Descuentos en las gasolineras: el precio del surtidor no será el precio final, advierten empresarios

"Deprisa y corriendo" las estaciones de servicio trabajan a toda máquina de cara tener todo a punto para este viernes, momento en el que se comenzará a aplicar el descuento sobre los combustibles anunciado por el Gobierno de España.

Benigno Redondo, presidente de la asociación de pontevedra, vocal en la CEES y miembro de la junta de FEGAES, repasa para Galiciapress las vicisitudes a las que se enfrenta el sector, que tiene que "improvisar" para aplicar unos descuentos que, de primeras, saldrá de los bolsillos de los empresarios.

No contar con el sistema informático, el principal escollo: “El problema se podría resolver en 15-20 días. Nos han dado una moratoria hasta el día 15, pero el viernes ya tenemos que empezar a dar el descuento. ¿Cómo lo vamos a hacer?”.

Llenar el depósito será más barato a partir del viernes | Foto: EP

Seguramente en las últimas semanas haya buscado la forma de repostar y no perder un ojo de la cara en el intento. El precio del diésel incluso ha superado al de la gasolina en algunas estaciones de servicio en una vorágine alcista de los precios de los combustibles pocas veces vista antes. La economía de muchas familias depende de poder desplazarse en coche a sus lugares de trabajo, toda vez que el transporte público no resuelve todos los problemas, pero para ello precisan de precios competitivos que no les deje en números rojos a final de mes.

Por ello, para hacer frente a esta crisis, el Gobierno de España pondrá en marcha una rebaja sobre los carburantes e 20 céntimos por litro de combustible, pero solo 15 saldrán directamente de las arcas públicas. La propuesta se enmarca en el ‘Plan de Respuesta’ nacional ante las consecuencias que la guerra de Ucrania y otros conflictos provocan sobre la economía española. Los usuarios abrazan la medida pero las gasolineras cuentan con muy poco margen para aplicar unos descuentos apresurados y para los que no cuentan en muchos casos con la infraestructura necesaria para aplicarlos.

La Federación Galega de Estaciones de Servicio (Fegaes) ve con buenos ojos la propuesta, pero trabaja incansablemente y a contrarreloj para llevarla a cabo. Benigno Redondo es uno de esos empresarios que hoy está echando cuentas y tratando de coordinar todo el entramado al que se enfrentan en el sector. Presidente de la asociación de Pontevedra, vocal en la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEES) y miembro de la junta de FEGAES, Redondo trata de tenerlo todo a punto, aunque reconoce que “hace falta más tiempo”.

“NOS OBLIGAN A PONER ESOS 15 CÉNTIMOS DE NUESTRO BOLSILLO”

“Vemos muy bien este descuento, que llevábamos solicitando mucho tiempo vía bajada de impuestos a los hidrocarburos e IVA. No nos han hecho caso, aunque sí en el descuento, con el que incentivarán el consumo”, explica Redondo, que sin embargo critica “la improvisación, la manera de hacer las cosas” a la que someten al sector.

“Nos obligan a poner de nuestro bolsillo estos 15 céntimos, aunque después nos lo devuelva la Agencia Tributaria. No se puede sacar un Real Decreto de un día para otro con estos descuentos agresivos. Hablamos de mucho dinero que algunos no sabemos si lo vamos a tener para hacer frente a estos descuentos. Es una problemática muy gorda que estamos viendo cómo se puede resolver”, comentan desde FEGAES.

Unos descuentos agresivos y difíciles de reflejar porque, como exponen, precisan de un sistema informático que todavía no está preparado. “En un día no es fácil reconvertirlos y adaptarlos para que el descuento sea efectivo”, critica Redondo.

“No podemos apuntar en una libreta los descuentos. Luego para solicitar la devolución a Hacienda hay que declararlo, y ahí vienen los problemas para justificar los tickets. Hay una serie de escollos que se nos han planteado de un día para otro con una difícil solución”, lamenta, al tiempo que dice encontrarse, como muchos, “improvisando” y “deprisa y corriendo”.

MUY POCO TIEMPO PARA MANIOBRAR

El tiempo apremia, porque el viernes comenzarán a aplicarse los descuentos. Mientras, muchos usuarios denuncian que algunas estaciones de servicio ya han inflado los precios desde que Moncloa anunciase la medida. Desde FEGAES rechazan de pleno estas prácticas: “No hacemos juegos de trileros”, sentencian.

“No puedo decir que algunos lo hayan hecho o no, pero nosotros repercutimos diariamente los precios del petróleo en función de la subida y la bajada y siempre ponemos un margen. De hecho, estamos con unos márgenes históricamente muy malos. Con estas subidas perdemos mucho de nuestro margen, y se puede ver en el precio de estaciones sin personal donde el carburante está al mismo precio que las que tienen personal. Ahí se ve que no hay margen”, aclara Redondo.   

Unas declaraciones muy en la línea de las de la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas, que denuncia que la medida “asfixiará” al sector, especialmente a las "low cost", o las de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, que directamente tacha de “inviable” la propuesta del Gobierno de España por los tiempos que se manejan.

En FEGAES tratan de darle viabilidad a toda costa, aunque “es difícil”. “Estamos hablando con empresas informáticas. En el monolito tiene que reflejarse el precio que está a la venta, el precio normal, pero nosotros tenemos que hacer el descuento de los 20 céntimos. Hay dos precios diferentes y el sistema informático tiene que estar preparado para eso”, relata Redondo.

En un principio, la idea es que el cliente cuente con un ticket en el que se especifica el desglose de la operación con la rebaja. Además, el cliente tendrá que pagar en caja para que se le pueda aplicar el descuento, ya que el precio que sale en el surtidor y el del monolito no se corresponderá con la cuantía final una vez aplicada la rebaja. También trabajan los empresarios para que el surtidor pueda especificar la cuantía con el descuento.

“El problema se podría resolver en 15-20 días. Nos han dado una moratoria hasta el día 15, pero el viernes ya tenemos que empezar a dar el descuento. ¿Cómo lo vamos a hacer?”, se pregunta Redondo.

¿UN CIERRE PATRONAL A LA VISTA?

Este es el último pero no el primero de los muchos obstáculos que se han encontrado los empresarios de las estaciones de servicio en estas últimas semanas. Operando en algunos casos a pérdidas, varios son los negocios que incluso se plantean el cierre. “Nos llaman con esos planteamientos, incluso con el cierre patronal, algo sobre lo que por ahora no hay nada oficial. Pero sí hay compañeros indignados, que no pueden hacer frente a una situación insostenible, mientras tratamos de canalizar de la mejor forma posible las soluciones”.

En términos similares se expresan también los clientes, ojipláticos ante la empinada escalada de precios, inasumible para muchos hogares. Con todo, la rebaja puede ser un salvavidas para los usuarios. “Ven con buenos ojos los descuentos. Para el cliente es más fácil, porque no tiene que hacer muchas operaciones”, apostillan desde la federación.

También el paro de los transportistas supuso un agravio para el sector, si bien, por fortuna, en su conjunto no acusó un desabastecimiento importante. “Las estaciones abanderadas suelen tener el transporte concertado con la patronal. Ahí no hubo trascendencia con problemas de suministro. Fueron las estaciones más pequeñas, que contrata con autónomos, las que más acusaron el paro”, esgrime.

UNA “HOJA DE RUTA” PARA LOS RETOS DEL FUTURO

Julio Bazarra, presidente de FEGAES, explicó hace unos días que la organización se encuentra trabajando en un plan estratégico para el sector, un documento pionero a nivel nacional y que busca atajar los grandes retos a los que se enfrentará el sector a corto y medio plazo. Después de dos años de pandemia, en los que las estaciones de servicio fueron duramente golpeadas por los confinamientos que redujeron el volumen de ventas a mínimos históricos, desde el colectivo tratan de prepararse para el día de mañana, cuando haya que revolucionar el sector.

“Estamos trabajando en el plan”, dice Redondo, “planteando la hoja de ruta que consideramos necesaria para establecer el recorrido teniendo en cuenta el periodo de vigencia de los combustibles fósiles”. “No se puede convertir todo el parque automovilístico en eléctrico de la noche a la mañana. Es inviable. Pero se irán haciendo los cambios progresivamente, adaptándolo a los coches de hidrógeno, GLP, GNC, GNL…comparando las distintas energías para la movilidad y las necesidades que precisen”.

Por ahora, antes de plantear cómo será el sector mañana, toca resolver los problemas de hoy. Redondo reitera la necesidad de rebajar los impuestos, ya que uno de los máximos responsables de las alzas es la carga impositiva que tiene la gasolina, con más del 50% en impuestos, así como rebajar el IVA. Medidas “inmediatas”, “más factibles, más fáciles que las que han tomado”, y que darían algo de aire a un sector que, en 24 horas, tendrá que dejar a un lado la improvisación y comenzar a aplicar los descuento. De momento, saldrán de la cartera de gente como Redondo.