Colectivos amplían su lucha contra los viñedos industriales y piden frenar el proyecto de Altos de Torona en Boqueixón
Tres organizaciones denuncian los efectos sobre la salud, el paisaje o las economías locales de esta clase de iniciativas.
Si hace una semana el Sindicato Labrego Galego, la Plataforma Si a un Rural Vivo y la Asociación Defensa da Ulla Verde rechazaban de pleno el proyecto de la bodega Martín Códax en Vedra, ahora estos mismos colectivos llevan su lupa a otro proyecto que, a su juicio, supone una amenaza para "la salud, la biodiversidad, el paisaje y la economía" en el Val do Ulla, donde cada vez son más los planes de la industria de la viticultura de convertir el entorno en una gran superficie de producción.
¿FALTA DE TRANSPARENCIA?
Se trataría del proyecto de la Bodega Altos de Torona, que en este caso llevaría su plan hasta el Concello de Boqueixón con afectación directo en los lugares de Doñas, Sucira, Codeso y Paradela. "Se trata de 4,82 hectáreas más de viñedo en una zona ya profundamente arrasada por el viñedo industrial. Es suficiente con dar una vuelta por el viñedo que esta misma empresa ha implantado ya en el lugar de Donas para ver el destrozo", critica el SLG en un comunicado.
A renglón seguido, el sindicato critica la "nula información" que han trasladado las administraciones públicas a los vecinos de la zona, provocando que, en algunos casos, "no se puedan presentar los alegatos pertinentes dentro de los plazos establecidos para la consulta pública".
"Demandamos al alcalde de Boqueixón, Ovidio Rodeiro Tato, que establezca las medidas necesarias para que el vecindario del concello sea informado de cualquier proyecto de implantación de viñedo en el momento en el que se inicie cualquier tramitación para la plantación de viñedo industrial", insisten, a la vez que reclaman que se informe de la incompatibilidad de este proyecto "con la salud, con la biodiversidad y con el medioambiente".
Como ya ocurrió con su denuncia al proyecto de Martín Códax, las organizaciones subrayan que este tipo de planes pueden tener efectos contaminantes sobre las aguas, el aire y el suelo por el uso de abonos, herbicidas y pesticidas. "En esta zona, los vecinos y las vecinas, debido a la ya insoportable concentración de viñedos, tendrán que respirar grandes dosis de venenos durante los cuatro o cinco meses de intensa aplicación de pesticidas", denuncian, puntos que deberían provocar que la Xunta impida la aprobación de la evaluación de impacto ambiental.
De igual forma, censuran que la pérdida de biodiversidad, el daño al paisaje y el daño económico que estas grandes empresas pueden provocar sobre pequeños productores y viticultores que venden la uva van de la mano de esta clase de iniciativas de grandes dimensiones. "Instamos a las administraciones públicas a dejar de subvencionar estos proyectos y destinar estos fondos a promover proyectos de agricultura, viticultura, fruticultura y ganadería con métodos de producción agroecológicos, como única garantía de un desarrollo económico de las áreas rurales", resuelven.
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