¿Por qué Oporto es la mejor alternativa para viajar de Roma a Santiago?

Santiago de Compostela sigue acumulando récords de turistas recibidas pese a que su aeropuerto, Lavacolla-Rosalía de Castro (SCQ), anda escaso de conexiones directas con algunas de las grandes capitales del turismo de Europa, especialmente con Roma, lo que lastra la capacidad compostelana de atraer viajeros de fuera de Europa y de alto poder adquisitivo. Un perfil de viajero que puede tener mucho dinero quizás no mucho tiempo para conocer el Viejo Continente. 

El caso más emblemático es el de la conexión de Santiago Lavacolla con Roma. No hay ningún vuelo directo, es necesario viajar primero a Madrid-Barajas o vía algunas de las pistas en torno a  Barcelona. Dado a que hay que hacer al menos una escala, el precio se dispara. Es imposible conseguir conexiones por menos de 250 euros para las próximas semanas, aunque se apueste por alguna de las compañías de bajo coste como Ryanair.  

El precio total de los cuatro vuelos para ir de Santiago a Roma y vuelta ronda a menudo los 600 euros.  Hay que tener en cuenta que en este rango de precios están, por ejemplo, conexiones mucho más largas, por ejemplo los vuelos de Madrid a Cancún.

Hay que recordar que Roma es la ciudad más sagrada del catolicismo y Santiago sería la tercera, tras Jerusalén. La ciudad de la Pasión es, sin embargo, una urbe que ahora mismo está fuera de los grandes circuitos de viajes, debido a la virulencia de la ofensiva de Israel contra Palestina. Por lo tanto, de tener Galicia buenas conexiones no debería ser complicado atraer a Compostela a parte de aquellos no europeos que se deciden a visitar la sede papal. 

De hecho, durante años hubo conexión entre Santiago Lavacolla y Roma Fiumicino. La operaba en verano Ryanair, pero la compañía la cerró en 2021 y por ahora no hay planes para recuperarla.

El problema para la economía gallega es más grave porque tampoco los otros dos aeropuertos gallegos disponen de conexión directa con Roma. Sí se puede viajar desde A CoruñaAlvedro o Vigo  Peinador, pero también con inevitables escalas en Madrid o Barcelona.

La mejor alternativa que le queda a los gallegos que quieran visitar la Ciudad Santa, o los turistas que después de conocer la Praza de San Pedro quieran compararla con la Praza do Obradoiro está en otro país, en el aeropuerto de Oporto. Allí sí que hay varias conexiones directas, que son además con el aeropuerto que está más cerca del centro de la ciudad eterna, el de Roma-Ciampino. 

El tiempo de vuelo entre Oporto y Roma ronda las tres horas. Como en dos horas se puede llegar a la pista lusa desde cualquier ciudad gallega, no es de extrañar que muchos prefieran conducir o ir en autobús hasta el Aeropuerto Francisco Sá Carneiro que comerse horas de transbordo en Barajas o El Prat.

La falta de conexiones aéreas directas entre Galicia e Italia implica que el trayecto vía Madrid o Barcelona, transbordos incluidos, suele rondar las diez horas. Que, por cierto, es poco menos de lo que tardan los vuelos Madrid - Cancún,