​¿Cómo sobrellevar estas extrañas navidades?

Los seres humanos somos de costumbres, lo cual hace que este año sea todavía más complicado puesto que la situación sanitaria que estamos viviendo nos hace cambiarlas un día si y otro también.

Una de las tradiciones que nos obliga a romper en muchas casas son las reuniones familiares de navidad. Muchos y muchas de nosotros teníamos la esperanza de que al menos estas fiestas se pudiesen celebrar con normalidad y en marzo cuando todo empezó y dirigía nuestras vidas la incertidumbre (incluso más que ahora) veíamos como algo impensable que no pudiésemos celebrar las navidades. Cada día se iba acercando más la fecha y en nuestros pensamientos ya empezaba a tener cabida la posibilidad de que no fuesen unas navidades como siempre, la excusa para reunirnos toda la familia en esas fechas cada vez iba volviéndose menos real. Finalmente, las restricciones hacen que mucha gente no pueda verse en persona y hacer una cena o comida como las de siempre y aquí es cuando comienzan a aparecer los pensamientos catastrofistas y el bajo estado de ánimo. Pero, ¿por qué nos afecta tanto no poder celebrar unas fiestas navideñas como lo hacemos normalmente? Pues bien hay varios factores que influyen a la hora de interpretar esta situación: el primero es como comentaba antes que somos seres de costumbres, lo que hace que nos cueste adaptarnos a las nuevas situaciones ya que nuestro cerebro ya tiene hecho un esquema mental de acuerdo a como deben de ser estas fechas y le cuesta adaptarse a una nueva situación, pero no se preocupen que lo hará. El segundo es el sentimiento de culpa que aflora por no haber disfrutado en otras ocasiones de la navidad, pero por supuesto nosotros no teníamos el control sobre lo que pasó o lo que pasará por lo que seguro que lo han disfrutado de la manera que sentían más conveniente en ese momento. Por último, la nostalgia de no poder reunirse con nuestros seres queridos cuando estas fechas son las únicas en las que nos vemos toda la familia, y a esto solo queda una alternativa: ¿Y si nos vemos otro día? No pasa nada por no tener nada concreto que celebrar si no lo importante es vernos y disfrutar de la buena compañía.

Por otro lado, también se hace evidente el miedo de muchos y muchas a pasar sus primeras navidades solos, bien porque no pueden acudir a sus domicilios familiares o porque tienen miedo de poder contagiar a otras. Algunas de las recomendaciones para que pasar las navidades sola no se convierta en ningún drama son: primero validar las emociones que sentimos, a veces viene bien pararse y ver como nos sentimos e identificar la causa de ello así como aceptar esa emoción y permitirnos tener esas sensaciones, segundo pensar que en muchos casos es una situación pasajera y que podremos celebrarlas con normalidad en otra ocasión, tercero no aislarnos y hablar por otros medios con nuestros seres queridos aunque sea desde la distancia y por último reflexionar sobre por qué le damos tanta importancia a una norma social.

En definitiva, nuestro cerebro es de costumbres pero se adapta a nuevas situaciones y lo hemos comprobado con todo a lo que se ha tenido que acostumbrar este año. Estas fechas señaladas es normal que aparezcan muchos sentimientos y emociones diversas, permitámonos sentir y pensemos que habrá otra oportunidades para poder reunirnos.