El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado pleno respeto a la decisión de la Junta Electoral Central (JEC) de abrir un expediente sancionador al presidente catalán, Quim Torra, y llevarle a la Fiscalía por la polémica de los lazos amarillos en los edificios de la Generalitat y le ha instado a "asumir sus responsabilidades políticas" tras dejar claro que las instituciones "son de todos, da igual lo que voten" y su neutralidad debe respetarse en un proceso electoral.
Hay quien no teniendo mucho que decir, busca la provocación y el enfrentamiento para seguir alimentando a sus seguidores que esperan de él algo de lo que carece.
Un Guardia Civil sitúa en su declaración como testigo al presidente de la Generalitat en las inmediaciones de la nave industrial.
El auge de los gobiernos antieuropeos y la riada de ultras que ocupan las calles quieren hacer desaparecer de nuestras vidas las ideas liberales que heredamos de los Padres fundadores y que nos han mantenido en paz tras una post-guerra angustiosa.
La escenificación del Consejo de Ministros en Barcelona es una buena muestra de lo que yo entiendo por mareo colectivo.
Ahora, como estos dos genios de la política no se hablan, se recurre al papel oficial y a un desdén calculado, que en el caso catalán pasa por hacer una llamada a Bruselas antes de contestar.
Estamos bajos de moral porque además la vía eslovena con la que nos ha amenazado el sátrapa Torra va poniéndose en marcha.
Nos irá mejor si todos hacemos un gesto de contrición política. ¿Por qué no nos contamos la verdad los unos a los otros?
El anunciado Pla de Govern sigue sin verse por ninguna parte, y lo más probable es que nuestros comparecientes vuelvan a la desobediencia al Supremo y con ello a que el Gobierno de España se vea obligado a mojarse en ese asunto.
Torra, el Hamlet de la Plaza de Sant Jaume, repite constantemente en su interior: “Ser o no ser, esa es la cuestión”.
El president de la Generalitat pide que se celebre la reunión que se acordó para estas fechas en el Palau de la Generalitat en las próximas semanas
Gabriel Rufián ha pasado de de la dialéctica fácil y corrosiva al status adivinatorio que, en el mundo de la política, es un bagaje muy valioso.
Arcadi ha defendido la actuación de los Mossos y afirma que el operativo del lunes fue responsable
Hoy, un año después del camelo electoral que se montó en esta fecha, y los palos repartidos por la Guardia civil -Dios perdone al Ministro Zoilo por lo mal que lo hizo metiendo a la Benemérita en una encerrona imperdonable- tenemos una Catalunya mucho peor que antes.
“El que echa leña al fuego, al final acaba quemándose”. Esta afirmación es perfectamente aplicable al presidente mayordomo de Puigdemont, Quim Torra.
El President de la Generalitat de Catalunya celebra el aniversario de los sucesos del 1-O animando a los CDR, que son el brazo armado del independentismo, a que presionen en las calles y en los negocios de sus conciudadanos.
Es un tiempo nuevo y un modelo de Estado que descentraliza y, sobre todo, nos iguala más a todos los ciudadanos.
Haciendo de guía de un grupo de personas que estaba de visita en el Palau de la Generalitat, consideró que había demasiadas escenas de los Reyes Católicos.
Los jueces tienen derecho a decirse en sus foros privados lo que les parezca conveniente. Lo que no es de recibo es que "esa deseada privacidad" ahora sea un cuento que solo beneficia a los que más cosas tienen que callar.
Veo que a muchos políticos de Madrid les ha dejado sin aire la conferencia de Torra.