Prohibidas las llamadas comerciales desde teléfonos móviles: ¿adiós a las estafas y al acoso?

La pesadilla parece haber llegado a su fin. O eso parece porque desde el pasado 7 de junio de 2025, España ha dado un paso decisivo en la lucha contra el acoso telefónico y las estafas. La Orden TDF/149/2025, impulsada por el Ministerio para la Transformación Digital y Función Pública, prohíbe a las empresas realizar llamadas comerciales desde números móviles a particulares. A partir de ahora, las empresas estarán obligadas a efectuar sus comunicaciones publicitarias desde prefijos específicos, números geográficos o líneas habilitadas para ello, como los 800 y 900.

La normativa busca acabar con el uso fraudulento de números móviles, una de las herramientas más empleadas por los estafadores para suplantar identidades y robar información confidencial. A partir de ahora, las empresas solo podrán llamar a particulares con fines comerciales desde líneas que permitan identificar claramente el origen de la llamada, facilitando así que el usuario la reconozca como publicitaria o incluso reciba un aviso automático de su naturaleza comercial.
 

Esta medida se suma a la prohibición vigente desde junio de 2023 de las llamadas comerciales no consentidas, aunque ahora se refuerza con la imposibilidad de usar números móviles, lo que limita notablemente la capacidad de las compañías para contactar sin permiso previo.

ORIGEN DE LA NORMA Y SANCIONES

El Gobierno integra esta medida como parte de un plan integral contra el fraude telefónico, que incluye también el bloqueo de llamadas y SMS procedentes del extranjero pero que simulan ser de números españoles. Según datos del Ministerio, en los últimos meses se han bloqueado más de 14 millones de llamadas falsas, con una media diaria de 235.600 llamadas y 10.000 SMS fraudulentos.

El ministro Óscar López ha remarcado que se busca "atajar la utilización de la numeración móvil nacional para acometer estafas de suplantación de identidad", una práctica que ha ido en aumento en los últimos años y que afecta a la confianza de los ciudadanos en las comunicaciones telefónicas.

Las empresas que realicen llamadas comerciales desde móviles se exponen a multas de hasta 2 millones de euros o el 4% de su facturación anual, dependiendo de la gravedad de la infracción. Además, Carlos Jiménez, Head of Sales de Enreach Spain, advierte de que el incumplimiento también puede dañar gravemente la reputación y la confianza de los clientes.

SEGUIRÁ HABIENDO PUBLICIDAD POR MÓVIL

Aunque la nueva legislación supone un avance significativo, no elimina por completo la posibilidad de recibir llamadas comerciales. La normativa permite que las empresas contacten a particulares si cuentan con su consentimiento previo o si existe un interés legítimo en la comunicación, siempre dentro de los límites establecidos por la Ley General de Telecomunicaciones y el Reglamento General de Protección de Datos.

La medida ha sido bien recibida por los consumidores y expertos en protección de datos, que la ven como un paso necesario para frenar el 'spam' telefónico y reducir el riesgo de estafas. Sin embargo, advierten de que el fraude seguirá existiendo mientras haya empresas dispuestas a incumplir la ley y usuarios desprevenidos que faciliten información personal.

PREVENCIÓN

Si en verdad el fraude continuará a pesar de las medidas legales y, si a pesar de todo, seguimos siendo vulnerables a los números spam habrá que tomar medidas. Entre ellas están las funciones de los smartphones que identifican y bloquean automáticamente llamadas sospechosas, marcándolas como spam o número no deseado.

Añadir apps como TrueCaller que permiten identificar números desconocidos y bloquear llamadas no deseadas, pero estas apps requieren acceso a la agenda del usuario. Buscar el número en Google para revelar la identidad de la empresa o la naturaleza de la llamada, gracias a foros y directorios online donde otros usuarios comparten su experiencia.
 

Inscribirse en la Lista Robinson, el servicio de exclusión publicitaria que puede reducir significativamente las llamadas comerciales no deseadas, aunque no las elimina por completo si existe consentimiento previo o relación contractual.

Además de esto, también se puede grabar la llamada no deseada. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) permite grabar las llamadas para presentar pruebas en caso de denuncia. Se puede presentar una reclamación a la AEPD a través de su sede electrónica, aportando datos como el número de teléfono, la fecha y hora de la llamada, y la identidad de la empresa, junto con pruebas documentales. Por último, se puede solicitar la baja en listas de marketing y oponerse al tratamiento de sus datos personales para fines publicitarios.

El teléfono móvil sigue siendo un canal clave para la publicidad, pero también un espacio donde se libra una batalla constante entre el derecho a la privacidad y el interés comercial. La regulación ha avanzado en los últimos años, pero la creatividad de las empresas y los vacíos legales obligan a los usuarios a estar alerta y a utilizar todas las herramientas disponibles para protegerse de la publicidad no deseada.