Un nuevo tiempo para Galicia

En España y en Galicia se abre un ilusionante tiempo nuevo. Un punto de partida con el comienzo de un Gobierno progresista de coalición, que indudablemente estará lleno de retos y de intenso trabajo por la protección de la ciudadanía. Es una legislatura en la que se continuará ganando derechos y libertades, se seguirá trabajando por mejorar la convivencia y se incidirá en la defensa de la justicia social de la mano de un ejecutivo que tendrá también sobre su mesa las necesidades específicas de esta comunidad.

El pasado 10 de noviembre la ciudadanía española, al igual que la gallega, decidió de nuevo avanzar, apostar por las fuerzas de progreso. El Partido Socialista resultó la fuerza más votada y con el mayor número de representantes, pero las derechas y la ultraderecha optaron por la irresponsabilidad y el bloqueo y trataron de boicotear la formación de gobierno.

Frente al ejercicio de diálogo y responsabilidad necesario para conseguir el arranque de la legislatura, formando una coalición de progreso, de diálogo y de justicia social, la coalición de facto de las derechas y la ultraderecha mostró su peor cara. Con sus votos de intransigencia, sus broncos debates, sus insultos, sus mentiras y sus fake news, intentaron por todos los medios impedir la investidura de Pedro Sánchez y el inicio de un gobierno con plenitud de funciones para dar solución a los problemas del país.

Han sido días en los que han ocurrido hechos muy graves y antidemocráticos, como las inadmisibles presiones que hemos recibido las diputadas y diputados que íbamos a votar sí. Fuimos señalados con mensajes de todo tipo, pidiéndonos, exigiéndonos, presionándonos para votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez.

Han sido días en los que han ocurrido hechos muy graves y antidemocráticos, como las inadmisibles presiones que hemos recibido las diputadas y diputados que íbamos a votar sí. Fuimos señalados con mensajes de todo tipo, pidiéndonos, exigiéndonos, presionándonos para votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez.

En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida (Lorca)

Yo voté sí a la investidura de Pedro Sánchez porque quiero un proyecto progresista para España que seguirá poniendo en marcha políticas para reducir la desigualdad. Y voté sí porque quiero un gobierno que apueste por los servicios públicos. Y voté sí porque quiero que los problemas de Galicia sean tenidos en cuenta, tras demasiados años en los que Rajoy nos ignoraba y Feijóo, cómplice, no se atrevía a alzar la voz contra su jefe.

Con la investidura de Pedro Sánchez da comienzo una nueva etapa caracterizada por el diálogo, el trabajo y el compromiso para afrontar los desafíos de España y de Galicia. Junto con la subida de las pensiones y el salario mínimo, siguiendo la senda del primer año de gobierno socialista, llegarán nuevas mejoras para los empleados públicos y para los trabajadores, así como más medidas para fomentar la igualdad de hombres y mujeres y para combatir el cambio climático.

Son cuestiones de gran importancia para los gallegos, que padecemos sueldos y pensiones más bajos; y que se suman a otras reclamaciones singulares que el ejecutivo presidido por Pedro Sánchez ya había comenzado a resolver: se profundizará en los avances para conseguir la transferencia de la AP-9 y la rebaja de sus peajes y se aprobará el estatuto para la industria de gran consumo energético.

Por tanto, la elección de Pedro Sánchez como presidente del gobierno contribuirá, sin duda, a que 2020 sea el año del cambio en Galicia. Después de recabar el apoyo mayoritario de los gallegos y las gallegas en las distintas citas electorales que han tenido lugar en 2019, estamos preparados para dar también a esta tierra el gobierno que necesita para abrir una nueva etapa de progreso, con Gonzalo Caballero como presidente de la Xunta.

Diputados gallegos en el Congreso con Gonzalo Caballero el día de la investidura