El regulador bancario español, el Banco de España, impidió la operación por la que Abanca iba a comprar la filial española del Deutsche Bank. El motivo último sería la inestibilidad para el sistema financiero español que podría suponer la expansión de un grupo bancario, Banesco, cuya matriz en Venezuela sigue intervenida.
La entidad tiene más de 650.000 clientes en España, donde lleva instalado más de 125 años.