​No os dejéis engañar otra vez

De haber alguien beneficiado en una bajada de impuestos, que estaría por ver, serían los ciudadanos de rentas altas que ni precisan de los servicios públicos (enseñanza, sanidad, dependencia....), pues se pueden pagar los privados, ni padecen el desempleo.

Si analizamos la historia partidista de las últimas décadas comprobaremos como en relación a política tributaria las derechas españolas, y gallegas, siempre siguieron el mismo guión. Exigirle al gobierno de turno rebajas fiscales cuando están en la oposición. Prometer que bajar impuestos cuando es la campaña electoral pero olvidarse de sus promesas, incluso hacer el contrario del prometido, cuando llegan al gobierno.

No hay que retroceder mucho en el tiempo, ni tampoco cambiar de partido ( PP), para confirmar lo anteriormente subrayado. Así, por caso, el señor Mariano Rajoy cuando estaba en la oposición le reclamaba al presidente, el señor Zapatero (PSOE), bajar los impuestos, en la campaña electoral pasó a prometer que no subiría ningún impuesto yque los bajaría  para luego subirlos prácticamente todos (IRPF, IVA, . Sociedades, bebidas alcohólicas y tabaco.....) cuando estuvo en el gobierno.

El mismo proceder tiene ahora el señor Feijoo (PP), nuevo presidente del Partido Popular, cuando desde la oposición le reclama al señor Sánchez (PSOE), presidente del gobierno bipartito (PSOE/Unidas Podemos), una bajada de impuestos -"menos impuestos"- algo que, por cierto, él nunca quiso aplicar en Galicia cuando tuvo oportunidad, competencias y la mayoría parlamentaria suficiente para hacerlo.

Sobre este tipo de propuestas tributarias es necesario empezar subrayando que, además de entrañar grandes riesgos fiscales, son contrarias a los actuales designios y normas fiscales de la Unión Europea ( UEM). Al mismo tiempo para una economía deprimida por la pandemia y la guerra de Ucrania son una auténtica barbaridad económica. La prueba la tenemos en que, hoy por hoy, prácticamente ningún gobierno occidental, ningún organismo internacional defiende una bajada de impuestos sino justamente el contrario: la necesidad de subir y ampliar la tributación para poder hacer frente a situación actual.

Son una barbaridad económica porque en un contexto de economías deprimidas, con unos sectores privados profundamente afectados por la caída tanto de la demanda como la oferta globales resulta absolutamente necesaria una potente actuación pública -bien con ayudas directas la familias y empresas, bien con inversión pública directa- que cubra tanto  las necesidades provocadas por la pandemia y la guerra como tiredel sector privado para que este recupere su dinamismo y su lugar. Una actuación para la que el gobierno español y las autonomías precisan de disponer de los oportunos recursos públicos que solo pueden venir por dos vías: tributos y deuda pública.

Por otra parte, en esta coyuntura depresiva una bajada de impuestos con toda seguridad provocaría el efecto contrario lo que se anuncia al favorecer un aumento del consumo de las familias que haría crecer la inflación a causa de un exceso de demanda.

He ahí porque una bajada de impuestos sería totalmente contraproducente pues ahondaría de inmediato en la recesión lo que dispararía el desempleo -cuando está dando señales muy positivas- y la desigualdad al tiempo que haría crecer el déficit y la deuda pública. De haber alguien beneficiado en una bajada de impuestos, que estaría por ver, serían los ciudadanos de rentas altas que ni precisan de los servicios públicos (enseñanza, sanidad, dependencia....), pues se pueden pagar los privados, ni padecen el desempleo.

Por todas estas razones resulta oportuno el consejo de que en no os dejéis engañar otra vez.

La secretaria general del Partido Popular y portavoz del partido, Cuca Gamarra y  el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo presiden un acto del partido con el lema "menos impuestos".