Pérez Jácome. Los peores son los de Goretti Sanmartín y el BNG de Santiago. 

 

 

Cualquiera de los departamentos. ¿Por qué no funcionan? ¿Poque no saben gestionar? ¿Es un problema de habilidad? ¿De pericia? ¿De que digan: “Me metí en un tema del que no tengo ni idea y no lo puedo sacar adelante”? Puede ser una respuesta. Puede ser vagancia. “Paso por aquí, hago dos ruedas de prensa, un par de notas, una foto, Twitter, Facebook…”. Vagancia. O puede ser mala suerte. Pero tiene que ser alguna de estas cuestiones o que, al menos, nos respondan por qué está totalmente colapsado el Concello en todos sus departamentos. 

 

Desde mayo, cuando se cumplieron dos años de las últimas elecciones, se vienen dando muchas mociones de censura: las vimos en Noia, Touro, Ribeira, Forcarei, Carral… ¿A que responden estos movimientos?

Yo puedo hablar de mi responsabilidad, de la decisión que tomé ayer, de los motivos por los que llevo dos años ofreciendo un cambio de gobierno, pero no puedo hablar, porque no tengo capacidad ni información, de lo que está pasando en otros concellos que tendrán matices y mil cuestiones, por lo que sería una imprudencia por mi parte hacer una declaración en este sentido.

 

TASA TURÍSTICA, TRANSPORTE URBANO, CONTRATO DEL AGUA...

Ya en lo relativo la actualidad política de la ciudad, hace unos días entró en vigor a tasa turística, pese a la oposición de la hostelería compostelana, que denunció quedarse fuera del diálogo con el Concello. ¿Cómo lo ven desde el PP? ¿Ven necesario gravar a los viajeros en Santiago? 

Siempre dijimos que era una pena que la tasa turística no esté hoy aprobada con un aplauso colectivo. Un aplauso colectivo de todos los partidos políticos, de toda la industria turística, de toda la sociedad. Esto es, según nuestro análisis, porque lo que se hizo mal fue el proceso de creación, o de autorización, o de aprobación de esa tasa. Lo que no puedes es a tres semanas de que entre en vigor esa tasa turística sentarte con el sector, con la industria turística de esta ciudad, que va a ser, además, la que vaya a gestionar esta tasa, porque esto no es como el IBI u otro impuesto que sea gestionado desde el Concello, sino que será gestionado desde los mostradores de pensiones, hostales, hoteles y grandes hoteles. Por tanto, tendría que haberse hecho desde el primer minuto con esta industria y con todo el sector. 

 

 

Esto generó una tensión que llega al esperpento de tener en Santiago, por primera vez, a un gobierno local en una batalla campal con la industria turística que representa prácticamente el 25% del PIB de la ciudad. Eso es lo que criticamos: la tasa turística, bien hecha, bien configurada, transparente determinando a qué se va a dedicar cada euro sería sin duda una gran noticia para Santiago. Lo que podría haber sido una gran noticia se está convirtiendo, tristemente, en un arma arrojadiza. 

 

Entiendo entonces que es más una cuestión de forma que de fondo la propia tasa.

Sin duda. Es una cuestión de incapacidad de negociación, de incapacidad de gestión y, tristemente, vemos también que hay mucho de ideología en esto. ¿Por qué no se sentaron desde el principio con los empresarios? Quizá porque los ven como adversarios, o en las antípodas ideológicas de BNG y CA, y no como socios, aliados o compañeros de viaje.

 

Ayer enfatizó mucho en la necesidad de acometer el derribo de la Casa da Xuventude. ¿Por qué es tan urgente esta medida?

Es una medida simbólica, de transformación, un antes y un después sobre lo que se hizo hasta ahora va a cambiar y lo haremos de manera diferente, está en el imaginario común, creemos que una mayoría en la ciudad quiere que se abra el parque de Belvís a la ciudad a través de ese paso. Por eso iba en ese primer punto, porque es una medida simbólica, de transformación, una medida que quiere trasladar el mensaje de que, si gobernamos, las cosas serán completamente diferentes.  

 

 

También puso el acento sobre el contrato de aguas. ¿Qué le parece la idea de establecer una gestión mixta del servicio? ¿Sería esa la línea a seguir? 

Vamos a ver todos los informes, porque tenemos uno que dice que lo mejor es la municipalización, de cuando gobernaba CA, otro que dice que lo mejor es la concesión de servicio público, de cuando gobernaba el PSOE, ahora todo parece indicar que vamos a tener otro informe que dice que la mejor solución es la sociedad mixta. Cuando tengamos todo sobre la mesa decidiremos. Nuestro posicionamiento es claro: debe ser una solución de colaboración público-privada. Tiene que haber unos beneficios suficientemente importantes para el interés de los ciudadanos como para cambiar el modelo a una sociedad mixta, con lo que esto requiere de retraso y de complejidad técnico-administrativa. Por tanto, vamos a esperar y se valorará en su momento. Lo que no tiene ningún sentido es que después de dos años de mandato no se tenga ni tan siquiera una propuesta sobre la mesa. 

 

Esa apuesta por la colaboración público-privada, ¿sería aplicable a otros servicios del Concello?

Por supuesto. Hay servicios públicos que necesitan de esa colaboración público-privada. ¿Por qué? Por la complejidad de los mismos, por la necesidad de inversión de los mismos, por su necesidad de actualización de las tecnologías y la pericia del momento sobre esos servicios. Desde mi punto de vista, y desde el punto de vista del Partido Popular de Santiago, tienen que hacerse de la mano de esa colaboración público privada para que sean los mejores servicios para los ciudadanos. 

 

Borja Verea

 

Cuando una empresa presta un servicio en colaboración público-privada no significa que puede hacer lo que quiera. Parece que muchas veces eso es lo que piensan los que dirigen el Concello de Santiago. El alcalde tiene que ejercer todas las competencias sobre ese servicio, aunque esté concesionado. Tiene competencias de marcar objetivos, de marcar prioridades, de modificar la propia concesión, y eso vemos que no se está haciendo. Parece que si se adjudica un contrato a diez años, el Concello desparece todo ese tiempo y la empresa puede hacer lo que le apetezca. Eso no es así, es un error que se lleva repitiendo año tras año en este Concello. 

 

Otro asunto de interés es el relativo al transporte urbano. Ayer propuso una auditoria al servicio de autobuses. ¿Cómo vieron la propuesta de junio de licitar el nuevo contrato de bus?

No la conocemos. No tenemos ninguna información, ningún documento, aunque se pidió, y no tenemos acceso a lo que están tramando, más allá de lo publicado en medios de comunicación. Lo que hay es una realidad y unos culpables únicos que no tienen matices. A finales de 2015, principios de 2016, caducó el contrato de los autobuses en el Gobierno de Compostela Aberta. Durante todos los gobiernos de CA, PSOE y BNG con CA, incluidos los dos años que faltan, no va a haber autobuses nuevos en esta ciudad. Por tanto, entiendo la tentación de este gobierno en cuanto liciten el contrato intentar anunciarlo como un éxito. Pero no vamos a caer en esa trampa. El dato es que estos tres partidos, socios directos o indirectos en este tripartito que lleva ya una década, han sido incapaces de sacar este contrato durante diez años. Por tanto, que lo hagan en el año once o doce, supongo que lo que harán en esa rueda de prensa será pedir disculpas. 

 

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