Un estudio reciente ha demostrado que estamos ante un nuevo perfil de cliente. El cliente joven está cambiando el método de compra y eso hace que la marca tome todavía más importancia en la decisión final de compra. Como se ha podido comprobar, el cliente antiguo valoraba positivamente las marcas, pero los nuevos clientes valoran con optimismo las marcas, incluidas las de nueva creación. Son clientes que no se cierran a lo tradicional, sino que están abiertos a nuevas experiencias.

Estos datos ya lo conocen las nuevas y antiguas marcas, de aquí que estén contratando a especialistas en marketing para recordar a los consumidores que existen. Desde el portal de recursos humanos https://espaciorrhh.com/ nos comentan que cada vez hay más demanda de ese tipo de perfil. Eso se debe a que una marca que no se conoce, es una marca con poca demanda y condenada al fracaso. Lo importante es recordar al consumidor final que la marca existe y así ser una alternativa en la cesta de la compra.

La marca comercial

La marca, aunque pueda parecer un invento reciente, lleva con nosotros más tiempo de lo que pensamos. Se estima que las marcas llevan en la sociedad desde el nacimiento de los gremios, aproximadamente en la edad media. En esas fechas, se comenzó a identificar los productos de cada comerciante con un nombre o logo. Eso fue el inicio de las marcas comerciales, las cuales han ido evolucionando hasta ser lo que hoy son.

El objetivo de las marcas fue y sigue siendo el mismo, reconocer quien ha elaborado el producto y así ver si realmente nos interesa o no adquirirlo. En la actualidad, podemos conocer la marca comercial a través del nombre o logo. Con solo conocer la marca, sabemos si realmente nos interesa o no el producto. Por ese motivo, las empresas luchan porque sus clientes reconozcan su marca y tengan una buena valoración de la misma.

Desde LaMejorMarca.com nos informan que para que una marca sea efectiva tiene que tener una serie de características:

Sintética: debe contar con los elementos justos y necesarios. Como nos explican, esa característica se centra en decir muchas cosas en muy poco espacio.

Impactante: tiene que quedarse grabada en la memoria del cliente para que el mismo se vea empujado a adquirir sus productos frente a los de la competencia.

Transmitir sensaciones: es vital que la propia marca por sí sola sea capaz de transmitir sensaciones y esas deben ser positivas. Para conseguirlo, el producto tiene que ser de calidad, al igual que las campañas de marketing.

Fácil de reconocer: de nada sirve los esfuerzos en publicidad y promoción si luego el producto no es fácil de reconocer. La marca tiene que ser llamativa para que nada más verla se quede grabada en la memoria del cliente. Si la marca no se recuerda con facilidad, entonces la probabilidad de fracaso será muy alta. Como nos indican los expertos en marcas, el logo tiene que ser llamativo y el nombre muy sencillo de recordar.

Original: es vital que la empresa destaque por algo y no intente copiar. Si lo hace, perderá la originalidad y el consumidor irá siempre hacia el producto original. Es vital diferenciarse para poder disfrutar de una buena parte del pastel.

Perdurable y adaptable: la marca tiene que optar por un diseño y logo que sea moderno ahora y en el futuro. No siempre es fácil conseguirlo, por ese motivo en ocasiones lo que se suele hacer es renovar la marca. Eso sí, si se opta por esa opción, es vital hacer grandes campañas de publicidad para anunciar al consumidor los cambios. Si no es consciente de esos cambios, puede que tenga rechazo. Para evitar perder clientes, cuantos menos cambios, mejor. Y si son necesarios, puede ser una opción hacerlos poco a poco y sin perder la esencia original.

Proceso de decisión de compra

Gracias a los expertos en compras de compras10.top hemos podido conocer más a fondo como es el proceso de decisión de compra. Para comprenderlo, es vital saber definir correctamente la palabra consumo y consumidor.

• Consumo: Es el proceso en los que se realiza la apropiación y los usos de los productos.
• Consumidor: es la persona que obtiene los productos que se están comercializando para satisfacer sus necesidades.

Teniendo en cuenta esas dos definiciones nos es un poco más fácil conocer el proceso de compra.

- Necesidad: para que un proceso de compra se pueda desarrollar, es vital que el consumidor tenga una necesidad que debe ser satisfecha. Esa necesidad puede ser natural o artificial. Se denomina necesidad artificial cuando la publicidad es capaz de crear esa necesidad.

- Búsqueda de información: cuando el consumidor tiene la seguridad de que tiene la necesidad, comienza a investigar y evaluar las diferentes opciones que tiene delante. Aquí es donde entra en juego la imagen de marca. Cuanta más presencia e importancia tenga, más fácil es que el consumidor apueste por ella frente a la competencia. Esa decisión siempre se toma por propio instinto.

- Proceso de compra: es el momento más importante para el consumidor. Tiene que tomar una decisión de compra. En el mercado tiene diferentes opciones entre las que elegir. Pero según los últimos estudios, la gran mayoría de consumidores ante la duda siempre optan por las marcas más reconocidas. En consumidores de edad media o avanzada, no suelen dar la oportunidad a las nuevas marcas hasta que no son muy reconocidas. En cambio, los jóvenes en su búsqueda de información si suelen ofrecer oportunidades a las nuevas.

- Comportamiento de la compra: el consumidor tras realizar la compra evaluará si realmente le ha interesado por calidad precio. Si un producto no le satisface por cualquier motivo, lo más seguro es que tache la marca y no vuelva a adquirirla nunca más. En cambio, si le satisface, su cerebro grabará la marca como algo positivo y en la próxima compra irá directamente hacia ese producto.

Las marcas conocen muy bien el proceso y por ese motivo luchan día a día para llegar al consumidor y en consecuencia ser la opción favorita.