Sí. Un abrazo a quien quiera recibirlo.
Y tal vez puedo decir esto porque miro a Maradona con ojos frescos, y no con los ojos de aquellos que sí lo vieron arrancar innumerables veces por el carril del ocho y sorteando piernas que silbaban a su paso como balas de cañón, unos ojos que con 50 o 60 años al mirar al Diego solo podrían hacerlo detrás de un cristal que pervierte las imágenes y las devuelve a la infancia de un niño que creció soñando con convertirse en un barrilete cósmico.
Pese a vestir las camisetas de Argentinos Juniors, Boca Juniors, FC Barcelona, Nápoles, Sevilla y Newell's Old Boys, además de la albiceleste que se enfundó en 91 encuentros en los que anotó 34 tantos, entre ellos el considerado 'Gol del siglo' y 'La mano de Dios', ambos contra Inglaterra en plena guerra de la Malvinas, hoy todo el mundo del fútbol llora la muerte de Diego.