Carmen García Mateo, candidata a rectora de la UVigo: "A la privada hay que exigirle los mismos requisitos que a la pública"
El curriculum de Carmen García Mateo habla por sí solo: Doctora e Ingeniera de la Telecomunicación, catedrática del Departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones, investigadora responsable del Grupo de Investigación en Tecnologías Multimedia, profesora de la Universidade de Vigo desde 1987, ex vicerrectora de Grados y Convergencia Europea de la UVigo...y, ahora, candidata al rectorado de la universidad viguesa, aspirando a ser la primera mujer en el cargo de su historia. Galiciapress entrevista a García Mateo, que encabeza la candidatura de Nós Universidade, para hablar sobre su propuesta, su postura sobre el grado de Medicina, el pulso con la privada o los lazos de las universidades gallegas con Israel, entre otros asuntos.
Cuenta con una larguísima trayectoria docente, con más de tres décadas dando clase y ligada a la Universidade de Vigo. ¿Qué la motivan a dar este paso al frente en la candidatura de Nós Universidade?
Llevo toda mi carrera profesional en la Universidad de Vigo. En investigación, en docencia y también en gestión, como cuando fui vicerrectora. Este es un paso más en mi desempeño profesional, el paso quizás más grande, el que completa la actividad. ¿Por qué en este momento? Creemos que es necesario un cambio de rumbo. Me animaron a presentarme, a formar esta candidatura, con un grupo de gente donde creemos que es necesario poner en marcha un nuevo proyecto, y en estas estamos.
De salir elegida, sería la primera mujer rectora. Un hito histórico… ¿tardío? ¿Es precisa una perspectiva femenina en la enseñanza universitaria actual?
Creo que como en todos los ámbitos de la sociedad. Una sociedad, para ser mejores, tiene que ser igualitaria, donde consiga una igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Es cierto que yo sería la primera mujer de esta universidad, lo cual sería un hito y un privilegio. Pero también es cierto que, si empiezas a ver todos los equipos decanales, los equipos directivos de los centros, si haces un recuento, en este momento ya hay más mujeres que hombres decanas y directores. Es algo que cayó por su propio peso, digamos. ¿Tarde? Bueno, sí que es verdad que quizás en las anteriores ya podría haber sido una mujer. Esperemos que sea ahora.
¿Qué valoración hace de los últimos años de la UVigo con Reigosa al frente del rectorado?
Conozco a Reigosa de muchos años. Tengo un trato cordial con él y tengo mucho respeto a su persona. Es cierto que, especialmente en este segundo mandato, se observa que hay un deterioro en el equipo de gobierno, que no hay una cohesión, que hay muchísima improvisación… Es ahí donde, digamos, marco quizás una diferencia. Por un lado, en la visión de la universidad y, sobre todo, en la forma de organizar el trabajo. Es necesario escuchar, contrastar ideas, definir los proyectos de manera colectiva. Creo que, últimamente, sí que hay un tono, a lo mejor, un poquito más autoritario. Pero todo esto lo digo desde el respeto a la persona y a un colega.
En los últimos años, al menos en lo tocante a las administraciones públicas, parece que se está haciendo una mayor apuesta por las FP que por los grados universitarios, con la imagen de que una carrera no garantiza la entrada en el mundo laboral. ¿Vive un mal momento la titulación universitaria?
No, para nada. Lo que sí creo que lo que no puede haber es un desequilibrio entre los distintos tipos de enseñanza superior. La FP de ciclo superior se considera enseñanza superior no universitaria, pero es enseñanza superior. Creo que la sociedad precisa de los dos tipos de estudios. Si se observan los números, a lo mejor sí que lo que se necesitaba era darle un empujón a la Formación Profesional. Ese empujón se está haciendo y ese empujón es necesario, pero la formación universitaria, la formación al más alto nivel, no puede ir para atrás, tiene que estar siempre en la vanguardia.
MEDICINA, UNIVERSIDAD PRIVADA, ISRAEL, CELTA DE VIGO...
Hoy la actualidad de las universidades gira en torno a la descentralización del grado de Medicina. Después del acuerdo alcanzado entre las tres universidades, la Junta de la Facultad de Medicina de la USC decidió no avalar el plan de descentralización. ¿En qué situación queda el acuerdo? ¿Qué medidas se deberían tomar al respeto?
En nuestra candidatura lo dijimos claro desde el primer momento: nosotros apostamos por los estudios de grado de Medicina y doctorado, por que puedan ser impartidos por la Universidad de Vigo. En los últimos días sí que iba este nuevo acuerdo de descentralización, porque tenemos que decir que había un acuerdo de descentralización desde 2015, pero tan difuso o no tan concreto que realmente nunca se llegó a ejecutar plenamente, de manera que la descentralización no era efectiva. Se hizo este intento, se ve que es complejo, que los actores implicados no son capaces de llegar a buen puerto. Veremos si son capaces. Parece que hay un último atranco, o no sé si será el último, pero lo veremos en los próximos días.
Entiendo entonces que no renuncia a luchar porque la UVigo tenga una facultad de Medicina en el futuro…
Yo distingo la facultad de los estudios. Aunque, claro, tendría que haber un centro. En cualquier caso, no, por supuesto que no. De hecho, la Universidad de Vigo acordó en Consejo de Gobierno por asentimiento poner en marcha la declaración de interés en los estudios de grado de Medicina. Por tanto, ahí estamos en paralelo a este intento de descentralización del segundo ciclo, que no está firmado.
Mientras sucede a este debate, la Universidad Internacional de la Empresa anuncia que incorporará más grados a su facultad de Ciencia, Tecnología y Gestión de la Salud. Enfermería para el curso que viene y Biomedicina más adelante. ¿Qué le sugiere la entrada de la privada en el sistema universitario gallego cuando vemos que hay duplicidad de grados?
Creo que no es justo… Tal vez ni justo ni injusto. Creo que las universidades privadas están ahí, en crecimiento constante, y se está intentando que cumplan los mismos requisitos que se le ponen a las públicas. Hay inversiones muy importantes por parte de empresas, bancos, fondos de inversión, de lobbies que hacen que a veces parezca que no están jugando con las mismas reglas. Esto no quiere decir que yo esté en contra de las universidades privadas ni muchísimo menos. Lo que defiendo es la universidad pública, trabajo para ella, trabajaré siempre y buscaré que pueda actuar y funcionar en unas condiciones justas.
¿Debe la UVigo ver a la Universidad de Abanca como una competidora o cómo debe ser el trato? ¿Cómo captar a los alumnos para que no se vayan a la privada o la otras ciudades o comunidades?
Lo que tenemos que conseguir nosotros es que nuestra oferta sea lo mejor posible, que esté bien financiada. La universidad pública tiene que financiarse, por una parte fundamentalísima, con los presupuestos públicos. Tenemos que pelear por eso, por conseguir unos presupuestos justos, dando, por supuesto, cuentas de lo que estamos haciendo, y conseguir una docencia de calidad, y que la sociedad no perciba que las universidades privadas son mejores que las universidades públicas, porque eso no tiene por qué ser así ni muchísimo menos, como no lo fue hasta ahora.
Tenemos que darnos cuenta de que muchas familias escogen la universidad pública y necesitan la universidad pública. Por eso tenemos que dar una docencia de calidad. Por otro lado, cuando me decías de las privadas, si te fijas, las privadas no hacen investigación. La investigación para ellos no es un negocio. El negocio es la docencia de grado y de máster. Ahí no jugamos en las mismas condiciones en las que jugamos las públicas. Pero también tienen que contratar profesores y los contratan de la pública, investigadores de la pública, porque recordemos que el profesor universitario, además de docente, es investigador. ¿Y quién forma a los investigadores? La pública. Por tanto, vemos que no se juega en las mismas condiciones.
Menciona la investigación y en estos años se vivió la polémica por los acuerdos de las universidades gallegas con Israel. A septiembre de este año, la UVigo era a única de las tres que realmente había roto los lazos con Israel. ¿Mantendrá esa decisión si sale elegida rectora?
Es una decisión colectiva. En mi opinión personal soy favorable a que no existan estos acuerdos, pero no solo depende de mí.
Otro asunto delicado tiene que ver con el acordó alcanzado entre la UVigo y el Celta de Vigo para la futura creación de un centro adscrito para impartir titulaciones universitarias conjuntas, un proyecto que se vincula que Factoría do Deporte Galego-Galicia Sports 360. Esto nos lleva a la polémica por la construcción de la ciudad deportiva del Celta en Mos, declarada ilegal por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. ¿Debe la UVigo seguir con esta alianza mientras no se resuelvan los pleitos contra la ciudad deportiva?
Justamente el lunes, en el Consejo de Gobierno se aprobó por asentimiento un memorando para establecer, pues la adscripción del Celta, de manera que el club sea un centro adscrito. Como digo, fue por asentimiento. Hablar es siempre bueno. Veremos a hasta dónde llegamos. Y, si se llega a buen puerto, esas titulaciones serán titulaciones concedidas por la Universidad de Vigo.
"SI EL DEBATE ES SI ÍA SÍ O NO, DIGO SÍ"
Uno de los principales problemas que tendrá que enfrentar el próximo rector es la jubilación de docentes. ¿Cómo encara esta problemática?
Ya se está encarando. Uno de los ejes de trabajo es el relevo generacional. Tenemos que tener unas políticas claras de incorporación de nuevos investigadores que también realicen las tareas de docencia. Y tenemos varios canales. Por un lado, está la vía por ayudante doctor, pero por otro también están los programas de captación de talento mediante convocatorias posdoctorales. Todas las vías están abiertas y lo que buscaremos es un equilibrio entre los distintos ámbitos, los distintos campus, haciendo que el relevo generacional, que está ahí y que está ocurriendo ya, sea lo más exitoso posible.
Usted es catedrática en el departamento de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones, un área en la que seguro que hay un fuerte interés en lo relativo al uso de la Inteligencia Artificial. La UVigo ya logró financiación del Gobierno para un proyecto con IA. ¿Cómo debe relacionarse a UVigo y su alumnado que IA?
Llega a todos los ámbitos. Nosotros en la Escuela de Ingeniería de Telecomunicación investigamos con Inteligencia Artificial. Yo misma trabajo en el desarrollo de tecnología para la detección de enfermedades neurodegenerativas mediante análisis de voz y técnicas de IA. O sea, que el área de IA en Teleco es un área importantísima en el campo de la investigación, pero también en el campo de la docencia. Se utiliza, por un lado, tanto para enseñar las técnicas de Inteligencia Artificial a nuestros estudiantes en nuestros estudios, como para usarlas. La IA es transversal en todos los estudios y podría decir casi que en la vida diaria. Lo que hay es que establecer cómo usarla en todos los campus, en todos los ámbitos y cómo ir usándola o aplicándola, teniendo en cuenta además que evoluciona rapidísimamente. Si la pregunta es si IA sí o no, digo que por supuesto que sí.
Cuando hablamos de la UVigo solemos quedarnos en su campus de la ciudad olívica o en la provincia, pero tenemos que pensar también en Ourense. ¿Cuál debe ser la hoja de ruta del campus ourensano? ¿Cuáles son sus mayores urgencias? ¿La futura escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio, quizás?
La Universidad de Vigo tiene tres campus: Vigo, Pontevedra y Ourense. Los tres son partes importantísimas sin ser unos más que otros. Como eje fundamental, sí que tenemos que volver a conseguir que la universidad sea una universidad descentralizada, dando más autonomía y recursos para cada campus para mejorar su eficiencia, su cohesión territorial. Todos los campus necesitan más o menos lo mismo, tienen las mismas necesidades, pero, claramente, la intensidad puede ser diferente según el campus. Como principio de funcionamiento queremos que sean más autónomos en la gestión de sus propios recursos, y estoy hablando de presupuesto, estoy hablando de centros, estoy hablando de tecnologías o infraestructuras. O sea, una mayor autonomía en Vigo, en Pontevedra y en Ourense por igual.
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