“Las cuentas de Povisa no son las de una empresa en quiebra”

En declaraciones a Galiciapress, la presidenta del Comité de Empresa critica a la concesionaria y a a la Xunta por llegar a esta situación. María Jesús Neira tranquiliza a los enfermos, diciendo que la calidad da atención por lo de ahora no disminuyó. Iso si, advierte que no hay recursos para dar servicio si Povisa quiebra definitavemente.

Fachada de Povisa

El anuncio de Povisa del pasado viernes en el que informaba que solicitaba el preconcurso de acreedores ha generado un clima de inestabilidad entre los trabajadores y los pacientes del centro. El hospital privado más grande de España se encuentra en estos momentos en negociaciones con el SERGAS para buscar una solución que garantice la estabilidad de los trabajadores y la correcta cobertura sanitaria a los usuarios. María Jesús Neira, integrante del comité personal de Povisa y representate de la CIG, considera que estamos ante un tira y afloja entre el centro y la Xunta para mejorar el concurso firmado hace cuatro años. “En 2014 se firmó un concurso del que ahora Povisa quiere sacar más beneficios que el pago per capita de 540 euros, lo que o bien es una maniobra para ganar más dinero o refleja una total falta de previsión”, afirma Neira.

Sobre las negociaciones, Neira confirma que será el próximo jueves cuando se informe debidamente a los trabajadores de la situación, aunque si puede confirmar que la Xunta ha pedido más documentación a Povisa y que la Consellería incluso baraja la posibilidad de asumir la gestión de la farmacéutica, uno de los principales puntos en las conversaciones entre el centro y el SERGAS.

“La CIG ha solicitado la documentación relativa a las cuentas auditoras de 2017, pero tenemos las de 2016 y esas cuentas no reflejan la posibilidad de solicitar la entrada en concurso de acreedores, porque no es una empresa en quiebra, ya que pertenece a un grupo empresarial que da beneficios”, afirma Neira.

EMPLEADOS Y USUARIOS

Los empleados por el momento viven atentos a la actualidad de la empresa, ya que nadie les ha garantizado ni el cobro de las próximas nominas ni mantener sus puestos de trabajo. Además, desde la CIG critican las formas en las que se comunicó a los aslaraiados la solicitud de entrar en el preconcurso. “El viernes nos lo comunican por correo electrónico y muchos profesionales se enteran de esta decisión por las noticias”, afirma Neira, que considera que una empresa que vive una situación tan comprometida “no puede actuar de esta forma”.

En lo relativo a los usuarios de Povisa,  de momento el discurso que transmiten desde la CIG es de calma, ya que por el momento la situación de inestabilidad no ha repercutido en la atención a los pacientes, que sigue siendo tan "profesional" y "correcta" como antes del anuncio del pasado viernes. 

“No se han despedido a trabajadores y la atención es la correcta. Los pacientes tienen que estar tranquilos porque se siguen prestando los mismos servicios que hasta ahora”, si bien Neira matiza que le parece inconcebible que el SERGAS y Povisa “metan a trabajadores y usuarios en su lucha a estas alturas”. Además, advierte de que los centros hospitalarios de Vigo no pueden absorber en la actualidad los más de 135.000 usuarios de Povisa en caso de que esta dejase de ofrecer la cobertura sanitaria.

Por otro lado, Luis Villares, líder de la confluencia En Marea, afirmó hace unos días que la solución sería reintegrar todos los espacios sanitarios en el ámbito público, algo que, aunque Neira ve con muy buenos ojos, cree que es una posibilidad muy remota. “Es algo que nos gustaría porque integrarnos en el SERGAS nos garantizaría una estabilidad que ahora no tenemos, pero es inviable en este momento”, lamenta la miembro de la CIG.