En Marea: Baja mar

Manoel Barbeitos
Economista

Sé que muchos de mis queridos/as amigos/las de EN MAREA quedaron en estado de shock tras las elecciones generales (abril 2019) por el pobrísimo resultado conseguido. Los entiendo, sé el esfuerzo que hicieron y el entusiasmo con que se lanzaron la campaña electoral sabiendo de antemano que las condiciones eran muy difíciles y claramente desfavorables. Pero no deben desmoralizarse pues hay mucha tarea pendiente (elecciones locales, autonómicas …). Lo que sí deben es reflexionar (sé que lo están haciendo y seguirán) para analizar con rigor las razones de los resultados obtenidos y luego fijar estrategias cara el inmediato futuro.


Una reflexión que, en mi opinión, debe tener en cuenta las siguientes evidencias. Galicia, como ya he señalado en artículos anteriores no es ni el País Vasco ni Cataluña donde el sentimiento nacionalista y mucho más fuerte como se puede ver claramente en la diferente fuerza e implantación de las fuerzas nacionalistas y soberanistas. En Galicia las elecciones generales casi siempre tienen un componente español muy potente dado que muchos/as gallegos piensan que las fuerzas estatales defienden mejor los intereses de los/las gallegos/las en el Parlamento español que las fuerzas autóctonas. Los resultados están ahí y no dejan lugar a dudas. Junto a esta evidencia histórica está además comprobado que, facilitado por el grande desenrollo de los nuevos medios de información y comunicación, vivimos tiempos en que un porcentaje muy relevante de la ciudadanía gallega y española es muy voluble en su voto que puede dar grandes giros en el tiempo. EN MAREA fue, en este caso, una de las fuerzas mas afectadas por esta tendencia que parece muy acentuada entre sus potenciales votantes.


El resultado obtenido por EN MAREA en las anteriores elecciones generales fue muy engañoso. No se debiera olvidar  olvidar que se produjo en un contexto muy favorable pues el PSOE atravesaba una honda crisis por luchas intestinas y en el BNG los liderazgos aún no estaban consolidados. En este marco la situación era claramente favorable la una opción política de izquierdas que se presentaba cómo nueva, distinta y fresca que los partidos tradicionales. En aquel momento sus dirigentes deberían tener en cuenta que mantener aquel apoyo electoral no sería fácil ya que no se debía rechazar que tanto el PSOE como el BNG habían recuperado en el tiempo parte de apoyo perdido. Que esto había sucedido dependería tanto de la acción política de EN MAREA como del PSOE y el BNG.


Sin embargo  la acción política de los representantes de EN MAREA en el Parlamento español fue muy decepcionante  para muchos de sus votantes. Estos comprobaron como algunas de las promesas electorales mas atractivas (como por caso a formación de grupo parlamentario propio) no se cumplían así como que tampoco la labor de clara defensa de los intereses de los gallegos fue muy brillante (he ahí su negativa a defender una agenda gallega). Paralelamente la marca municipal de EN MAREA (FERROL EN COMUN, MAREA ATLANTICA y COMPOSTELA ABERTA) empezó un claro y aparentemente imparable proceso de erosión tanto por evidentes fallos de gestión como por comportamientos de cariz despótico que pusieron en cuestión las promesas electorales que habían despertado tanta expectación.


Hoy ya no quedan dudas de que la reciente historia cainita de EN MAREA le pasó factura. Inmediatamente después de las elecciones generales de 2016 quedó muy claro que para las fuerzas partidistas (PODEMOS, IZQUIERDA UNIDA Yanova) EN MAREA no era mas con una alianza coyuntural entre partidos que cómo tal no debía consolidarse política o institucionalmente. Este plantexamento partidista, legítimo pero demoledor como se vio, DIO paso a que las lógicas diferencias partidarias habían tenido reflejo y protagonismo en el interior de EN MAREA. Unas diferencias imposibles de ocultar y que se fueron agrandando conforme pasaba el tiempo a lo que contribuyeron con celo merecedor de mejor premio muchos altavoces gallegos (CRTVG, La Voz de Galicia…) difundiendo y ampliando con profusión y deleite la imagen de una organización política ingobernable y, como tal, nada diferente de los partidos tradicionales.


Entre los hechos de carácter externo pero con grande influencia electoral estuvo el fuerte impacto provocado por el resurgir de la derecha franquista en España. No solo la aparición de VOX, una fuerza de carácter claramente fascistoide, sino además la derechización que de la mano de Casado y Ribera adoptaron tanto el PP como Cs supuso una deriva que asustó la mucha gente que temió por una vuelta a larga y negra noche franquista. Un temor que hizo que el voto progresista se había concentrado mayormente en el PSOE –para muchos la mejor garantía frente al fascismo- y, en menor medida, PODEMOS. Una concentración del voto que perjudicó claramente las fuerzas emergentes: EN MAREA, COMPROMIS, COMUNS….. Otro hecho, también de grande impacto en la opinión pública, fue la moción de censura triunfante (mayo 2018) que lanzó a Pedro Sánchez y al PSOE la presidencia de gobierno y provocó el alivio de muchos ciudadanos al ver a M. Rajoy y al PP había sido del gobierno de España gracias al voto favorable de la mayoría de los partidos democráticos. Un estado de ánimo que El PSOE supo capitalizar, muy inteligentemente, por encima de otras fuerzas.


Al mismo tiempo, y para remate, la división de EN MAREA dio lugar a que en estas elecciones generales concurriesen en el escenario electoral de Galicia cuatro fuerzas que se decían de izquierdas: EN MAREA, PSOE, PODEMOS-IU-MAREAS EN COMUN- EQUO y BNG. Una elevada fragmentación que, necesariamente, restaría votos a todas o, como se comprobó, la parte de ellas –en este caso EN MAREA y PODEMOS-IU-MAREAS EN COMUN EQUO-. La izquierda tradicional le ganó claramente la batalla a izquierda que se presentaba cómo innovadora quien, por otra parte, fue víctima del desigual y desequilibrado tratamiento informativo recibido por las distintas organizaciones. Una publicidad, pública y privada, en la que EN MAREA apareció como claramente damnificada.


En un marco tan complejo y con tantos matices y puntos negros era muy difícil que EN MAREA, orgánica y mediaticamente la más débil, hubiese tenido un buen resultado electoral. Otra cosa es valorar sí el castigo recibido fue, o no, excesivo con relación a los fallos y errores cometidos por EN MAREA.




AV.- 28A.- Villares (En Marea) afea a Pablo Iglesias que viniese a Galicia a hacerse

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