La industria turística, pilar de la economía nacional, experimenta un frenazo histórico en la facturación y en el gasto por viajero, afectando de manera crítica a la hostelería. Las empresas y autoridades se ven obligadas a replantear estrategias frente a la presión de costes y la incertidumbre internacional. Esta nueva realidad exige a empresas y administraciones replantear estrategias para garantizar la sostenibilidad económica y social del sector