El propio organismo policial internacional recuerda que jamás se pone en contacto directamente con un ciudadano, ni le pide dinero, ni sus datos bancarios o que haga una transferencia. El truco para ganarse la confianza de los potenciales timados es advertirles de que puede haber algún problema con sus datos.
Dada la "peligrosidad" de ambos, de su arresto se encargó la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta.