El PP pide eliminar el voto rogado y simplificar el sistema electoral para los residentes en el extranjero

El PP ha defendido este martes en el Parlamento gallego una proposición no de ley, que será votada y aprobada este miércoles, en la que se solicita al Gobierno una reforma legislativa para eliminar la exigencia de voto rogado para los españoles residentes en el exterior, así como la simplificación de los trámites para que este colectivo pueda ejercer su derecho al voto.

La diputada popular Raquel Arias ha sido la encargada de defender esta proposición que, a falta de clarificar con la oposición las enmiendas presentadas, saldrá adelante en la segunda sesión del Pleno, este miércoles.

En su intervención, Arias ha reivindicado el derecho de los españoles a "ejercer su derecho a voto independientemente de donde vivan" y ha lamentado la "enorme carga burocrática" y el "esfuerzo" que supone el voto rogado, lo que ha provocado, desde la reforma electoral de 2011, la "caída drástica de la participación del voto exterior" en los comicios españoles.

En concreto, Raquel Arias ha apuntado que, según los datos de la Junta Electoral Central, en los comicios generales de 2008 participaron el 31,88% de los electores del censo de residentes ausentes, mientras que en las elecciones de 2016 solo consiguieron solicitar el voto el 8,78% y lo ejercieron el 6,3%.

La colectividad española en el exterior, entre la que se encuentra una importante cifra de gallegos, "sigue pidiendo que se adapte la normativa a algo lo más similar posible a lo que se tiene en España", ha dicho Arias, que ha reclamado que se "facilite este proceso".

VOTO EN URNA
En este sentido, la propuesta del PP pasa por "eliminar el voto rogado" y articular un "sistema de depósito en urna" similar al que se celebra en España, con anticipación de la distribución de la documentación a la diáspora y la ampliación de tres a siete de los días de votación, entre otras cuestiones.

Sin embargo, la proposición no de ley que ha sacado adelante el PP no entra en tanta profundidad en la propuesta y busca ser "de mínimos", reclamando únicamente al Gobierno que ponga en marcha medidas para que se elimine el voto rogado y se simplifique el sistema de votación.

Durante el debate de este martes, el grupo popular se ha mostrado de acuerdo con incluir en su propuesta -como adición, aunque no como sustitución-- las enmiendas presentadas por el PSdeG y por el BNG. En concreto, los socialistas apuestan por instar a los grupos políticos del Congreso a llegar a un acuerdo previo que permita una modificación de esta índole, mientras que los nacionalistas han hecho hincapié en la situación del derecho al voto de las personas embarcadas en flota de gran altura.

MANTENER LAS GARANTÍAS
El punto que ha generado más inquietud ha sido, para el BNG, la posibilidad de que esta reforma "suprima las garantías" introducidas por la reforma de 2011. Así, Olalla Rodil ha asegurado que su grupo defiende "que hay que introducir facilidades para los gallegos de la emigración", aunque manteniendo "las garantías" que eviten el "fraude electoral".

"¿Puede y debe el Estado facilitar el ejercicio del derecho al voto? Puede y debe. Pero que no vuelva a este país el sistema que imperó hasta 2011, en el que medio cementerio de La Chacarita votaba en las elecciones", ha apostillado.

El mismo punto ha sido esgrimido por la diputada de En Marea Carmen Santos, que, tras reivindicar que "no se prive a la gente de ejercer sus derechos en el extranjero", ha asegurado que su grupo no apoyará ninguna reforma que permita que "puedan volver a votar los muertos".

Finalmente, el socialista José Manuel Díaz Villoslada ha garantizado el "compromiso" del Gobierno del PSOE con facilitar este proceso y "reformar la ley electoral", aunque ha amparado este proceso en la Subcomisión de Reforma electoral ya en marcha y que trata de "llegar a consensos" manteniendo las garantías.