Vídeo | El Río Breogán cae ante el Joventut a pesar de dar una dura batalla
Los de Luis Casimiro rozaron la remontada ante el Joventut en un duelo de máxima entrega, pero un fatídico 4/25 desde el perímetro frustró la hazaña en el último suspiro (83-75)
El Río Breogán dio este sábado una lección de pundonor, trabajo defensivo y dominio en el Olímpico de Badalona, pero acabó sucumbiendo ante el Joventut (83-75) por culpa de su propia "kryptonita": el lanzamiento exterior. En un partido que se decidió por detalles en el minuto final, el raquítico 16% de acierto en triples fue una losa demasiado pesada para un equipo que, por todo lo demás, mereció salir por la puerta grande.
Un inicio de trincheras
El choque arrancó con la noticia inesperada de la baja de Ricky Rubio por una contusión. Sin el director de orquesta verdinegro, el partido entró en una fase de imprecisiones y ritmo pausado. El Breogán, pese a su nulo acierto exterior inicial, se hizo fuerte en el barro. Con una rotación sólida y una defensa asfixiante, los de Luis Casimiro firmaron un parcial de 1-10 que los puso al mando (13-18). Solo la veteranía de Ante Tomic permitió a la Penya cerrar el primer cuarto con vida (17-18).
El segundo acto mantuvo la paridad. Mavra y Russell asumieron los galones ofensivos, obligando a Dani Miret a detener el crono ante el empuje celeste (20-26, m.13). Sin embargo, el Joventut empezó a castigar desde el rebote y a encontrar mejores sensaciones en el tiro. Mientras los lucenses se desangraban con un 0/8 en triples, el conjunto catalán abría una brecha paulatina que Andric, con el primer acierto exterior del Breogán, solo pudo maquillar antes del descanso (43-35).
Reacción de casta y final de infarto
Tras el paso por vestuarios, el guion no cambió: el Breogán picaba piedra y el Joventut mantenía la distancia. Los interiores celestes, con Brankovic y Sakho batiéndose el cobre ante los pívots locales, sostenían el bloque. Fue entonces cuando emergió la figura de Mavra. El base croata, con una visión de juego privilegiada y sus características "bombitas", lideró una remontada de carácter que devolvió las tablas al marcador antes del último cuarto (54-54).
En el asalto final, la tensión se palpaba en el ambiente. El Breogán recuperó el liderato, pero el Joventut, favorecido por una mayor permisividad arbitral y errores puntuales en la entrega de los gallegos, asestó un golpe con un parcial de 7-0.
A falta de 1:48 para el final, el marcador reflejaba un ajustado 74-72. El milagro estaba a tiro de piedra. Sin embargo, en el momento de la verdad, el aro se cerró para los de Casimiro. Tres triples consecutivos marrados por Alonso y Aranitovic —completamente liberados— sentenciaron las opciones de un Breogán que murió en la orilla.
Sin tiempo para lamentos
La profecía de Luis Casimiro en la previa se cumplió: el acierto exterior dictó sentencia. Pese a la derrota, la imagen del equipo fue la de un bloque sólido y comprometido que ya mira hacia el futuro inmediato. Sin respiro, el Río Breogán recibirá este lunes a las 20:00 horas al Baskonia en el Pazo. Ante su afición, los celestes buscarán recuperar el tino desde el 6,75 y transformar su coraje en una victoria necesaria.
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