Su esposa, María Josefa Caldelas, se sentó en el banquillo acusada por un empresario de Ourense de haber presentado escritos con su firma falsificada.
Ventura Sierra defiende que "nunca" tuvo la intención de "hacer daño a nadie", pero fiscal y acusación consideran "acreditados" los delitos que le atribuyen.
Once años después de los hechos, el juzgado de Ribadavia decreta la apertura de jucio oral contra Rogelio Martínez por malversación, falsedad documental y fraude.
El propietario del desguace está acusado de un presunto delito de falsedad documental.