El comité de huelga carga con dureza contra el presidente, al que acusan de "burdas manipulaciones".
Tanto la Xunta como los sindicatos sitúan el seguimiento al mismo nivel que el del primer día.
El vicepresidente confía en que se desconvoque la huelga, pero afirma que mantendrá una reunión para negociar los servicios mínimos.