El Papa Francisco muere un día después de dar la bendición en la Misa de Pascua del Vaticano
A pesar de su delicado estado de salud tras una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado hasta el 23 de marzo, el líder religioso quiso comparecer el domingo de resurección para dar la bendición "Urbi et Orbi" y condenar la "carrera de rearme" global, abogando por la paz en conflictos mundiales y el fin de las crisis humanitarias.
Tras la bendición, Francisco recorrió la plaza en papamóvil, saludando a los fieles, bendiciendo a niños y recibiendo aplausos y gritos de "¡Viva el Papa!". Aunque aún débil, su aparición fue un gesto de esperanza que tiño de optimismo las noticias sobre su estado de salud. En este sentido, el fatal desenlace de este lunes ha sido una sorpresa y un mazazo para muchos católicos.
Más de 35.000 fieles asistieron, y la homilía, preparada por Francisco, fue leída por por el cardenal Angelo Comastri, por delegación del Papa, debido a su convalecencia. En ella, el Papa destacó que la Pascua invita a buscar a Jesús en lo cotidiano y renovar la esperanza, especialmente en el contexto del Jubileo
Durante el día, Francisco también tuvo un breve encuentro con el vicepresidente de EE.UU., J.D. Vance, en Casa Santa Marta. El Vaticano publicó un comunicado indicando que había hablado de temas como la inmigración, dejando así constancia, aunque sea indirectamente, de las diferencias que hay entre la Iglesia Católica y la administración de Donald Trump.
El cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, anunció con tristeza el fallecimiento del Papa Francisco, con estas palabras:
«Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre.
Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados.
Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino».
Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, en el seno de una familia de inmigrantes italianos, Jorge Mario Bergoglio creció en un hogar modesto, donde aprendió desde joven el valor del esfuerzo, la sencillez y la fe. Desde su adolescencia sintió la llamada al sacerdocio y, tras obtener un título de técnico químico, ingresó en la Compañía de Jesús (Jesuitas) en 1958, comenzando así un camino que lo llevaría a ser un líder espiritual de alcance global. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969, en plena efervescencia social y política en Argentina, y desarrolló su ministerio con una marcada orientación pastoral hacia los más desfavorecidos. Se destacó como un maestro de teología y espiritualidad ignaciana, llegando a ser provincial de los jesuitas en Argentina entre 1973 y 1979.
Un pontificado de transformación
Fecha: 05/02/2025.Firma: Vatican Media / Europa Press
En 1992, fue nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires, y en 1998 asumió como arzobispo de la misma diócesis. Durante su gestión, se convirtió en una figura cercana a los sectores más vulnerables, promoviendo una iglesia de "puertas abiertas" y priorizando la labor social. En 2001, el Papa San Juan Pablo II lo creó cardenal, consolidando su posición como una de las voces más influyentes de la Iglesia latinoamericana.
El 13 de marzo de 2013, tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, el Cónclave eligió a Jorge Mario Bergoglio como el 266.º Papa de la Iglesia Católica, convirtiéndose en el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en asumir el cargo. Tomó el nombre de Francisco, inspirado en San Francisco de Asís, reafirmando su compromiso con la humildad, la pobreza y el respeto por la creación. Desde el inicio de su pontificado, marcó un estilo diferente: rechazó el lujo, prefirió vivir en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico y optó por un papamóvil sencillo.
Fecha: 20/10/2024.Foto de archivo Firma: Stefano Spaziani / Europa Press
Durante más de una década al frente de la Iglesia Católica, el Papa Francisco impulsó significativas reformas y cambios doctrinales, abordando temas cruciales como la reforma de la Curia Romana para hacerla más eficiente y transparente, la lucha contra los abusos sexuales dentro de la Iglesia mediante medidas estrictas y la promoción de una mayor transparencia.
Su compromiso con la justicia social lo llevó a denunciar la indiferencia ante la pobreza y promover una Iglesia comprometida con los excluidos, haciendo especial hincapié en la acogida de migrantes y refugiados. En 2015 publicó la encíclica "Laudato si'", un llamado urgente a la humanidad para cuidar el planeta y frenar el cambio climático. Además, promovió la paz y el entendimiento entre religiones, reuniéndose con líderes musulmanes, judíos y ortodoxos, y firmó en 2019 el Documento sobre la Fraternidad Humana con el Gran Imán de Al-Azhar, sentando bases para una mayor cooperación interreligiosa.
Fecha: 20/10/2024.Foto de archivo Firma: Stefano Spaziani / Europa Press
En sus últimos años, Francisco enfrentó diversos problemas de salud, incluyendo cirugías y afecciones respiratorias que limitaron su movilidad. En febrero de 2025, fue hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una infección pulmonar. Aunque continuó trabajando y manteniendo contacto con los fieles, su estado se fue deteriorando progresivamente hasta su fallecimiento.
¿Cómo se elige el nuevo Papa en la Iglesia Católica?
La elección del Papa en la Iglesia Católica es un proceso muy antiguo y lleno de simbolismo que se realiza cuando el pontífice actual muere o renuncia. Este proceso se llama cónclave, que significa "con llave" en latín, porque los cardenales que votan quedan encerrados en la Capilla Sixtina del Vaticano hasta que se elige al nuevo Papa.
Solo pueden votar los cardenales menores de 80 años, y el número máximo de electores es de 120. Tras la muerte o renuncia del Papa, se organizan varios días de luto y preparación. Luego, los cardenales se reúnen en Roma para comenzar el cónclave, donde están completamente aislados del mundo exterior para garantizar la confidencialidad y la espiritualidad del proceso.
Las votaciones se realizan hasta cuatro veces al día, dos por la mañana y dos por la tarde. Cada cardenal escribe en una papeleta el nombre del candidato que elige, diciendo en latín que elige como Sumo Pontífice. Para ser elegido, un candidato debe obtener una mayoría de dos tercios de los votos. Si nadie alcanza esa mayoría, las papeletas se queman y el humo que sale por la chimenea indica el resultado: humo negro significa que no hay acuerdo y humo blanco anuncia que ya hay nuevo Papa.
Cuando un cardenal recibe los votos necesarios, se le pregunta si acepta ser Papa. Si responde que sí, elige un nombre papal y se anuncia al mundo desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Este momento es recibido con gran alegría por los fieles reunidos en la plaza.
En resumen, la elección del Papa es un proceso que combina tradición, oración y un riguroso protocolo para asegurar que el nuevo líder de la Iglesia Católica sea elegido con consenso.
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