La familia del presidente del Celta fue "pieza clave" en el desembarco de PEMEX en Galicia

Que Carlos Mouriño goza de una buena relación con el PPdeG y, por el contrario, tiene problemas con el alcalde Abel Caballero (PSdeG) no es algo nuevo. Las continúos enfrentamientos por el proyecto de ciudad deportiva del Celta y su centro comercial en el  vecino ayuntamiento de Mos han permitido visualizar la tensión entre  dos bandos. Por un lado, el presidente del Club -apoyado en esta operación urbanística por el PPdeG y la Xunta- y por otro regidor vigués, uno de los principales líderes del socialismo gallego y estatal.

Lo que es nuevo es el papel "clave" que, según publicó Nós Diario, jugaron los Mouriño en las inversiones. Inversiones polémicas no solo porque al final se construyeron muchísimos menos barcos de los anunciados, sino también por la reciente detención de Emilio Lozoya, el CEO de Pemex, acusado de corrupción entre otros casos por las inversiones en España.

Según el citado diario, los Mouriño "están la adjudicación detrás de los floteles". Juan Camilo Mouriño, hijo del presidente del Celta, jugó un papel destaco en el anterior gobierno azteca, hasta su repentino fallecimiento en un accidente de avión en 2008.  Llegó a ser Secretario de Gobernación de México y Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República del derechista Enrique Peña Nieto. Anteriormente,había sido el jefe de su campaña electoral. 

Cuándo la prensa mejicana informó de la inversión de PEMEX en Galicia, la vinculó a la promesa de Juan Camilo Moriño de apoyar al naval gallego, promesa realizada por el joven político durante una visita a Vigo en 2007, escribió en su día la Revista Fortuna. Según Contralínea, fue Juan Camilo Mouriño fue quien lanzó toda la operación, hoy en el punto de mira de la Justicia azteca tras una investigación impulsada por el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.

Lo cierto es que no es la primera vez que López Obrador mete en apuros a la familia del presidente del Celta por algo relacionado con PEMEX. Ya en 2018, el entonces opositor acusó a Juan Camilo Mouriño de beneficiar a la empresa familiar Grupo Energético del Sureste mediante contratas de PEMEX, acusaciones que el alto cargo negó.