¿Qué debo valorar a la hora de comprar un coche de segunda mano?

Solo tenemos que tener muy claro en qué tenemos que fijarnos antes de hacer el desembolso y darnos una vuelta por el catálogo de las subastas de coches.

Hay una serie de aspectos que debemos tener en cuenta siempre que nos interesemos por un modelo de segunda mano. Lo fundamental es revisar la documentación del propietario del vehículo. Los títulos de la propiedad del turismo y asegurarnos de que todo cumple la normativa vigente es capital para que nuestra compra esté libre de toda duda y riesgo. Que tenga el permiso de circulación en regla y que se encuentre al corriente de los pagos en el impuesto de circulación (el IVTM, impuesto sobre vehículos de tracción mecánica).

También es importante cerciorarnos de que el vehículo se encuentra libre de cargas de cualquier tipo, así como de embargos o multas. Por eso, podemos solicitar un informe del historial del coche a la Dirección General de Tráfico (DGT), organismo competente en este capítulo para comprobar que, efectivamente, no corremos el riesgo de tener que asumir multas posteriores o los gravámenes que hayan podido quedar pendientes en el pasado.

Actualmente, también nos sale a cuenta valorar qué ventajas e inconvenientes nos ofrece el mercado de los coches diésel, gasolina, híbridos o eléctricos. Hay que considerar que existen restricciones en muchas ciudades para que circulen algunos coches según el combustible que utilizan y que en otros puntos del país la instalaciones de infraestructuras como electrolineras todavía está por desarrollar. Por eso, según nuestra zona geográfica y la esperanza de vida que esperemos del coche, es un apartado que merece una sesuda consideración del comprador.

Otro aspecto a tener en cuenta es que haya superado satisfactoriamente la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), obligatoria para todos los coches que superen los cuatro años desde el momento de su matriculación, según refiere la última normativa. En adelante, deben someterse a inspecciones periódicas y superarlas de manera favorable. Ojo: la ITV puede superarse con alguna infracción considerada leve, pero que puede acarrearnos problemas si figura en el documento de la Inspección. Subsanar todas las deficiencias, por pequeñas que puedan parecer, nos evitará males mayores en el futuro, tanto en lo que a hipotéticas reparaciones se refiere como a malentendidos con las autoridades que pueden traducirse en alguna multa.

En el kilometraje podemos ver cuánta “calle” tiene el coche que nos interesa. A más kilómetros, más desgaste, y por tanto más riesgo de que en algún momento pueda sufrir achaques y dejarnos tirado, aunque este supuesto podemos asumirlo con prácticamente cualquier coche. No obstante, es fundamental asegurarnos de que el cuentakilómetros no ha sido manipulado y que este se pueda corresponder con los años del vehículo y su aspecto, ya que es un buen indicativo, aunque en ocasiones nos puede hablar incluso más del propietario que del propio coche: si ha viajado mucho, si lo utilizaba para desplazamientos cortos... Además, si contamos con un mecánico de confianza o un amigo que controle del tema, podemos pedirle que eche un ojo al coche y verificar el estado del motor, la transmisión, la suspensión, los frenos y otros elementos que aseguren el correcto funcionamiento de nuestra futura compra.

¿QUÉ ITP HAY EN GALICIA?

Por otra banda, hay que considerar que cada comunidad autónoma tiene su propia normativa, y comprarlo en algunas como Cataluña o Andalucía, en lo referido al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), puede suponer un plus en el gasto, ya que será necesario pagar un impuesto por la compra de ese coche.

En Galicia, el ITP tiene un tipo general del 8% y hay un mes para pagarlo, según explica en su web la ATRIGA, el ente tributario de la Xunta. Hay que tener en cuenta, eso sí, que la Xunta ha prometido una importante rebaja del impuesto sobre la compra de vehículos de segunda  mano para el próximo año, así que igual compensa esperar unos meses antes de formalizar la operación.

Están obligados a efectuar la declaración del impuesto aquellos individuos que compren vehículos (automóviles, barcos o aeronaves) como resultado de transacciones remunerativas realizadas entre personas vivas, siempre y cuando dichos vehículos no sean adquiridos a comerciantes o especialistas en el desarrollo de sus actividades empresariales o profesionales. En este escenario, la adquisición estaría sujeta al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA).

Por ejemplo, la compra de un vehículo a un distribuidor está sujeta al IVA, mientras que si se adquiere de manera previa a un propietario anterior, está sujeta al Impuesto sobre Transmisiones.