Aviturga denunciará la ordenanza sobre viviendas turísticas de A Coruña

La asociación de viviendas de uso turístico de Galicia (Aviturga) va a llevar al juzgado la ordenanza aprobada esta semana por el Ayuntamiento de A Coruña que regula esta actividad.

Los propietarios entienden que un 80% de las viviendas actuales no podrán dedicarse ya al uso turístico a causa de la retroactividad de la ley y que la medida no va a hacer bajar los precios del alquiler residencial.

En el registro de Empresas y Actividades Turísticas de la Xunta figuran 1.389 viviendas de uso turístico en la ciudad de A Coruña. En año y medio casi se duplicaron, fundamentalmente en el casco viejo y en Pescadería. La ordenanza municipal regulará estas viviendas, tanto las que ya existen como las futuras. Limita el número por habitantes para frenar la gentrificación, solo permite que estén situadas en plantas bajas o en primeros pisos y en edificios para este uso exclusivo. Son medidas que tratan de frenar la subida de precios de los alquileres residenciales, pero los actuales propietarios creen que se vulneran sus derechos.

"Entendemos que el ayuntamiento hasta el 2024 no pidió ningún título habilitante y consideramos que una ordenanza no es la fórmula idónea, que nos aplica con carácter retroactivo unas medidas y restricciones cuando ya estábamos haciendo las cosas como se nos pidió. Nosotros entendemos que una postura intermedia sería respetar los derechos de las viviendas que están funcionando, establecer un régimen de salida, un plazo a futuro para que las licencias pudieran revocarse. La regulación de que sean bajos o primeros no nos parece mal, siempre y cuando no se lesionen los intereses de las personas que lo hicieron bien hasta ahora y se acogieron a una regulación autonómica que está vigente", asegura Rafael Serrano, vicepresidente de Aviturga.

La entrada en vigor de la ordenanza está prevista para principios de julio y los propietarios tienen hasta tres meses para regularizarlas, pero valoran que hasta un 80% desaparecerán del mercado.

"En el centro de la ciudad no va a quedar ninguna vivienda y en los barrios va a quedar muy reducida: en los bajos y primeras plantas, pocos. En edificios completos se les exige la pérdida de habitabilidad como vivienda, así que creemos que tampoco va a haber muchos edificios que escojan esa opción", asegura Serrano.
 

Creen que con esta medida A Coruña va a perder un perfil de visitante familiar que pasaba varios días en la ciudad y que no va a ir a un hotel.