Gracias a la edición genética, que no es lo mismo que los transgénicos, se pueden desarrollar cultivos resistentes a las enfermedades y a las condiciones climáticas extremas, lo que reduce la necesidad de pesticidas y otros químicos. También se pueden mejorar las características nutricionales, como la cantidad de proteínas, vitaminas y minerales. Unas enormes ventajas que no se están aplicando a muchos cultivos locales por un tema de legislación.