Las dudas en torno a Balaídos y Riazor dejan a Vigo y A Coruña rezagados para ser sede del Mundial 2030
Los dos recintos necesitan de una importante ampliación, pero cuando faltan poco más de cuatro años para el Mundial los proyectos están parados.
En la carrera por acoger partidos del Mundial de España, Portugal y Marruecos en 2030, Galicia se está quedando muy rezagada. La comunidad gallega tenía claras dos candidaturas, las mismas que en 1982: Balaídos y Riazor. Sin embargo, y pese a las remodelaciones de los últimos años, las exigencias de la FIFA dejarían hoy a los dos coliseos fuera de l aterna por una cuestión de aforo. Más allá de eso, mientras que A Coruña pasó el primer corte en la preselección de sedes, Vigo se quedó en un segundo plano, pese a las presiones del Concello, encabezado por Abel Caballero que hoy ha vuelto a dar un vuelco de timón para poner a la ciudad olívica de nuevo en el partido.
VIGO
Este lunes salió adelante en el pleno del Concello la propuesta para remodelar Balaídos conforme a las exigencias de la FIFA para el Mundial 2030. El recinto, de propiedad municipal, necesita de una importante remodelación, aunque todavía hoy se encuentra en obras con la construcción de una de sus gradas. Sin embargo, la propuesta del PSOE es que sean la Xunta y la Deputación de Pontevedra los que sufraguen, con el consistorio, la obra.
La propuesta contó con los votos negativos de PP y BNG, pero bastó con la mayoría absoluta socialista para sacar adelante la remodelación. "El PP y el Bloque no lo apoyaron. Se escudan en que el Gobierno de España tiene que estar presente. Y es que el Gobierno de España no está presente en ninguna remodelación de ningún estadio de España", insiste Abel Caballero, recordando que será el Gobierno central el que tenga que asumir otras inversiones en infraestructuras igual de importantes.
Para el alcalde, no hay otra opción que Vigo pueda vivir una Copa del Mundo de nuevo: "Vamos a tener Mundial; el Ayuntamiento lo va a hacer". Sin embargo, hoy parecen estar solos en ese propósito, enfrentados con la Xunta y la Deputación. "No quieren pagar y no quieren que haya Mundial en Vigo, que fue lo que le dijo Rueda a Louzán", lamenta, acusándolas de tratar de retrasar las obras.
A CORUÑA
Tampoco en A Coruña se han despejado las dudas en torno a la candidatura de la ciudad. Pese a ser una de las piedras angulares de la legislatura de Inés Rey, hoy parece una cuestión que se encuentra congelada en los planes de ciudad. El portavoz del PP, Miguel Lorenzo, mostró sus recelos en torno a esto, ya que se trata de "un proyecto sometido a plazos" y donde los coruñeses "vamos muy mal de tiempo".
"No veo por parte de la administración un liderazgo en el tema, ni veo que por parte de la administración se haya conseguido buscar ese financiador privado que sí reconoció la alcaldesa que ya lo tenía hace un año, pero hasta el día de hoy no sabemos nada", censuró el popular hace unos días en conversación con este diario.
En ese sentido, recordó la solicitud de su grupo para "la creación de una comisión informativa, porque creo que es un tema de ciudad en el que todos debemos estar presentes y apoyando". "Que se sepa la verdad", recalmó.
Otro que tiene mucho que decir al respecto es Juan Carlos Escotet, pues su empresa, ABANCA, pone el apellido a los dos estadios. Sobre Riazor, el también presidente del Deportivo de La Coruña remarcó hace unos meses que no estaba en su hoja de ruta una ampliación.
"Eestamos ante un proyecto de enorme complejidad que exige el cumplimiento de requisitos estrictos en materia de movilidad, seguridad, sostenibilidad e impacto urbanístico. En este contexto, el Deportivo no puede ni debe comprometer su equilibrio financiero. Estamos realizando mejoras significativas en el estadio con un objetivo claro: ofrecer una mejor experiencia de partido a nuestros aficionados, que bien se lo merecen", dijo para los medios del club.
Sin embargo, poner más asientos en Riazor "no solo carece de sentido práctico", según Escotet, "sino que supondría una caída de ingresos por exceso de capacidad durante el periodo de construcción". "Requeriría de un nivel de inversión que sería enorme existiendo otras necesidades sociales. No le encontramos justificación financiera a duplicar el aforo del estadio cuando no es necesaria. Se trata de una instalación deportiva y por tanto se debe tratar como tal", zanjó.
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