​Jácome no suma: Los apoyos a Baltar vuelven a mermar en la provincia y en la ciudad de Ourense, pese al respaldo de DO

La atalaya sobre la que Manuel Baltar domina la provincia de Ourense es, a cada año que pasa, un poco más baja. Feudo incuestionable de los populares, ya en las elecciones locales de mayo de 2019 el sillón del presidente de la Diputación pareció tambalearse hasta el punto de que solo un pacto de última hora con Democracia Ourensana y a cambio de sacrificar la ciudad de Ourense, la joya de la corona, permitió a la saga Baltar seguir al frente del organismo provincial.

No obstante, los resultados de este domingo parecen aventurar que el dominio de los Baltar cada vez goza de menos apoyos. Si bien la provincia vuelve a ser azul y la victoria de los populares no deja lugar a dudas de su poder, la realidad es que de los nueve escaños logrados en 2016 ha perdido uno, y que en cuatro años en la provincia ha perdido casi 11.000 votos. Pese a todo, el porcentaje de apoyo es el mismo: 53,13%.

Jácome junto a Baltar

Y eso a pesar de que la participación a nivel provincial subió, algo que benefició mayoritariamente al BNG, cuyo apoyo creció en casi catorce puntos, mientras que el PSdeG, que perdió poco más de 400 votos, también creció porcentualmente con un 19,69% de los votos, un 2,07% más que hace cuatro años. Nacionalistas y socialistas se repartieron los otros seis escaños puestos en juego, si bien la lista de Ana Pontón recibió casi 400 votos más que la de Gonzalo Caballero.

Además, cabe destacar que mientras que el BNG recogió mayoritariamente los antiguos votos de En Marea (24.222), los 7.723 votos que en 2016 cayeron del lado de Democracia Ourensana, que en esta ocasión no concurrió a las autonómicas previsiblemente por el pacto alcanzado con los populares el año pasado y dio su apoyo a la candidatura de Feijóo, y los más de 3.300 votos que perdió Ciudadanos de unos comicios a otros, no fueron a parar a las papeletas de los populares. Esos once mil votos puestos sobre el tapete fueron a parar lejos de los bolsillos conservadores, ya que más de 3.000 se fueron a la ultraderecha, con Vox cosechando unos pobres resultados pese a robarle votantes a Cs y PPdeG.

Por otra parte cabe destacar a Marea Galeguista a nivel provincial, la que prometía ser la séptima fuerza en discordia, pero que en las cuentas ourensanas tenemos que bajar hasta la novena posición para ver sus resultados: solo 188 votos y superado por Espazo Común-Recortes Cero de Pachi Vázquez y PACMA.

EL APOYO DE JÁCOME NO ASEGURA NADA

Para ejemplificar la pérdida de peso y el desgaste del PP ourensano solo hace falta radiografiar lo ocurrido en la capital. El apoyo de Jácome en Ourense se tradujo en la ciudad en 1.739 votos menos, pese a que DO había cosechado 5.382 cuatro años antes. 

Pero no hace falta irse tan lejos. En mayo de 2019 las listas populares recibieron 12.482 votos, y apenas un año después, el PPdeG no logró arañar ni 10.000 votos más, y eso que los más de 11.000 votos que en su día llevaban el nombre de Jácome parecían tener un destinatario claro en esta ocasión, al igual que los casi 4.000 votos que se dejó por el camino Ciudadanos. De hecho, la fuerza naranja ha pasado al ostracismo en la ciudad, donde cuenta con dos concejales.

Diferente suerte tuvieron también en la capital los nacionalistas, que crecieron exponencialmente tanto en comparación con las autonómicas de 2016 como con las locales de 2019. Con las primeras la diferencia es de casi 10.000 votos; con las segundas es de 8.000. Los socialistas, en cambio, sufrieron un pequeño descenso en comparación con las municipales (4.000 papeletas menos), pero mejoraron los registros de hace cuatro años. A pesar de todo, no les alcanzó para ser la segunda fuerza de la ciudad.

Ya atendiendo a otras localidades, a los populares les pasó factura por ejemplo la crisis del paritorio de Verín, municipio en el que perdieron más de un millar de votos, Xinzo, donde se dejó medio millar de apoyos, o Allaríz, municipio dominado por el BNG.

BALTAR “EN DECLIVE” PARA EL PSDEG

Pese a los resultados menos satisfactorios de lo esperado, Baltar quiso sacar pecho ante los medios al afirmar que la de Ourense fue “la provincia con mayor porcentaje de participación -60,86%-, no solo en Galicia sino también en el País Vasco”. "Más de 1 de cada 2 ourensanos ha votado al Partido Popular y a sus propuestas", indicó Baltar, que se refirió al porcentaje de apoyo pero no a los votos perdidos, mientras que sobre el escaño perdido se limitó a culpar a la Ley D’Hondt y al descalabro de En Marea en beneficio del BNG.

Por su parte, en el seno del PSdeG hicieron lo propio para celebrar ese escaño arrebatado a los populares, “la única fuerza política de la provincia que no aumenta apoyos”. Para los socialistas los resultados reafirman “la tendencia de las elecciones generales y municipales, al ser la tercera vez consecutiva en la que los populares pierden votos en las urnas y la tercera en la que los socilalistas suman nuevos apoyos”.

En ese sentido, Juan Carlos Francisco, segundo diputado elector por los socialistas auriense, felicitió a Feijóo por su victoria y al BNG pro sus “excelentes resultados”. Con todo, tachó los resultados del PSdeG como “satisfactorios” y celebró el aumento en el porcentaje de votos. “En un plazo no muy largo de tiempo el PPdeG será pasado”, advirtió Francisco.

Por su banda, Rafael Rodríguez Villarino, secretario provincial, señaló que los resultados mostraban “claramente un cambio”, ya que si bien antes era el interior el que mantenía al PPdeG “ahora es la costa”, y que los socialistas “vienen aumentado voto” elección a elección. A su vez, mandó un mensaje a Baltar, señalando el “claro declive” de los populares y denunciando que “el triunfalismo no tiene sentido ni tapa sus defectos”, sobre todo después de no ser capaz de ganar el voto urbano con el respaldo del alcalde de Ourense.