#Claves de la semana

​Juan Gómez-Jurado: “Hay mucho de Galicia en el espíritu de Loba Negra”

Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) es, hoy día, el escritor de thriller de más éxito y más internacional de España. Un éxito que desde el año pasado se ha multiplicado exponencialmente gracias a ‘Reina Roja’, la que muchos consideran su opera magna…al menos hasta ahora, ya que Antonia Scott y Jon Gutiérrez vuelven solo un año después para un nuevo desafío que los llevará a enfrentarse en la Costa del Sol a la ‘Loba Negra’, que da título a esta segunda parte. 


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Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) es, hoy día, el escritor de thriller de más éxito y más internacional de España. Un éxito que desde el año pasado se ha multiplicado exponencialmente gracias a ‘Reina Roja’, la que muchos consideran su opera magna…al menos hasta ahora, ya que Antonia Scott y Jon Gutiérrez vuelven solo un año después para un nuevo desafío que los llevará a enfrentarse en la Costa del Sol a la ‘Loba Negra’, que da título a esta segunda parte.


Los que no llegan a él por las páginas de algunos de sus libros lo hacen a través de las ondas por alguno de sus podcast, ya sea ‘Todopoderosos’ o ‘Aquí Hay Dragones’ (en ambos de la mano de Rodrigo Cortés, Arturo González-Campos y Javier Cansado), por el programa ‘Seriotes de AXN’ o, mismamente, por Twitter, donde no es raro verle responder a alguno sus más de 200.000 seguidores. A pesar de tantos compromisos, Juan Gómez-Jurado consigue sacar tiempo de donde sea, hasta en la hora del desayuno, para atender a Galiciapress y, entre bocado y bocado de cruasanes, explicar cómo ha influido Galicia en su obra, el proceso que sigue para concebir a sus personajes o si veremos algún día a Antonia Scott en la gran pantalla.


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Juan Gómez Jurado, atendiendo a Galiciapress | Foto: Sue Rainbow


Hay muchas personas que se han reenganchado a la lectura o que directamente han entrado en este mundo a través de alguna de las páginas de Juan Gómez-Jurado. Siempre quisiste ser escritor pero, ¿te lo imaginabas cuando leías a Roald Dahl o Julio Verne?


Sí, la verdad es que sí. Pero hay un momento en el que lo tengo muy claro, como el sueño del niño que quiere ser astronauta y dice: “Eso es lo que yo quiero hacer”. Es el verano en el que con 13 años leo tres libros que me cambian la vida: ‘Cementerio de animales’, ‘El Señor de los Anillos’ y ‘La tabla de Flandes’. Hay un instante en el que piensas: “Esto es maravilloso. Quiero ser parte de esto”. Supongo que le puede pasar lo mismo a un niño que quiere ser futbolista o a una niña que quiere ser médico. En un momento tú reconoces dentro de ti que eso se comunica contigo de una determinada forma y a partir de ahí empiezas a pensar en ello, al principio como un juego y luego como tu forma de vida.


‘Loba Negra’ sale con apenas un año de diferencia con respecto a ‘Reina Roja’. Muchos lectores todavía estaban procesando lo ocurrido en la primera parte. De hecho, muchos definen leer estos libros como “recibir una hostia”, ¿qué se va a encontrar Antonia en esta segunda parte?


Lo mismo pero mejor.


Pues siguiente pregunta.


¿Te vale así?


En la presentación ya advertiste que no ibas a desvelar mucho más del libro.


Porque se van a encontrar, de nuevo, con los mismos ingredientes que en ‘Reina Roja’: un thriller cargado de tensión, sentido del humor y personajes que son muy característicos y muy especiales. Y a los que me atrevo a decir que les va a costar mucho olvidar.


Hace falta mucho sentido del humor para escribir cosas que ericen la piel como las historias de Antonia Scott o El Paciente.


El sentido del humor hace falta para vivir. Es necesario. Cuando murieron mis padres, con muy poco tiempo de diferencia uno del otro, yo me refugié en la risa porque era lo único que me ayudó en unos momentos tan complicados y difíciles. Y de alguna forma con eso me di cuenta de que el sentido del humor no estaba incorporado a mis libros, o al menos no con la nitidez que a mí me gustaría. Probablemente por falta de madurez mía como escritor o porque todavía no había encontrado un estilo con el que me sintiera cómodo. Antes vendía muy bien, pero no era el fenómeno que está siendo esto con 14 meses en la lista de los más vendidos. Que realmente semana, a semana, a semana, a semana siga en esa lista…De hecho me acaban de llamar para decir que ‘Reina Roja’ ha pasado a ‘Loba Negra’ en las cuentas de la semana anterior. Lo cual es absurdo, porque desde el punto de vista editorial no coincide con ningún modelo.


El boca a boca.


Evidentemente. Es algo que solo puede venir del público, de los lectores. Son los que lo hacen posible. Hace mucho que nosotros directamente no hacemos publicidad ni nada. Lo que hacemos es ver cómo la gente se ha hecho con los libros. Les pertenecen. Entonces: ¿qué es lo que diferencia lo que hacía antes con lo de ahora? Simplemente que encontré que tenía que añadir más sentido del humor. Una manera más ácida y sarcástica de ver la vida. Y también le debo muchísimo a mis compañeros del podcast Arturo, Rodrigo y Javi. Cómo me enseñaron ellos a superar las cosas muy duras que han pasado en estos últimos años y cómo junto a ellos yo también me hecho mejor escritor aprendiendo a manejar el lenguaje de la radio y de la comedia.


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Juan Gómez-Jurado con Arturo González-Campos


¿Hay mucho de los Todopoderosos entre las páginas de ‘Loba Negra’ entonces?


No es tanto de ‘Todopoderosos’ como de una manera de ver las cosas. Que se parece, curiosamente, a la manera en la que los profesionales de verdad ven las cosas cuando les suceden. Me refiero a la Policía o la Guardia Civil. Cuando se encuentran con un muerto se protegen de manera natural con la risa. Me he encontrado con que muchos policías y gente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que al leer los libros me han escrito y me han dicho: “Es justo así la forma en la que vemos muchas veces las cosas”. Me contaba una inspectora de policía el caso de una señora que se había intentado suicidar tirándose desde un sexto piso, pero no había conseguido llegar al suelo porque se enganchó en un tendedero. Se había muerto igual, pero la situación puede despertar muchas risas. Entonces, efectivamente, llega un momento en el que solo puedes protegerte de esas cosas de esa forma. Y a mis hijos también les he intentado inculcar lo mismo, las mismas cosas que he aprendido mientras estoy con mis compañeros o mientras escribo, y es que solo se pueden procesar las cosas, sobre todo las más serias, riéndote de nuestra inconsecuencia, de la pretendida gravedad que muchas veces intentamos imbuir a las cosas. Mi padre cuando estaba agonizando con el cáncer se estaba descojonando. Y pensé: “¡Era esto!”


Los fans ya meten prisa con “¿Para cuándo lo nuevo de Antonia y Jon?”, pero, ¿piensas en el momento en el que se acabe el recorrido de Antonia Scott? ¿Puede pasarte como a Arthur Conan Doyle y que los lectores te obliguen a retomar el personaje?


Ya pasa ahora, y la respuesta es la que creo que debería haber dado a Arthur Conan Doyle: Habrá los que haya. Egoístamente hubiera preferido que Doyle se hubiera convertido en un esclavo para disfrutar de más novelas suyas. Mejor para mí; peor para él.


Entre escribir, presentaciones, actos, atender al Twitter, ‘Todopoderosos’, ‘Aquí Hay Dragones’, los ‘Seriotes de AXN’…a uno no le salen las cuentas. ¿De dónde saca Juan Gómez-Jurado el tiempo? ¿Cómo consigue un escritor con tantos compromisos organizarse para atender a todo? Porque seguro que la última de Star Wars tampoco la perdonas…


De hecho tengo entradas para el estreno, el preestreno y para dos días después. La pienso ver tres veces la semana que viene. ¿El tiempo? Fácil: durmiendo poco. Ayer mismo me acosté a las 4 de la mañana para escribir un artículo. Con calendarios estrictos, intentando hacer la mayor cantidad de cosas al día. También me aburro si solo estoy haciendo una cosa. 

De Antonia Scott habrá los libros que haya

No diré que sea una persona hiperactiva porque me parece que no creo que me corresponda ningún diagnóstico, pero hacer algo durante mucho rato me parece un aburrimiento. Para mí el infierno es currar ocho horas en una oficina. Lo haría por necesidad, claro. Pero no me refiero a una oficina concretamente, sino a cualquier trabajo con horarios, viendo todos los días a las mismas personas…Luego, curiosamente, me he buscado un trabajo donde veo todos los días a las mismas personas.


Volviendo a lo de si había o no algo de ‘Todopoderosos’ en el último libro… ¿y de Galicia? ¿Tiene algo el universo de Antonia Scott de su estancia en Santiago de Compostela?


Por descontado. Una de las cosas que más me sorprende es cómo el humor gallego cuesta mucho trasladarlo fuera. Yo voy a Madrid y cuento según qué chistes y no lo entienden. Hay bromas que solo se entienden aquí, que son como un milímetro más de sarcasmo y de sequedad. Y de eso sí que hay mucho, de la manera norteña también de ver la vida como la que tiene Jon. Hay mucho de Galicia en el libro, aunque solo sea en el espíritu. Jon es vasco porque es vasco, pero perfectamente podría haber sido gallego porque tiene esas mismas características de tozudez, por no llamarlo cabezonería, resiliencia y entrega total y absoluta a las personas que quiere con la desconfianza al resto.


Eres uno de los pocos escritores que puede acompañar a los lectores a lo largo de cualquier etapa de su vida, por eso en las firmas de libros encontramos a lectores de todas las edades que van desde ‘Rexcatadores’ hasta ‘Cicatriz’ ¿Es diferente el proceso para construir un personaje como el de Alex Colt en comparación con el de Simon Sax?


Muy diferente. Decía Roald Dahl: “Escribir para niños es como escribir para adultos solo que hay que hacerlo mejor”. Y es exactamente así. Tienes que esforzarte mucho para ser más concreto, para ser más preciso, para encontrar la palabra exacta y para que haya los términos lo suficientemente desafiantes para una edad como para que aprenda por contexto pero no demasiados hasta el punto de que el texto resulte críptico o inaccesible. Entonces eso supone un esfuerzo mental considerable. No imaginaba que fuera a ser tan difícil cuando me puse con ello y luego me di de bruces con la realidad. Es muy muy jodido escribir para niños…pero es muy gratificante. 

Jon es vasco, pero perfectamente podría haber sido gallego 

Cuando vienen los chavales a las firmas es lo mejor, poder verles. Ayer me decía uno: “Este me lo leí en una noche”. Y miras a la madre para comprobarlo, porque son 350 páginas, y ella te asiente. No sé qué quiere decir, pero desde luego significa algo. Para otras personas eso puede ser muy pequeño, pero para mí no, es muy importante. 


Hace poco te “acusaron” de utilizar un lenguaje simple y te lo tomaste como un alago. ¿Cuántas palabras puedes llegar a valorar y descartar hasta encontrar el término adecuado?


Escribir de una manera literaria es, no diré que relativamente sencillo, pero desde luego más asequible que llegar exactamente al mismo sitio sin perífrasis verbales, sin subordinadas, utilizando la cantidad justa de adverbios y la menor cantidad posible de adjetivos. Porque la literatura es evocación. Cuando yo escribo algo, aunque lo esté contando en tiempo presente como ‘Reina Roja’, cuando llega a la cabeza de los lectores sucede un segundo atrás en el futuro. Mi batalla fundamental es contra la incomprensión, contra el ser capaz de ser capaz de transmitir en el mínimo espacio la mayor cantidad de información posible.




Escribir un thriller canónico con las reglas del género para mí sería algo mucho más sencillo, porque ya lo he hecho varias veces y lo tengo interiorizado. Pero a partir de ahí tú te planteas nuevos retos. ¿Cómo puedo, respetando estas reglas, introducir algo nuevo de valor literario dentro de la narrativa? Eso es una tensión gigantesca porque supone tener que estar buscando palabras y metáforas concretas e imágenes literarias que sean evocadoras pero sin saltarte las reglas. Estás bailando siempre al borde de un tejado. Es muy gozoso y divertido pero corres riesgos. Cuando escribí ‘Reina Roja’ solo pensaba en que se me iban a tirar al cuello. Y sin embargo esa manera de contar las cosas, que no rompe pero sí estira las reglas del género, ha encontrado su resonancia entre la gente. Y no me preguntes cómo, porque no te voy a decir que es fruto de la casualidad, pero sí es imposible de prever. Tú no sabes lo que buscaba la gente, como cuando empezamos Todopoderosos.


Quién se iba a imaginar que Batman le interesaba a tantísima gente. Y sin importar el tema, que las entradas para verlo se acaban el mismo día.


Claro. Nos dijimos: “¿Te imaginas tener 10.000 oyentes?”. Vamos por medio millón. Es muy bestia. Y cada mañana hay 200 personas más. Lo único que importa es la manera de contar las cosas. La pasión es lo divertido y lo interesante. Eso es lo que a la gente le divierte y está genial porque es exactamente lo que nosotros hacemos. Nosotros no íbamos a cambiar porque la gente demandase otra cosa. De hecho, cuando alguien pide mucho un tema no lo hacemos porque entonces pensamos que esto de lo que se trata es de la sorpresa y el descubrimiento.


Es casi más para vosotros.


Tiene que ser así. Toda labor creativa se tiene que crear para una sola persona, que es el que la hace. No puedes trabajar ni hacerlo de otra forma. Lo digo de corazón. Yo escribo para mí como un pintor pinta para él. En realidad en ‘Todopoderosos’ hablamos para nosotros cuatro. Es una conversación a la que luego la gente se suma pero empieza y termina en la mesa. Luego después la gente la magnífica y multiplica. Pero nosotros no le hablamos a nadie. A veces incluso rompemos la cuarta pared, pero en muy contadas ocasiones.


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'Loba Negra' promete ser uno de los libros del año | Foto: Sue Rainbow


Ahora la pregunta que se hace todo el mundo y que estarás cansado de responder: ¿Cuándo va a estar Juan Gómez-Jurado en la gran pantalla? ¿Y si es de la mano de Rodrigo Cortés?


Pasará cuando pase. No lo sé.


¿Pero es el paso natural de un superventas acabar en el cine?


¿Has visto la adaptación cinematográfica de ‘La sombra del viento’? No. Ni tú, ni yo, ni nadie. Porque no existe. Hace poco puse en Twitter que llevo toda la vida fracasando en este empeño y es posible que dentro de 30 años sigáis haciéndome esta misma pregunta y que luego llegue mi hijo y se forre vendiendo mis derechos, como con Tolkien. Pero es injusto compararlo de esta forma, porque en otro momento sería imposible sin la tecnología con la que contó Peter Jackson.


Pero entonces es injusto comparar ‘Reina Roja’ con ‘La sombra del viento’, ya que ningún libro se parece a otro.


En este momento hablaba de características técnicas, porque hay libros con los que simplemente no lo consigues. Dices: esta es mi visión. ¿Cómo voy a contarla? ¿Cómo voy a intentar adaptarlo de la mejor forma posible? Y sobre todo hace falta dinero, no se puede hacer de cualquier forma. Y te acercas al mundo del audiovisual y o no encuentran la manera, o no aparece la persona adecuada o esa persona no tiene suficiente dinero como para llevarlo a cabo. Recibo decenas de veces al día mensajes que me preguntan cuándo vamos a hacer una adaptación con Rodrigo Cortés. Y al principio nos hacía gracia, ni lo mencionábamos. Porque no es algo que nos tengan que decir a nosotros, sino a un fondo de inversión y que pongan unos cuantos millones de euros para ser capaz de hacer algo. 

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