​La vuelta al cole... y a los miedos

Hace dos semanas que ha empezado el colegio para los niños y niñas de primaria e infantil, con ello han tenido que aprender muchas normas nuevas y adaptarse después de seis meses sin acudir al centro escolar, a una nueva normalidad. Gracias a su gran capacidad y plasticidad hemos podido ver como aceptaban que había que estar con mascarilla, que tendrían que mantener una distancia con los que son sus amigos y amigas (que en muchos casos hacía meses que no veían)... múltiples han sido los cambios que han tenido que experimentar y con ellos han venido los miedos a los contagios, a volver a tener que estar encerrados en casa sin salir a jugar a la calle, a no poder tocar más a sus amistades ...

Durante la infancia se encuentra la etapa en la que más miedos se experimentan: cuando son bebés tienen miedo a los desconocidos, hasta los tres años existe la ansiedad por separación de sus figuras de apego, de los 4 a los 6 puede aparecer el miedo a las cosas irreales, los niños mayores de siete años comienzan a tener miedo a los peligros de la vida real (robos, catástrofes naturales, entrega de trabajos...). Como podemos observar la infancia es una época en la que el cerebro tiende interpretar determinadas situaciones como peligrosas produciendo por lo tanto situaciones de ansiedad, lo cual hace que muchas veces los padres estén perdidos y no sepan como manejar la situación. La situación actual que estamos viviendo ha hecho que estos miedos se acentúen y que muchos progenitores se encuentren todavía más perdidos y ¿qué es lo que podrían hacer?

Los pequeños y pequeñas de la casa necesitan saber que lo que están sintiendo es normal y por qué los sienten. Hablen sobre ello y háganle saber que es normal que tengan miedo 

Lo primero es validar las emociones: Los pequeños y pequeñas de la casa necesitan saber que lo que están sintiendo es normal y por qué los sienten. Hablen sobre ello y háganle saber que es normal que tengan miedo en esta situación y que entienden como se siente.

Lo segundo es tranquilizarles: Háganle saber que cuentan con su apoyo, que pase lo que pase podrán acudir a ustedes para hablar sobre el tema y buscar una solución.

Lo tercero es empoderarles: Muchas veces intentamos proteger a nuestros hijos e hijas evitándoles cierta información o la realización de determinadas tareas, lo cual en muchas ocasiones les genera la equivocada sensación de que ellos/as no son capaces, por eso mamá o papá siempre lo hacen por ellos/as. Dadles seguridad, ofrecerles vuestra confianza, crecerán mucho más fuertes y con una autoestima mucho más sana.

Si su hijo o hija acude a usted para decirle como se siente no es porque crea que ustedes lo van a solucionar si no porque quieren compartir con quien quieren sus sensaciones, compártanla ustedes también con ellos/a 

Por último, no les oculten información. Transmítanle un mensaje claro y adaptado a su comprensión sobre lo que está pasando, las normas que hay que cumplir y lo que puede pasar en caso de que haya un positivo en clase. Muchas veces subestimamos la capacidad de los niños para entender ciertos temas y es importante que vean que los tratamos como iguales y que no les mentimos, ya que esta percepción hará que tengan todavía más ansiedad.

Si su hijo o hija acude a usted para decirle como se siente no es porque crea que ustedes lo van a solucionar si no porque quieren compartir con quien quieren sus sensaciones, compártanla ustedes también con ellos/as, háganlos partícipes en su día a día.